»día dos.

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»Camile

—¿Tom tiene sobrinos? —pregunta mi mamá con sorpresa y Tamara y yo asentimos. Una sonrisa se instala rápidamente en el rostro de mi hermana.

—Es un chico, su nombre es Luke —comenta con emoción y papá la mira con curiosidad.

—Debió de haberte caído bien si estás tan emocionada —le dice y las mejillas de mi hermana se tornan color rosa provocando que yo no pueda evitar reír.

—¿Y qué hay de ti Cami? —Inquiere mamá y la miro sin entender su pregunta, ella bebe de su vaso de jugo y ríe al ver mi extrañez. —Me refiero a Luke, ¿cómo te cayó el chico? ¿es de la edad de tu hermana?

—Oh —digo y termino de masticar mi pan tostado antes de responder. Todos en la mesa me miran y me remuevo incómoda. —Es prácticamente de mi edad, un año mayor o algo así —murmuro y me encojo de hombros. —Ayer no hablé mucho con él pero me agradó, parece buena persona y creo que será divertido tenerlo aquí estos días, no tengo mucho qué hacer sola cuando venimos aquí.

Mis padres asienten y de pronto una sonrisa enorme aparece en el rostro de mi papá, ahora es a él a quien todos miramos con curiosidad. Él ríe.

—¿Qué sucede? —le pregunta mamá.

—En un rato iré a ofrecerle una cerveza a ese chico —comenta y casi me ahogo con mi comida.

Papá no es ningún borracho, de hecho pocas veces toma porque su trabajo en Estados Unidos requiere de seriedad pero cuando venimos a México siempre dice que merece beber una buena cerveza mexicana para mitigar "el calor".

—¡Manuel! —grita mi mamá sorprendida y todos reímos. —Tiene la edad de tu hija, no puedes ir a darle alcohol.

—No seas dramática Paulina, aquí en México ya son legales para consumir bebidas alcohólicas, además él es australiano y a los australianos les gusta la cerveza, ¿no has visto nunca a Tom tomado? Su tío siempre puede amanecer bebiendo sin ningún problema, está en sus genes.

Niego con la cabeza mientras río y me levanto de la mesa levantando mi plato y mi vaso para llevarlo al lavaplatos. Mi hermana imita mi acción y agradece a mis padres por el desayuno y sube las escaleras corriendo para después desaparecer en su habitación a leer algún libro, probablemente.

—¿Qué harás hoy? —Me pregunta mamá y me encojo de hombros mientras muerdo mi labio. —Iré a ver a Luke, supongo que estará igual de aburrido que yo, sumando que no conoce el lugar y probablemente le dé un tour.

—Dale la bienvenida de nuestra parte —dice papá y yo asiento antes de salir de la casa con rumbo a donde Tom ha vivido por años.

No es una casa muy grande, pero es linda. La mayoría de las casas aquí en Montepío son muy sencillas y humildes porque aquí no vive gente rica, puede que Tom sea el único residente de este lugar con un título universitario. Mis padres son personas estudiadas, pero ellos no viven aquí, solamente venimos por vacaciones porque es una playa linda y sin muchos vacacionistas.

Sin embargo, a pesar de que Tom vive solo mantiene su hogar limpio y cuidado.

Como no hay timbre, toco la puerta un par de veces y entonces Tom aparece y me regala una enorme sonrisa.

—¡Camile, qué gusto verte! —dice feliz y me atrae a sus brazos.

Él siempre se ha llevado bien con mi familia y lo conozco desde que tengo seis años, prácticamente es como un tío para mí también porque me ha visto crecer durante todo este tiempo.

—Lo mismo digo —respondo sonriente. —Ha sido un año largo pero aquí estamos de nuevo, ¿cómo estás?

—Excelente, ¿qué cuenta tu familia?

14 días  »Luke Hemmings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora