Acción inesperada parte ll

7.4K 444 36
                                    

Marcos Ricci

Me encuentro encerrado en un calabozo oscuro, el olor que desprende el lugar me produce náuseas, desesperado pateo los barrotes de metal queriendo derribarlos, no sé en qué momento volví a ser capturado

Figuras sin rostros comienzan a salir desde diferentes ángulos, señalándome con burla, la rabia invade cada partícula de mi ser.

Pierdo el control comenzando a estrellar los puños contra el metal sin importar que me destroce los nudillos.

Me detengo cuando una voz familia pronuncia mi nombre a lo lejos e intento identificar de quien se trata

El pinchazo de dolor en mi mejilla me hace abrir los ojos abruptamente, descubro que todo formaba parte de una pesadilla, menos la cachetada que me acaba de lanzar la chiquilla atrevida

 —¿Te has vuelto loca, mujer del demonio? —gruño sobando el área donde me ha golpeado

—Estabas delirando por la fiebre. Comenzaste a lanzar golpes al aire y no encontré otra manera de hacerte reaccionar —Explica apresuradamente

Miro mi cuerpo sudoroso notando que estoy semidesnudo, no recuerdo haberme quitado la ropa, tampoco el momento en que llegue a este lugar

—Pescaste un resfriado, ten. —me entrega un antipirético con un vaso de agua —. Esto te bajará la fiebre 

—¿Cuándo llegue aquí? —inquiero buscando respuestas

—Anoche 

—¿Alguien me trajo?

—No lo sé, apareciste en mi puerta vuelto pedo y perdiste el conocimiento apenas entraste

No recuerdo nada de eso, si perdí el conocimiento apenas llegue, eso quiere decir que..

—¿Tú me desnudaste? —interrogo con mi mirada inquisidora

Ella se congela en el acto, no esperaba esa pregunta, el que sus mejillas se pongan rojas y aparte la mirada me da la respuesta que busco

—¿Por qué me desnudaste? —cuestiono sintiendo curiosidad

—Te veías muy incómodo, yo solo quise ayudar 

—Acaso eres una pervertida —la acuso

—Noo. No lo soy, yo.. —se queda sin palabras

—¿Viste algo más aparte de mi torso y piernas descubierta? —señalo solo para fastidiarla

—Nunca me aprovecharía de alguien inconsciente, no soy una pervertida —argumenta nerviosa —, mi intención era que te sintieras más cómodo y lo del beso..

—¿Cuál beso? 

—b-bueno. Tú me besaste. 

—¿Qué yo hice qué? —no sé de qué habla

—Me besaste —repite —. Mientras intentaba quitarte la ropa, despertaste y me confundiste con una tal Camile 

Escuchar ese nombre me comprime el pecho, duele exactamente en el mismo lugar donde ella me disparo años atrás, recordarla es mi peor tortura, quisiera arrancarme el cerebro para sacármela de la cabeza

—¿Quién es Camile? —pregunta la chiquilla entrometida

—Ese no es asusto tuyo —increpo tomándola del cuello —. No vuelvas a mencionar ese maldito nombre en mi presencia, entendido —la sacudo para que me dé una respuesta e intenta afirmar, pero no lo consigue por la presión que estoy ejerciendo

Su rostro se pone morado y la suelto antes de que pierda en conocimiento, tose tomando aire desesperada, con esto dudo que quiera meterse otra vez donde no la llaman

En Tus Garras [Editando]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora