Uchiha Sasuke tiene una vida normal y tranquila al lado de su familia y amigos. Pero su curiosidad por saber quién era la chica nueva loca, lo llevará a los extremos.
Hyuga Hinata vive de manera agitada para ser una jovencita solitaria de 17 años...
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Sin duda alguna, mi clase favorita era idioma.
No por el echo de saber japonés, técnicamente es mi lengua materna. Si no más bien por la deidad transformada en hombre, que tengo por maestro.
Hatake Kakashi, un hombre joven de 28 años. Era imposible no ignorarlo, tuve que contenerme de no estar con la boca abierta mientras el daba la clase, se miraba increíble con el traje completamente negro, elegante y costoso, llevaba algo desabotonada la camisa y al no usar saco, las mangas de esta las enrollo hasta sus codos, dándose un aspecto más casual y rebelde. Su cabellera gris, estaba despeinada. Pero eso solo lograba hacerlo increíblemente sexy.
¿Quién coño nunca se a imaginado una aventura con su maestro?
Estoy segura, que no soy la única.
La primera vez que estuve en su clase, no le di la mejor impresión, todo por la culpa de Hotzuki. Pero desde entonces, me eh aplicado considerablemente en sus clases. No digo que soy la mejor alumna, pero por lo menos ya no me ah llamado la atención.
Sabía que nunca me vería, obvio, técnicamente soy una niña para el. Pero se valía soñar.
Hace un par de años, tuve mi última relación con alguien del sexo masculino. Desde entonces solo me la eh pasado bien con chicas. No odio a los hombres, pero en mi defensa, los que eh conocido son puros patanes con falta de bolas, así que me propuse dejar esa atracción por ellos, pero al ver a mi maestro de idioma, mandaría todo a la mierda por tan solo un polvo.
Concentrada en copiar los apuntes que ahí en la pizarra, un imbécil me lanza una hoja de papel al rostro.
-Hijo de la.- Volteó a ver de quién se trata. Encuentro al Hotzuki sonriendo.
El peliblanco me señala con sus ojos la bola de papel que me lanzo, poniendo los ojos en blanco junto aquella estúpida nota.
- Chicos presten atención, esto vendrá en el examen...
Escucho al maestro hablar, pero dejo de prestar atención para leeré aquella hoja de papel.
¿Estás libre el viernes?
Fruncí mi ceño al recordar el evento que por ello no eh podido dormir bien.
"Tengo planes"
Avente la nota hacia atrás y seguí con lo mío.
Se podría decir que entre Suiguetsu y yo, existía una pequeña amistad. Si, era bruto y muy castroso, pero es un buen chico desde que lo conocí, igual pasa con Juugo. Karin es con la que mejor me llevo, no hemos tenido otro encuentro desde la fiesta, pero sin duda ahí más confianza.
Mi sensual y prohibido maestro de idioma, se pone de pie para quedar enmedio del salón. Desde mi posición alcanzó a ver algo de su fornido pecho, sus brazo al estar descubiertos dejan ver unas venas en ellos señal de que se ejercita.
