Mi secretaria (Haitani ran x lectora) 🔞

Capitulo 4: mi jefe/ mi secretaria.

Sábado 8:00 am.

Te encontrabas durmiendo abrazada a la espalda de tu mejor amigo ya que este siempre fue cálido, aunque tuvieses que aguantar ciertas cosas de él como sus regulares patadas al dormir cuando está soñando y a veces solía tirarse pedos pocos discretos, aunque eso no te molestaba en absoluto ya que ustedes dos siempre habían sido como hermanos.

Le echabas de menos eso era indiscutible, pero todo había sido muy difícil para ti aquella vez que viste a ran con Aoi, ese descaro jamás se lo perdonarías ambos, cerraste los ojos fuertemente tratando de quitar aquel pensamiento de la cabeza.

—oye t/n... hay que levantarse —hablo rindou entre dormido, su voz había sonado muy ronca —tenemos que ir a comprarte ropa a nuestra tienda.!

Sonreíste, no pensabas que tendrías una contestación a esa hora, te parecía curioso todo esto, al parecer masaru y rindou se llevaban súper bien, tendrías que preguntar más sobre masaru si ibas a trabajar con él.

—bueno entonces levántate tú eres el que está más dormido —en ese momento te levantaste de la cama y le quitaste las sábanas que cubrían su cuerpo, este se encontraba solo en pantalón de pijama.

—ay perra...

—arriba, que yo sepa los haitanis no son holgazanes —al escuchar esa palabra rindou se sentó en la cama cual robot y de un salto se levantó. Sabias como darle en donde más le orgullecia.

—hablas de mí que te crees... bueno utilizaras mis pantalones aunque te queden grandes y usarás también una sudadera mía, no andarás con esa ropa de...—rindou miro tu ropa la cual estaba perfectamente doblada cerca de un mueble, sería mejor que callara si no quería un coscorrón tuyo.

—vamos a comprar.

•••

Ambos se encontraban en la tienda de los haitani, era una de las muchas tiendas lujosas que ellos tenían alrededor de todo Japón, eran casi siete pisos entre ropa de mujeres y hombres y adolescentes pero los precios variaban, incluso algunos eran extremadamente caros y rindou te estaba comprando todo. La gente alrededor miró a su jefe desde lejos y rápidamente comenzaron a moverse.

Un chico de terno negro se acercó rápidamente a rindou extendiendo sus brazos para recibir la ropa y claro que rindou se la tendió, aquel empleado sabía lo que tenía que hacer.

—mire la talla de tu ropa, digamos que no a variado mucho —estabas confundida, todos te miraban sorprendidos a tu alrededor pero decidiste ignorar todas esas miradas. Así que decidiste preguntarle por lo que te interesaba, te daba igual que él escogiera la ropa, rindou y tú siempre han tendido los mismos gustos después de todo.

—rindou —le llamaste a la vez que este tomaba unas blusas de colores algo trasparentabas —¿cómo es el señor masaru?

Rindou se quedó quieto por un instante y luego siguió buscándote ropa mientras te mostraba algunas que pasaban por completo tu aprobación.

—es un hombre genial, es alguien estricto y carismático a la vez, creo que es una mezcla muy extraña. Es muy trabajador y nadie se comprará a su elegancia, por eso amaban las mujeres a ese viejo sabroso —sonreíste, quizás podrías llevarte bien con masaru, después de todo has deducido que es un hombre correcto y al parecer genial.

—debe ser genial trabajar con él —rindou sonrió de medio lado.

—créeme que lo será...solo no lo hagas molestar, por que es muy directo y poco delicado con las palabras — te cruzaste de brazos y asentiste, no tendrías motivos para hacerle molestar, siempre has sido responsable en todo y no estabas interesada en tener una próxima relación amorosa ni mucho menos una aventura.