Prólogo

120 18 4
                                    

——ROSALIE, BAJA A DESAYUNAR! —— gritan.

—— ¡Ya voy!

Realmente no tengo muchas ganas de asistir a la preparatoria, Al menos no hoy, pero sé perfectamente las consecuencias que habría si no asisto, así que no hay de otra —suspiro, me levanto de la cama, termino de ducharme y voy al armario a buscar algo que ponerme.

——¡Genial no tengo nada que ponerme!, pero esto podría funcionar muy bien——llegó a observar que tenía un lindo vestido negro y una casaca jean que podría complementar con unas converse, me pongo máscara de pestañas y un corrector para las ojeras, últimamente no he podido dormir, digamos que había tenido una semana bastante interesante, toca cubrir las ojeras.

ROSALIE BAJA AHORA MISMO, ES MUY TARDE Y NO LLEGAREMOS A TIEMPO! ——Gritan.

——Esa es la idea——Obviamente eso no fue lo que respondí.

——Ya estoy lista mamá——respondo mientras me dirijo al comedor.

——Rosalie hija, estas hermosa.

——Merci! ——le respondí .

"Merci": gracias.

——Mamá.

——Qué?

——No es cierto....

——No me mires asi, si te decía que hora era, ni te ibas a levantar y hubieras seguido tumbada en tu cama.

——Pero mamá, es una hora...

——Una hora que precaver, ¿no es genial?

——Es un daño contra la humanidad levantarse a estas horas.

——Calla y no seas dramática, si escucharas el despertador no tendría porque levantarte.

——En mi defensa ese despertador esta averiado.

——Averiado por 17 años—— ironizó.

——Voy a cumplir 18 dentro de poco, me siento ofendida.

——18 años y aun asi seguirás siendo mi niñita.

——Vale, ya entendí hoy mismo iré por uno nuevo.

——Gracias ya era hora, Rosalie.

——Yo también te quiero mamá.

Mientras terminaba de desayunar estaba recordando lo que me había sucedido hace dos años y sin darme cuenta lágrimas empezaron a caer en mis mejillas. Traté de limpiarme las lágrimas, pero era demasiado tarde mi madre ya lo había notado, realmente detestaba que me vieran así más si se trataba de mamá.

——¿Qué pasa? ——pregunta.

——No pasa nada, mamá——respondo sonriendo.

——¿Acaso es por...? —— interrumpí su pregunta, sabía lo que diría y no me gusta tocar el tema.

——No lo menciones, por favor.

——Rosalie, ya pasaron dos años es hora...——se queda observándome por un segundo.

——No quiero hablar de eso ahora, por favor.

——Sabes que estoy de tu lado, ¿lo sabes verdad?

——Lo sé, tengo que irme o llegaré tarde, nos vemos luego.

——Pero aún falta una hora.

——Una hora que precaver—— digo poco entusiasmada.

——Te llevo?

——Por hoy prefiero ir sola.

——vale, ve con cuidado Rosalie ——sonríe.

Asiento y me dirijo a la entrada principal de la casa e inmediatamente salgo de ahí, sé que el tiempo ha pasado muy rápido pero todavía no me siento lista ,debería pero me siento como si estuviera en un pozo, son tantas cosas que ya no se ni que pensar , pero no me gustan las derrotas , de camino a la preparatoria me di la libertad de poder sollozar, no había nadie a mi alrededor, no es que me gustara llorar en público pero esta zona era muy tranquila ,realmente lo necesitaba porque si no lo hago ahora , el dolor me ira consumiendo y necesito mantenerme firme al llegar a la preparatoria ,decirle a mamá que no quiero ir.... se lo que lo que diría y lo que pensaría y prefiero evitarme una charla de puro consuelo. Al estar en casa no podría darme ese privilegio de llorar, porque tarde o temprano se darían cuenta. Ella insiste en que deberíamos hablar del tema, pero siempre terminamos en lo mismo y ahora no estoy para esas charlas. No me gustaba tocar el tema porque sabía que no me comprendería y sentiría lo que yo sentí en esos momentos. Me detengo en un parque que estaba a una cuadra de la preparatoria, procedo a tirarme en el césped, realmente no me importa si llego tarde, aún me queda tiempo y tampoco es que hoy tenga ganas de asistir y estoy haciendo el intento asi que no me jodan con un discurso de..., ya luego se me ocurrirá algo que decirle a mi madre, solo serán minutos, observo el cielo, me gustaba poder imaginarme figuras con las nubes era algo que me gustaba hacer de niña .... hasta ahora, seguía imaginando figuras con las nubes y en eso me imaginé su rostro.

Inevitable IntermisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora