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Parte 44

Iba ya como en mi ¿Tercer o cuarto vaso? Creo, no lo recuerdo bien. Lo que si recuerdo es porque estaba así, por Ella ¿ Por qué más iba a ser? Si desde que no estamos juntos voy como avión pero hacía el suelo. A pesar que la vi hace poco, cuando vino a verme, a saber si estaba yo bien y aunque le mentí, me alegró saber que sigo siendo importante para ella. En el día hago lo posible por mantener mi mente ocupada en cualquier cosa para distraerme, cantar, componer ,lo que sea para no pensar. Y me ha funcionado bastante, hasta que anochece. 

Ahí se me hace demasiado difícil todo esto...

- Me voy a morir... - Dije borracho-

- No exageres, solo es un mal día- Me decía mi amigo-

- No, tu no entiendes, nadie me entiende - Dije con las manos en la cabeza-

- ¿Qué es lo que no entiendo? ¿Qué lo estás pasando mal? Claro que lo entiendo tocayito, pero tu actitud no te ayuda mucho, la verdad-

- Es que... Se acostó conmigo y dijo que fue solo para sacarnos las ganas- Reí amargamente-

- ¿Eso te dijo? - Tampoco lo creía -

- Si... - Dije bebiendo de mi vaso y me fui caminando fuera de la casa. Precisamente a la alberca-

- ¿En serio, Micky? ¡ Son las dos de la mañana! -Me gritó mientras me sacaba los zapatos-

- Buena hora para meterse ¿no?- Dije antes de lanzarme al agua-

 Me estoy yendo a la mierda... 

Ahora ya podía llorar tranquilo en el agua.

 Y ahí me quedé un buen rato lamentándome solo.

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- ¿Cuánto rato lleva ahí en la alberca?- Le pregunto Elba a su novio-

- Cerca de una hora, no quiere salir... - Respondió el al teléfono-

- ¿Vas a quedarte con el?-

- Si, no estoy seguro pero creo que estuvo llorando en el agua. No quiero dejarlo solo...- Dijo Miguel-

- Haces bien, eres bueno, Amor... - Le dijo cariñosamente Elba-

- Es mi amigo... y no está bien - Suspiraba- Tienes que hablar con ella, decirle cómo está Micky-

- Lo haré, tranquilo. Ahora ve y saca a ese loco del agua. No sé vaya a enfermar-

- Si, Amor, luego te hablo... - Le dijo cortando la llamada.

  * Ay tocayo... no me gusta verte así... *- Pensaba Miguel al ver a su amigo que por fin decidió volver a la casa.

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No sé cuánto tiempo estuve en el agua, creo que lo suficiente como para que la piel de mis manos parecieran como las de un anciano. Ya se me había pasado el efecto del alcohol así que decidí salir de la alberca. Miguel me miraba como diciendo pobre diablo, no me lo dijo pero yo lo sé.

- ¿Sigues aquí? Pensé que te habías ido...- Le dije volviendo a mi mal humor que últimamente es bien seguido-

- No te iba a dejar solo ahogándote en la alberca en la madrugada- Me dijo en un tono casi paternal-

- No exageres, ya estoy bien. Mírame- Le mostré los dientes-

- Ahora... - Dijo-  Ya vete a dormir tocayo, es tarde-