El Mejor Encuentro (Gohan & Videl)

I

Gohan Pov

-Ojala Yamcha no haya abierto la bocota-. Me digo a mi mismo mientras surco los cielos de la ciudad.-Me desagrada esta universidad, no me gusta, pero mi madre me ordena asistir, y le prometí a mi padre que la obedecería.- Me da algo de nostalgia hablar y recordar a papá- ¿Pero que estoy haciendo?, debo parecer un loco si continuo hablando solo.

Bajo la mirada y allí está la universidad.- ¡Wow!- exclamo al aterrizar frente a la entrada principal, me recibió un enorme portón negro abierto en su totalidad, luego camino por una acera muy ancha que atraviesa un jardín muy grande lleno de flores de diversos colores que al verlos me sacaron una sonrisa, ¡Es hermoso! Pensé. Al terminar la acera me da la bienvenida un patio también gigantesco frente a la estructura principal que parecía un ayuntamiento, tenía una puerta de madera grande en forma de arco, mire a mi alrededor y allí se encontraban unas lindas bancas de madera con un aspecto antiguo, frente a ellas un jardín interno y a sus costados unos pasillos que se dirigían a las aulas y otros diversos sitios, camino por el pasillo derecho con el suelo de terracota muy bien cuidado, al principio a mis lados se encontraban columnas rectas y luego se convirtieron en paredes por ambos lados, me fascinó el color crema que las pintaba. Las paredes se volvieron a convertir en columnas.

Iba caminando explorando la universidad pero un grito llamó mi atención.

-¡Gohan!- Esa voz me sonó conocida, me detengo y ladeo mi cabeza para ver de quien se trata. No logro ver a nadie.

Continuó mirando a todas partes para encontrar a la autora del grito, ya que fue una voz femenina. Me toma por la espalda de sorpresa y me tapa mis ojos con sus manos.

-Ese, ese perfume lo reconocería dentro de cien kilómetros a la redonda- Dije, si olía el perfume, pero no recuerdo haberlo olido nunca, lo dije sólo para que me soltara y así fue, retira sus manos de mi rostro y doy la vuelta para ver quien es.

-¡Angela!-. Digo al ver que se trata de la chica que estudió conmigo desde primero de primaria hasta el último de secundaria.

-¡Gohan, que sorpresa verte aquí!

-Lo mismo digo, ¡pero estas diferente!- Notaba algo diferente en ella pero no lograba divisar que es.

-Si, me teñi el cabello.- Contesta aclarandome lo que tenía inusual.

-Si, ahora eres peli roja.- Dije.

-Siempre quise serlo, demos un paseo.- Me tomo del brazo y empezamos a caminar.

Sabía que estaba hablando pero no le estaba prestando atención, solo asintía cuando ella preguntaba algo, yo estaba cautivado por lo agradable que es ese lugar, tantas caras nuevas veía por todos lados, la única conocida era la de Angela, que estaba parloteando junto a mi sin que nadie le preste atención.

-¿No es cierto Gohan?- Me dice Angela.

-Em, sí, así es.- Digo disimulando.

-¿Me estás prestando atención?- Me pregunta algo irritada.

-La verdad no, lo siento.- Digo y baja la cara.

-No es raro en tí, vamos, busquemos nuestro salón que ya va a ser hora de entrar- asiento.

Caminamos hacia el, pues yo sabía donde se encontraba, había pasado junto a el antes de encontrarme con Angela.

Entramos a él y parecía una especie de arena de combate o un estadio, había una especie de gradas y en el fondo una pizarra, una mesa con distintos frascos y sustancias, y el profesor. Al llegar ya había cierta cantidad de estudiantes distribuidos por las "gradas" y Angela y yo pasamos a la parte más alta.

Permanecimos allí y miramos al profesor acomodando lo que va a dar en la case de ciencia y también vimos como llegaban los alumnos, cada vez con más frecuencia entraban y en lotes más grandes, al darme cuenta todo estaba lleno. Saqué y aliste mi libreta, al igual de la mayoría de mis compañeros, y enseguida el profesor comenzó a dar su clase.

Comencé a tomar apuntes de cada palabra que decía el profesor, me dolía el cuello por la posición que tenía, así que gire mi cabeza hacía la izquierda para intentar calmarlo, al hacer esto noto que una chica muy bonita, con la piel muy blanca, ojos azules y una cabellera negra me tenía los ojos encima, de inmediato se me enrojecieron las mejillas, y comencé a voltear frecuentemente hacia ella, pues me llamaba mucho la atención, ella noto que yo la estaba observando, así que también me miraba constantemente pero con el ceño fruncido, yo seguía mirándola, prestándole mas atención a ella que a la clase, luego volteó y me miro de una forma muy poco amigable, volteó los ojos de una forma casi violenta, lo cual me irritó un poco, al ver mi libreta me percato de que no tengo nada copiado (prácticamente).

-Muy bien jóvenes, se acabó la clase, por favor tomen sus cosas y retírense.