Extra: El regalo de los hermanos Wen (+18)

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El imperio Wen mandó un regalo al omega más renombrado de Gusu Lan, el esposo del líder XiChen y futura madre del siguiente heredero del reino entre las nubes.

— ¿Tienes una idea de lo que pueda ser? — Pregunta XiChen mirando la enorme caja de madera que sus servidores llevaron al interior de su dormitorio compartido.

— Solo escribieron que sería algo para mi comodidad…— Respondió el castaño junto a su esposo si dejar de ver aquel regalo.

XiChen respondió con un “Hmm” pensativo analizando el sello de la caja, preguntó si podía abrirlo y Meng Yao asintió. Ya no era sorpresa para el menor la fuerza de su esposo, con poner sus dedos entre las uniones de madera y como si fuera un chasquido, separa las esquinas. Apartó a su omega para que cayera la madera dejando ver una silla muy diferente a lo que ellos estaban acostumbrados. A los ojos del omega parecía ser un trono que podía trasladarse y modesto por lo mismo. Los cojines eran rojos, quizás para recordarle a la pareja de Gusu que los Wen fueron quienes escogieron semejante artículo.

Se trataba de una silla de la realeza proveniente del occidente, un respaldo ostentoso donde se extendía el terciopelo carmín y al igual que los brazos de la misma. Meng Yao no era exigente en obsequios, y el bañado de oro del presente podría haberlos liberado de la miseria del burdel si se lo hubieran otorgado años atrás.

XiChen examinó la silla, llegó a tocarla, incluso la cargó quitándola de la madera para que sus servidores retiraran los grandes tablones de madera, por supuesto, el peso de estas no se comparaba con el peso de la silla.

Definitivamente resaltaba entre la blancura y turquesa del cuarto. El alpha acomodó el obsequio en un punto distante a los pocos muebles del cuarto. La caja venía con una carta, la cual el castaño leyó.

“Esperamos que pueda brindarle comodidad en esta maravillosa etapa.”
El omega con un ligero rubor acarició la parte baja de su vientre, ya estaba iniciando su tercer mes de embarazo, todavía no se notaba tanto.

— A-Yao. — Llamó el primer jade ofreciendo el asiento a su pequeño esposo y Meng Yao tragó para después hacerle caso. — ¿cómo lo sientes? — pregunta permaneciendo a un lado.

El joven omega tomó las reposaderas y bajó su cadera, sorprendido por la suavidad del cojín terminó por dejar todo su peso, la suavidad llegaba hasta su cabeza y sobraba un poco más del terciopelo.

— Es definitivamente más cómodo que sentarme en una junta diplomática. — Confesó entre risas. — Ojalá pudiera llevarla a todo lugar.

— Sabes que soy capaz de hacerlo. — XiChen lo acompaño al reír.
El alpha se encorva y toma la mano de su amado para depositar un beso en el dorso.

— Oh, mi A-Huan, no es necesario, no me gustaría tener todas las miradas. — Respondió mirándolo con cariño.

XiChen de arrodiló delante de su omega y levanta la mirada para encontrarse con la de su amado. De pronto, sus orejas se tiñen.

Agradeció ese regalo.

Soltó la mano de su amado para posar las suyas en las rodillas más pequeñas, no apartó la mirada y sus comisuras seguían elevadas, inclina su torso lentamente hacia delante.

El menor lo observaba expectante hasta que sus rodillas comenzaban a ser separadas de manera pausada, entonces Meng Yao abre grande su boca y ojos entendiendo a lo que quería llegar. Fue poco antes de su matrimonio que su esposo despertó una criatura totalmente ajena a las reglas de Gusu.

— A-Huan…— Lo llamó suavemente posando su diestra en el mencionado comenzando a sentir calor en el rostro, el omega comenzó a adquirir un color rojizo.

Un amor imperialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora