Un día lluvioso, Noé entro al café buscando resguardarse de la tormenta. Desde aquel momento, ese se convertiría en su café favorito de todo Paris.
#6 en Noearchiviste 15/11/21
#33 en Vanitasnocarte 15/11/21
#27 en Vanitasnocarte 22/11/21
#18 en Van...
N/A: Este capítulo iba a estar dividido en dos inicialmente, pero no los quería dejar como a la mitad. Así que esta parte me quedo un poco más larga de lo normal... A parte, no me he recuperado del todo de mi tendonitis, así que escribí casi todo el capítulo con el auto-dictado... Tuve que corregir muchos errores (y si hay unos que no vi, perdón, estoy ciega) 😂 Abajo les pondré un ejemplo de cómo se vería el capítulo sin correcciones. Y... ya. ¡Espero que lo disfruten!
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Parte 7: Retrouvailles*
*Retrouvailles = Rencuentros.
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Puede que a Noé le agradara ir al Arc du Triomphe para hacer sus prácticas junto a sus amigas, pero también le gustaba ir a la universidad. Se enorgullecía de poder decir que era un alumno de la prestigiosa universidad La Sorbonne. Pero no le terminaba de agradar su campus.
No lo malinterpreten, le gustaban las instalaciones nuevas y modernas, incluso le encantaba tener una pequeña área al aire libre y la cafetería a la vuelta del esquina. Pero no le gustaba el sector donde se encontraba, el arrondissement 18 y 19 eran unos de los más peligrosos de París, y Porte de Clignancourt lo era más.
Al principio pensó inocentemente que no le pasaría nada, hasta que el cuarto día de asistir ahí le robaron su teléfono, golpeándolo con la cruda realidad. Recuerda que lloró todo el camino hasta la comisaría más cercana, siendo consolado por su mejor amiga y Amelia -quien estaba cerca de donde se lo robaron-. La chica queriendo ayudarlo lo siguió hasta la policía, y de ahí se hicieron amigos.
Hoy tenía que ir a su campus, puesto que seguía teniendo clases a las que asistir, y trabajos que presentar. Así que se levantó bastante temprano para no llegar tarde, siempre salía con tiempo porque sabía que se iba a perder en la Gare al menos ocho minutos, aparte de los extensos 40 minutos de viaje. Acostumbraba ir charlando con Domi o Amelia los días que sus horarios coincidían, sino siempre llevaba sus audífonos wireless y un libro. Y como era muy extraño coincidir en el metro por las mañanas, se lograba terminar sus libros en una semana y media.
