Elsa.
—Así que resumiendo todo, tuve una relación con la nieta de la matriarca del Encanto, eso no le gustó y ahora estoy aquí... —jugué con mis pulgares y me recargué más en la silla.
Anna me miró parpadeando varias veces, no decía nada.
—Eso definitivamente no es lo que pensé que ibas a decir —dijo aún perpleja
—No estaba en mis planes. Juro que quería decirte... Pero era difícil porque no salía ninguna palabra de mí —dije con una mueca— ¿Puedes perdonarme?
—Elsa... —ella bufó y se sentó frente a mí— ¿Quiénes lo sabían?
—Solo Elina... Anders nunca sospechó nada —respondí.
—No podemos ocultarles nada a Elina y a Gerda, ellas lo saben todo —chasqueó con su lengua—. Me duele que no me hayas contado, pero lo entiendo. No tienes que pedir perdón.
—No vuelve a pasar, lo prometo—ella asintió levemente.
—Entonces ¿Isabela, eh? —movió sus cejas de arriba a abajo.
Fue imposible evitar que me sonrojara y que una sonrisa tonta apareciera en mi rostro.
—Lindo nombre ¿No crees? —dije sin parar de sonreír.
—Lo es, y es lindo verte sonreír cuando lo escuchas —ella me sonrió—. ¿Intentaste hablar con ella antes de irte?
—No, lo pensé más no lo hice —sinceré—. Después de escucharla confesar que nunca sintió algo por mí y todo lo que hicimos fue un error, realmente no quería volver a ponerme frente a ella... Aún tengo mis dudas al respecto, su abuela influye mucho y pudieron ser palabras de ella y no de Isabela...
—No sé que decirte para reconfortarte —apretó sus labios—, no soy una experta el amor aunque tenga 3 años de relación y esté comprometida —ella me miró fijamente—, ¿Ese collar te lo regaló ella?
—No, yo lo hice para nosotras, ella tiene una parte y yo la otra parte ¿Un poco cliché, no? —dije divertida.
—Es tierno, no creí que harías eso por una persona —arrugó su nariz.
—Oh, déjame —me crucé de brazos y se generó un ligero silencio—, ¿Recuerdas aquellas flores que están en mi recámara?
—¿Los brezos púrpura? —asentí.
—Ella los hizo, al menos eso cuenta Elina. Los dejó en mi habitación el día que sucedió todo el problema —expliqué.
—Vaya que son hermosos... Espera ¿Habitación? —un sonrojo apareció en su rostro y la miré confundida— ¡No preguntaré! Lo que hayas hecho se quedó allá y punto —cubrió su rostro ruborizada.
—¿De qué estás hablando? Ella solo los dejó en la habitación mientras hablaba con su prima —medité la postura de Anna—. De todas las cosas que pudiste pensar ¿Solo se te ocurrió eso? —ella chilló avergonzada— ¡Tú sacaste conclusiones! —reclamé.
—¡Pero no te veo negándolas! —gritó con sus manos en su rostro y me sonrojé—, avanzaron demasiado rápido —murmuró.
—Algo, si no hubiera pasado nada con su abuela tal vez hubiera llegado a Arendelle con más experiencia —chasqueé con mi lengua.
—¿Qué te hice para que me tortures de esa manera? —preguntó con desesperación y empecé a reírme— ¡Disfrutas de mi dolor!
—No exageres —dije entre risas y tomé aire—. Suficiente por hoy, tal vez deba dejarte descansar —me levanté de mi asiento.
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Aquellas Flores [ElsaxIsabela]
FanfictionLa rubia observó con sentimiento el ramo de brezos púrpuras que le fue obsequiado por aquella chica de piel morena. -Zarpemos ahora -dijo en un suspiro. -Majestad, aún no se ha despedido de los Madrigal -respondió uno de sus almirantes. -Me he des...