Parte 2

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Desperté de mi siesta, en los vuelos prefiero dormir  para descansar aunque sea un poco, la gira había terminado y lo único que quería era volver a mi casa y dormir en mi cama, no tengo nada en contra de los hoteles donde me he quedado pero dormir en mi cama siempre será lo que más me gusta de volver de gira, bueno mi cama y la de Peque que también es muy cómoda.

Aunque no sé si es dormir ahí o con ella lo que me gusta más... 

En eso pensaba cuando Hugo me saca de mi mundo...

- Ya llegamos Micky, despierta.- Asentí - 

Aún tenía sueño pero estaba feliz de volver. 

Chequee con Hugo los detalles de las reuniones que tendríamos los próximos días y me fui directo a mi espacio necesario como yo le digo, mi casa.

Miro el reloj, habían pasado tres horas desde que me dejé caer en la cama- ¡Vaya siesta!- Dije riéndome- De pronto recordé que Sasha quería pasar por mí al aeropuerto para vernos, le dije que quería descansar y dormir una semana entera si era posible y bueno , se enojó ¿O me enojé yo? Ella no entiende que a veces quiero un tiempo para mí...en fin, me cortó el teléfono.

 ¿Qué puedo hacer? No tenía ganas de discutir, pero tampoco las tenía para arreglar las cosas.

Mi mal humor volvió y pensé en lo único que me quita ese estado de ánimo aparte de cantar, Peque... 

son las diez y algo, ¿No era tan tarde o si? tomé el celular  y le marqué. 

-¿Diga?- 

Me gustaba oír su voz, era dulce pero no melosa y tenía esa capacidad de calmarme con solo escucharla.

-Por favor dime que no estas acostada aún... en diez minutos estoy en tu casa...¿Vino?... ¡Besos! -

Tiré de mi cabello frente al espejo antes de salir- Sonreí al recordar que ella siempre me molesta por hacer eso- Tomé la botella de vino y me fui.

Y ahí estaba , frente a la puerta con una toalla en la cabeza y unos anteojos que aunque ella no lo crea la hacían ver más atractiva aún. Sonreí al verla. 

- Hola Peque...- Ella me abrazó muy contenta tal y como lo estaba yo-

Su casa no es muy grande, pero es cálida, acogedora, quizás ella le daba ese toque hogareño que en mi casa no hay y tal vez por eso me gustaba estar ahí. Le hice un comentario con respecto a lo que llevaba en su cabeza, ella se reía y la quitó dejando caer su largo cabello que aún estaba húmedo, se veía hermosa así al natural, sin maquillaje y con esos lentes que me hacían querer besarla como la última vez que estuve acá. Su aroma me inundó por completo, me encanta

 ¿Cómo podía oler tan bien con solo salir de la ducha?

Estábamos poniéndonos al día con nuestras cosas, le conté sobre mi reciente pelea y ella acerca de su ex, el idiota con el que salía antes de irme de gira. De las veces que hablamos mientras yo no estuve, nunca mencionó que ya no estaban juntos, eso me sorprendió pero debo reconocer que me alegró escuchar que ya no tuviera nada que ver con el imbécil ese. 

Ni con ningún otro.

Entre copas y recuerdos se nos terminó la botella...

- ¡Voy por ella!- Dijo mientras iba por el vino que tiempo atrás le había regalado, ahí recordó la vez que intenté besarla pero hábilmente me esquivó.

Le dije que fueron las copas pero no, yo estaba consciente de lo que hacía, aunque ella no permitió que  yo lograra lo que tanto quería...



Le dije que fueron las copas pero no, yo estaba consciente de lo que hacía, aunque ella no permitió que  yo lograra lo que tanto quería

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