Algo que sería mejor olvidar.

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N/A:
Lamento la demora, pero he estado súper ocupada en el trabajo. Y como no he terminado el siguiente capítulo, hice este mini capítulo con un poco del pasado de Vanitas. ¡Espero no sufran mucho! Yo si sufrí haciendo este capítulo 🥺

Advertencia:
Tocare temas sensibles como el suicidio, el abuso físico y la manipulación emocional.

Parte 7.5:
Algo que sería mejor olvidar.

No es de extrañar que el sueño le invadiera mientras iba en el autobús hacia la facultad de ciencias, menos sabiendo lo poco que había dormido últimamente por sus exámenes

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No es de extrañar que el sueño le invadiera mientras iba en el autobús hacia la facultad de ciencias, menos sabiendo lo poco que había dormido últimamente por sus exámenes. Dió un vistazo rápido al pequeño mapa de la parada donde estaban, aún faltaban 10 min antes de llegar, así que decidió que solo descansaría sus ojos un momento.

Cerró los ojos, y repentinamente el ruido urbano era diferente. En vez de escuchar el tránsito y conversaciones ajenas, habían voces y otros sonidos indistinguibles en la lejanía. Pasos iban y venían, escuchaba voces infantiles, y llanto a lo lejos. Era extrañamente familiar.

Al abrir los ojos, se encontró entre esas cuatro paredes de un blanco inmaculado. A diferencia de los otros días, habían algunos dibujos mal coloreados pegados en la pared frente a la camilla, un dibujo nuevo le llamó la atención. Las enfermeras se habían cansado de quitarlos después de cada visita del niño de blanco cabello. Enfocó la vista para tratar de descifrar que había dibujado esta vez.

Según las pocas características entendibles, eran Mikhaïl y Luna en un bosque. Seguramente donde ambos habitaban. Luna poseía una pequeña cabaña cerca de un bosque bastante concurrido por gente que sale a hacer algún actividad deportiva. En el dibujo, Mikhaïl estaba sobre una rama de un árbol y Luna abajo con una mueca triste o preocupada.

Haciendo memoria, Mikhaïl le había contado en su última visita que había escalado un árbol sin permiso de Luna, y se había quedado en una de las ramas por una hora puesto que le dio vértigo la altura al voltear a ver a Luna. Luna sin saber que hacer entro en pánico, y al final unos deportistas que casualmente pasaron por ahí lo ayudaron a bajar. Se rió con levedad al imaginarse la rara escena.

Su mirada viajó a la ventana, un pequeño parque lleno de niños y enfermeras fue lo que encontró. En aquel lugar pensaban que permitirles a los niños jugar ayudaría a mejorar su estado mental. Podía contar con una sola mano las veces que había salido al parque, y aún así le sobrarían dedos. Si esa era su táctica para hacer que se recuperara, podía asegurarles que no estaba funcionando para nada. Al principio intentaba fugarse, y se escondía en uno de los toboganes, rogándole a los otros niños que no lo delataran. Claro que algunos se creían ayudantes de la justicia o algo parecido, y a los 10 minutos ya se encontraba de regreso en su jaula blanquecina. Después de un tiempo fue perdiendo la motivación para fugarse, o más bien temia pagar las consecuencias, y prefirió dedicarse a observar por la ventana.

Café Lune | Vanoé/NoevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora