🔗 ·٠•●𝕃𝕦𝕚𝕤 𝕄𝕚𝕘𝕦𝕖𝕝 ♦ ℕ𝕠𝕤𝕠𝕥𝕣𝕠𝕤●•٠· 🔗

Parte 34

-¿Ya estás más tranquila? ¿Me crees ?- Preguntó después de besarnos-

- Teníamos que hablarlo...-

- Yo sé... ¿Ahora ya terminamos de hablar o tienes más preguntas...?-

- No, ninguna...- Dije viéndolo a los ojos-

- Ok...- Dijo acercándome a él y volvió a besarme primero suavemente saboreando mi boca para luego introducir su lengua y jugar con la mía, mordía mis labios despacio y luego otra vez devoraba mi boca, era una delicia estar así...

- Quiero comerte toda, Amor...- Dijo separando un poco nuestros labios y comenzó a besar mi cuello y dejaba besos húmedos por donde su boca y su lengua pasaba, volvía a mis labios y sus manos acariciaban y apretaban mis pechos fuertemente haciéndome suspirar. Quitó mi pijama y él también se despojó de su camisa, me apegó a él sintiendo nuestros cuerpos, mis pechos contra el suyo sin dejar de besarme con sus manos volvía a jugar con ellos apretándolos fuerte, haciendo salir de mi boca mis primeros gemidos

- ¿Te acuerdas en la playa, cuando no me dejaste probarlos...?- Decía besándome-

-Si...- Dije suspirando-

- Yo quería comerlos... chuparlos...- Decía apretando y acariciándolos-

-Micky...- Decía yo entre gemidos y él sonreía en mi boca-

- Lo bueno es que ahora si puedo hacerlo... - Dijo deslizando sus labios hasta llegar a mi pecho, me beso entre medio de ellos para apartarse un poco, los miró, con ambas manos los juntó y con su lengua comenzó a jugar con mis pezones. Me torturaba dulcemente con ella y luego tomó uno de mis pechos metiéndoselo a su boca, luego el otro, los devoraba de una manera exquisita haciéndome gemir cada vez más mientras yo acariciaba su cabello dorado.

- Son tan ricos... - Decía otra vez en mi boca y su mano ahora acariciaba mi espalda, me apegó a él fuertemente y bajaba hasta mi trasero apretándolo. Lo acariciaba y volvía apretar. Después llevó su mano a mi cadera y llegaba lentamente a la parte delantera de mis bragas, jugando como un niño con el borde del encaje. Su mano completa cubrió mi intimidad haciéndome estremecer y comenzó a acariciarme aún con las bragas puestas.

- Esto me estorba...- Dijo quitando la última prenda que me quedaba, observando lo húmedas que estaban. Me acariciaba suavemente ahora sintiendo lo mojada que me encontraba

- Te extrañaba... estas tan suave... - Decía deleitándose con la humedad que el me provocaba. Su dedos recorriendo mi centro, estimulándome, dándome placer. Despacio los metió dentro de mí, los movía deliciosamente mientras su palma rozaba mi centro haciéndome gemir. Moviéndolos en círculos lentamente. Bajó recorriendo mi cuerpo con su boca hasta llegar a mi centro. Separó mis piernas y las colocó en sus hombros, besó la parte Interior de mis muslos dando pequeños mordiscos. Sentí su respiración justo ahí y pude escuchar un gruñido al inhalar mi aroma. Tres grandes lamidas que recorrieron desde mi entrada hasta mi vulva bastaron para retorcerme de placer, mordía y jugueteaba con su lengua cada parte de mí. Sus dedos volvían a moverse dentro y su boca hacia el resto, para después introducir su lengua donde antes sus traviesos dedos estuvieron. Me estaba volviendo loca, no paraba de gemir mientras prácticamente enterraba mis uñas en su cabeza moviendo mis caderas como intentando que entre más en mí. De pronto sentía ese cosquilleo, ya sabía lo que venía, mi cuerpo se tensó y comenzó a temblar descontroladamente como cada vez que me tiene así.

- Como extrañaba ese sonido... Mi favorito - Dijo riendo bajito-

-¡Dios, Micky! - Dije tratando de volver en mí. El volvía a subir a mi cuello besándolo suavemente hasta volver a mi boca.

- Parece que también me extrañabas...- Dijo sonriendo rozando nuestras frentes y yo lo abracé por su cuello besando sus labios tibios.

- Quiero penetrarte...- Dijo en un susurro y con una voz que me volvía loca. Micky es de hablar cuando estamos así, pero nunca me había dicho esto y la verdad me excitó mucho más.

- Hazlo... - Dije gimiendo y él sonrió y mordió mis labios mientras se acomodaba entre mis piernas dejándome sentir su erección rozándola con los pliegues de mi intimidad empapándose de ella para poder entrar. Busco mi entrada y de un solo golpe ya estaba por completo dentro de mí. Se movía despacio como tratando de no perderse ninguna sensación que pudiera sentir en ese momento.

- Que rica estas... se siente tan bien...- Decía sin dejar de moverse ahora intensificando sus movimientos, a ratos más duro, por otros más suave pero igual de deliciosos. Con sus manos levantaba más mis caderas para poder entrar más en mi haciéndome gemir y a el gruñir de placer.

- Voltéate...- Dijo saliendo de mí y yo obedecía de inmediato, quedando boca abajo y el mordía y besaba suavemente mi espalda bajando más allá deslizando su lengua donde antes no había estado volviendo a acomodarse con su miembro en mi entrada, rozó un par de veces y volvió a entrar en mí. Ahora más profundo con sus manos en mis caderas me afirmaba y embestía cada vez más duro haciéndome rozar mis pechos contra la cama. Lo sacaba y luego volvía a entrar, torturándome deliciosamente. De pronto sentí como se acostaba sobre mi espalda, sin recargar por completo su cuerpo para no aplastarme, con sus brazos se sostenía en la cama rodeando mis pechos con sus manos seguía penetrándome ahora con su boca en mi oreja, podía sentir su respiración, sus jadeos.

-Te extrañé demasiado... moría por tenerte así otra vez...- Decía en un susurro- Estar dentro de ti... - Y esas palabras bastaron para que mi fuego fuera al máximo, gemía como una loca debajo de él.

-Vente para mí, Amor... ya estás a punto...quiero oírte...- Decía moviéndose rápido haciendo que nuestros cuerpos chocaran provocando sonidos deliciosos. Y así llegó, mi espalda se arqueaba y mi cuerpo otra vez temblaba sin control cuando mi boca gimiendo decía su nombre.

- Oh Micky... - Alcancé a decir antes volar más allá... El acelero aún más sus embestidas llegando a su punto máximo de excitación, vaciándose por completo.
Luego de gruñir en mi cuello, salió despacio de mi cuerpo acomodándose junto a mí, aún agitado.

- Eso estuvo...- Decía besando mi hombro- Estuvo muy bien... ¿no?-

- Más que bien...- Dije volteando a verlo - Estuviste increíble...- Dije sonriendo y acariciando su pecho.

 Pude ver como sus ojos verdes se iluminaban y su pecho se inflaba de orgullo al oír como lo halagaba. 

Hombres... les encanta escuchar esto, sonreí otra vez al verlo así.

- Tu, Amor... Me vuelves loco...- Decía sonriendo y dándome pequeños besos en el cuello-

- Te amo... -Dije casi en un susurro-

- Y yo a ti...- Respondía dulcemente-

-Me dejaste cansada...- Dije como una niña y él sonreía -

- No puedes cansarte... Estamos recién empezando, Amor...-

-Ah... - Alcancé a decir antes de que su boca invadiera la mía y nuestros cuerpos volvían a unirse nuevamente...