Café Lune | Vanoé/Noeva

Pesadilla

N/A:
Tarde un poco más en escribir esto porque no sabía cómo implementar bien lo que tenía en mente... Tampoco tuve mucho tiempo de editarlo y corregir faltas ortográficas...
Antes de empezar, les quiero decir que quise implementar el "don/poder" de Noé en la serie/manga, además de que modifique un poco sus transfondos, pero sin alejarme tanto para no modificar su personalidad.

⚠️ También aviso a los sensibles con la violencia/referencias implícitas de agresión sexual/sangre que este capítulo contiene este contenido. Marcaré con un separador donde empieza y termina para los que desean saltárselo. ⚠️

Sin más que decir, comencemos...

Parte 5:
Pesadilla

Antes de caer dormido, pudo sentir una corriente eléctrica que inició en la mano que se encontraba atrapada entre las del menor, y terminó en sus cervicales craneales. Por la somnolencia, no le dio ninguna importancia, y se sumió en un profundo sueño.

Cayó en un mar carmesí donde reinaba la penumbra, excepto en un lugar del fondo que alumbraba el agua a su alrededor. Noé dándose cuenta de que una vez más tenía estos sueños extraños, nado hacía la luz.

Desde muy temprana edad, había experimentado tener sueños conjuntos con personas con quien sentía una conexión fuerte. La primera vez que sucedió, fue con su amigo Louis. Quedó algo traumatizado después de ver los sueños macabros del mayor. Y el abuelo de los hermanos de Sade le explicó que su familia, los Archiviste, parecían tener un don extraordinario que les permitía conectarse en sueños con las personas. Como su "Don" no estaba pulido, porque no tenía idea de cómo controlarlo, solo podía meterse en los sueños si reunía ciertas condiciones.

Primero, debía tener una conexión sentimental lo bastante fuerte con la otra persona. Segundo, debía estar tocando a esa persona antes de caer dormido. Y tercero, la otra persona también debía tener una conexión fuerte con Noé. No importaba si era sentimental, con solo simpatizar con él bastaba.

A Noé no le gustaba realmente tener este "don", puesto que sentía que era como una violación a la privacidad de las personas que quería. Y al no poder controlar cuando o qué veía, trataba de no dormir con nadie. Porque para su mala suerte, tenía la costumbre de querer abrazar a las personas cuando dormía.

Al estar suficientemente cerca de la luz, fue engullido por ella. Cuando volvió a abrir los ojos, se encontraba en una calle desértica. No conocía la ciudad donde estaba, supuso que era donde Vanitas creció. Le pareció extraño que todo parecía gris y estático. El silencio reinaba, el ambiente estaba seco. Le dieron escalofríos, ahora entendía porque el menor se removía incómodo entre sueños, no le agradaba nada el escenario de este sueño o pesadilla. Caminó varias calles solitarias, pero se detuvo en seco cuando escuchó unos gimoteos y leves gemidos de dolor.

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Asustado, corrió en dirección de un callejón, quedándose paralizado cuando vió una sangrienta escena. Habían manchas carmesí en las paredes que chorreaban por la cantidad del líquido fresco. Dicho líquido viscoso le condujo al cuerpo de una mujer apuñalada en el abdomen cerca de la pelvis, y despojada de varias prendas de vestir. Pudo ver marcas de manos en sus brazos, y las marcas de una mordida en su cuello. Desvió la mirada con náuseas y temor, ¿quién o quiénes pudieron haber hecho tal cosa? ¿Por qué estaría Vanitas soñando esto?

El llanto volvió a escucharse, ahora se escuchaba más cerca. Tambaleando, se acercó a la fuente del sonido. Casi se cae de rodillas al llegar y ver a un niño muy parecido a su amigo, arrodillado frente al cuerpo inerte de un hombre apuñalado varías veces en distintas partes del cuerpo. Sus manos tapaban su rostro, unas lagrimas gruesas y abundantes salían del espacio entre sus dedos. Detrás de él, varias sombras se mecían y murmuraban cosas como "Es tú culpa", "Fuiste egoísta", "Debiste ser tú" y "Nadie vendrá".