Dosis antes de olvidar

Distrito 4 - Casa de Adriel

16 de octubre de 2054

- ¡Todos vengan a la mesa!, no tomamos el día libre solo para estar separados como siempre. -gritó Miriam, la madre de Adriel para ser escuchada desde el segundo piso

- Hoy es el día Gris y vamos a celebrar de una vez los 8 años del menor. -al terminar Adriel bajo pensando en que ese día no era su cumpleaños y que posiblemente no se acordaban de cuando era.

-¡Vikram! , trae a Yurbick y Asher ahora -lo ultimo de pronunció sacando sus últimas gotas de paciencia.

-Aquí están, tenemos que cenar rápido ya que el último tren para Alysída sale en 3 horas. -dijo el hombre bajando las escaleras con otros tres atrás, este era la imagen mas cercana a lo que sería Adriel de adulto solo quitándole que tenía el pelo café a diferencia de él que es rubio.

Así los seis se sentaron en la mesa; todos se parecían menos uno, Jayden, el "mejor amigo" de Asher, se podría decir que solo él lo conocía de verdad, ya que casi nadie estaba en la casa, los padres pasaban Alysída todos los meses solo tomando dos días libres, Yurbick ya tenía 23 y estudiaba el ultimo año de su carrera para ser homólogo a sus padres; Asher con 18 iba a terminar el colegio y Adriel con 7 estaba iniciando su camino apenas. Jayden era excepcional, ese es el único motivo por el cual lo dejaban pasar siempre ahí, por que claro lo habían investigado desde que les llegó el comunicado de que su hijo era apegado a alguien.

Al terminar la cena, fría en conversaciones pero caliente al paladar, encendieron una vela para Adriel. La cual apagó sin aclarar su verdadera fecha de cumpleaños ya que se veía obligado a acaparar cada momento juntos que lograba conseguir al año y que con emoción imaginaba que después iban a pasar tiempo juntos como las familias que veía en imágenes y libros; pero siempre terminaba igual, al soplar la vela todos se levantaron para sus respectivos cuartos dejándolo solo como el miembro inferior que siempre fue.

Ese día se fue a la cama y soñó en ser abrazado por sus dos padres y recibir consejos de sus hermanos mientras vivían ocurrencias juntos, pero en eso el ruido del rechinado de la puerta al abrirse lo despertó.

-Te dije que estaba dormido, vámonos ya, no juguemos a los cariñosos familiares. -al entreabrir los ojos pudo ver a Asher jalando a Jayden el cual era el mas adentrado en la habitación.

-Tu mismo me dijiste lo mal que te sentías cuando ponían una vela al frente tuyo el Día Gris cuando ni siquiera era tu cumpleaños. -susurro mientras se seguía adentrado.

- Si, pero él ya se durmió y nuestros padres ya se fueron, es tradición de la familia cantar ese día al menor, mejor vámonos he inventemos una escusa para estar aquí el 2 de diciembre. -

Al instante en que Asher terminó esa oración Adriel cerró los ojos con la mayor fuerza que pudo y siguió fingiendo estar dormido mientras aguantaba uno de los momentos de mayor felicidad que había sentido hasta ahora.

Se acordaban de su cumpleaños, no sabía si todos lo hacían o solo era su hermano, pero no le importaba mientras alguno en verdad pensara en él.

-Esta bien, aunque creo que solo quieres acapararme para ti el Día Gris. -Dijo Jayden susurrando aún mas bajo, pero aún entendible en esa habitación muda y con la sonrisa mas engreída y con personalidad que le había visto a alguien en un distrito como el suyo.

-Ya...ya cállate -contestó Asher con vergüenza y cortedad mientras lo jalaba al exterior.

Ese año como dijeron esa noche, los dos llegaron para el cumpleaños de Adriel (fueron los únicos en llegar) mientras decían que Asher ocupaba unos papeles para el inicio de la Universidad; a pesar de esto nunca lo vio buscando nada y, por el contrario, pasaron todo el día jugando y hablando con Adriel, y al llegar la noche sacaron dos tajadas de pastel aclarando que las habían comprado por casualidad y se las regalaban. Este fue uno de los recuerdos más felices de él, pero uno que no le gustaba recordar ya que fue la última vez que los vio.