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Un par de años más tarde.

En el noreste del Imperio.

Resonaba en un largo camino rocoso los cascos de caballos junto a ruedas de hierro, interminable para los más jóvenes de la familia. Se trataba de dos carruajes, uno para el líder de secta Jin GuangShan, que viajaba con su esposa e hijo dentro del matrimonio, es decir, el heredero Jin ZiXuan. Los acompañaba un sirviente que atendería cualquier capricho. Mientras que en el segundo carruaje se encontraban los frutos de las aventuras del líder Jin: Mo XuanYu, Qin Su y Meng Yao, cada uno de diferente mujer, este último cargaba una urna de porcelana. A ellos los acompañaba únicamente la madre de la pequeña, el silencio era absoluto para ellos pues su encuentro había sido reciente.

Regresando al primer carruaje escoltado la falta de conversación era usual, pero esta vez resultó ser más incómoda para el joven, a diferencia de sus medios hermanos, sus padres estaban juntos y presentes, pero era testigo de su disfuncional relación a diario. Ese día solo esperó alejarse un poco de todos.

Al otro lado del imperio, en el sureste.

Otro carruaje iba en camino al mismo punto, no era tan ostentoso como el de la familia Jin, pero tenía su propio encanto, era completamente blanco, enmarcado en plata y con patrones de nubes azuladas. También reinaba el silencio entre los integrantes de la familia, pero era completamente diferente al de los Jin, la tranquilidad y discreción era parte de su linaje.

La puntualidad era también propia de ellos. Una vez llegaron al punto de reunión el primero en bajar fue el más joven de la familia, Lan WangJi arrebatando suspiros de las empleadas que los esperaban para darles la bienvenida. El deleite visual no se detenía, bajó el heredero de la familia Lan quien arrebató todavía más exclamaciones ante las damas, siendo silenciadas por una superior Wen, la encargada de recibirlos.

Ambos hermanos se colocaron a cada lado de la puerta del carruaje para acompañar la cabeza de la familia que era su tío. Los tres impecables como el mismo cielo despejado, vistiendo un conjunto formal y mayormente blanco. Lan QiRen se diferencia al portar un gran botón de oro en cada hombro, de estos caía una capa hasta la altura de sus tobillos.

Tan pronto los Lan tocaron las tierras dominadas por los Wen, llegaron detrás los Nie, Jiang y por último los Jin.

Fueron suficientes los subordinados Wen para atender a cada familia; el líder Nie MingJue baja con la cara en alto y por detrás su hermano notablemente nervioso por la exigente formalidad, los líderes Jiang descienden con el semblante conflictivo, detrás de ellos sus dos hijos de sangre y por último el "bastardo" como algunos lo denominaban.

Siendo el turno de los Jin, el joven ZiXuan baja primero para ayudar a su madre con el escalón y Jin GuangShan sale por su cuenta detrás de su esposa y cubre su descuidada sonrisa con su oportuno abanico.

A ignorancia de todos, el ultimo carruaje permanecía olvidado hasta que uno de los subordinados Wen pregunta, si eran acompañantes de honor merecían el mismo trato. Madam Jin se retira arrogante llevándose a su único hijo mientras que su esposo pensativo miraba el carruaje que contenía a sus otros hijos y finalmente dio su aprobación para alcanzar a su esposa.

Qin Su fue la primera en bajar del carruaje acompañada de su madre quien extendió la mano para recibir al más joven de los menores, el último en salir y por voluntad fue Meng Yao sin su preciada urna que tuvo que dejar dentro del carruaje. Los más jóvenes cabizbajos al estar obligados a asistir a un evento aburrido de líderes, los tres eran conscientes de su destino impuesto por su padre.

Un amor imperialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora