Epílogo

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Tiempo después en el vestuario de los Warriors...

Anahí estaba eufórica, los Warriors habían ganado la temporada, y se estaba dirigiendo con Damiano al vestuario para realizar las últimas entrevistas del año. Había visto a Alfonso esa misma mañana, pero volvía a sentir como algo le hacía cosquillas en el estómago, como cada vez que sabía que lo iba a ver.

Cuando abrieron la puerta, todos estaban gritando y festejando, algunos llevaban solo los pantalones de la equipación, otros ya se habían duchado y solo llevaban la toalla y varios tenían botellas de champán que agitaban y mojaban a los demás y a ellos mismos. Los reporteros se estaban preparando para entrevistar, y los cámaras estaban comenzando a grabar algunos momentos para sus respectivos canales.

— Ahí está Santi —dijo Damiano, señalando a uno de los compañeros de Alfonso, que estaba tranquilo cambiándose en un rincón.
— Empecemos con él entonces.

Anahí y Damiano fueron entrevistando uno a uno. La habían abrazado, la habían mojado con champán y la habían besado en el pelo o la frente. Todos la conocían y eran buenos amigos, así que compartían con ella su alegría delante de las cámaras, algo que sin duda le encantaría a su jefe.

Cuando llegó hasta Alfonso este sonrió ampliamente, quería sorprenderla y ya tenía pensado como hacerlo así que la dejo empezar a hablar con tranquilidad.

— Y aquí tenemos a nuestro quarterback, sin duda, pieza clave del partido —estaba ruborizada y Alfonso sonrió más ampliamente—, ¿Alfonso?

Había seguido hablando, pero él no la había escuchado. Sin poder resistirse, había estrechado su cara con sus manos y la había besado en la boca delante de la cámara. Anahí se había quedado petrificada al principio, pero le había seguido el beso a los pocos segundos, gimiendo cuando él se había separado.

Anahí había seguido la entrevista tras colocarse algún mechón de pelo, con la ayuda de Alfonso, y con las mejillas tan rojas que le ardían. Estaban a punto de terminar la entrevista cuando Alfonso dejó de apretar su toalla de nuevo y esta cayó al suelo sin hacer ruido.

— Y hasta aquí las entrevistas de hoy —consiguió decir Anahí, después de tragar con dificultad—. Ahora, vamos a dejar que los jugadores celebren con sus seres queridos.

Alfonso la abrazó con fuerza en ese momento, levantándola del suelo y haciéndola girar. Anahí soltó un grito seguido de una carcajada y se despidió de la cámara.

— ¡Enhorabuena Warriors!

Cuando la cámara se apagó, Alfonso dejó a Anahí en el suelo entre risas. Está primero lo besó y después golpeó su hombro.

— ¡No puedo creerme que hayas vuelto a dejar caer la toalla al suelo!
— Necesitaba cambiarme —sonrió, inocente, mientras se ponía los calzoncillos. Anahí miró su cuerpo sin disimular, y se mordió el labio inferior cuando vio como la erección de Alfonso desaparecía bajo la tela— ¿pasa algo?
— Nada en absoluto, ¿cómo lo vais a celebrar?
— Ellos no sé, yo espero que así.

De pronto, Alfonso sacó una pequeña caja de terciopelo que tenía escondida entre la ropa y se arrodilló delante de ella mientras la abría. Anahí abrió los ojos y la boca sorprendida, y sintió como el corazón se le aceleraba en pocos segundos.

— ¡Alfonso!
— Anahí Puente, ¿me harás el hombre más feliz del mundo, casándote conmigo?

De pronto todas las celebraciones que había a su alrededor dejaron de existir, quizá hubiesen parado de verdad, porque Anahí no era capaz de oír más allá de sus propios latidos y solo podía ver a Alfonso, sonriente y con un precioso anillo delante te de ella. Esperando su respuesta.

— Oh, Alfonso —consiguió susurrar—. Si, ¡oh, por dios, si!¡Me casaré contigo!

De pronto todos a su alrededor volvieron a gritar mientras Alfonso le ponía el anillo y la rodeaba con sus brazos para besarla. Damiano fue el siguiente en abrazarla, había sido testigo de todo y ni siquiera se había dado cuenta, pero se alegró mucho de tenerle ahí con ella porque gracias a él había empezado a abrir los ojos con Alfonso. Después de Damiano le siguió prácticamente todo el equipo, si que se habían callado al ver a Alfonso arrodillado, y habían vuelvo a gritar al escuchar su respuesta.

Alfonso volvió a besar a Anahi, abrazándola y haciéndola sentir su erección contra su cuerpo.

— Nos casaremos en cuanto podamos —dijo sobre su boca Alfonso.

Anahí simplemente asintió, se casaría incluso en toalla si él se lo pedía, porque le amaba tanto, que solo le importaba pasar el resto de su vida con él, formar una enorme familia a su lado y ser feliz el resto de su vida.

Fin

Espero que hayáis disfrutado leyéndola tanto como yo escribiéndola. Me pongo en seguida con la siguiente, lo prometo. ¡Me tenía que poner al día con todo primero!

Gracias por seguir ahí
💙🤗

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