En Tus Garras [Editando]✓

Complicidad

Han pasado cuatro días y continúa llegando mensajes insistentes del número desconocido. El tipo se ha vuelto más intenso al no ver salir a la pelinegra con frecuencia, opte por no mostrarle los textos, aunque ya me estoy aburriendo de esta situación.

Ella es una estúpida por no aceptar mi consejo

Me burlo pensando en la pésima suerte que tiene, es la rehén de un demente como yo y para colmo un degenerado está obsesionado con ella

Leo pausadamente el nuevo mensaje que acaba de llegar, desagradándome el contenido

Anoche te pensé tanto que apareciste en mis sueños, deseo verte y hacerte el amor como en mi sueño, mi diosa.

9:30 am

Resoplo fastidiado por la insistencia de este cretino, no sé por qué, el que se siente acosado soy yo, ahora entiendo lo molesto que es que te hostiguen.

Busco el teléfono que me dio Dimitri y lo llamo aprovechando que la chiquilla se está aseando, llevo días sin saber de él y su silencio me perturba.

—Señor… —responde ansioso

—Dame buenas noticias, Dimitri —exijo

—No sé si sea buena noticia que el Don de la siciliana haya aceptado reunirse con usted —manifiesta —. Veo esto demasiado sospechoso, quizás sea una trampa

—¿Para cuándo pauto la reunión? —ignoro su advertencia

—No está en Italia en estos momentos, su consigliere quedo en llamarme a su regreso —detalla

—¿Qué hay con lo demás?

—Estoy reclutando nuevos mercenarios, sicarios y peleadores, adquirí varios jets para trasladar a nuestra gente, solo deme una semana más para tener todo listo

—Está bien, necesito que te reúnas con mi madre para que te entregue la documentación falsa que tiene para mí, le haré saber que vas de mi parte

—Como ordene, señor.

—Una cosa más

—Dígame

—Te enviaré un número de contacto, averigua a quien pertenece, quiero un informe detallado —enfatizo

—¿Algún enemigo sospechoso? —pregunta cauteloso

—Solo averigua y enviarme la información cuanto antes, Dimitri.

—Sí, señor, me pondré a investigar de inmediato ¿desea algo más?

—No, es todo. —murmuro cortando la llamada

No quería meter mis narices, pero en el momento que me sentí acosado por la fastidiosa insistencia del tipo, se hizo personal, hace mucho no juego al cazador, esta emoción repentina me incita a sacar el personaje oscuro y sádico que vive dentro de mi

La pelinegra sale de su habitación vistiendo un vestido veraniego que llega a mitad de sus muslos, dándome un espectáculo con sus largas piernas blancas como la nieve

Arrugo mi entrecejo al percatarme que lleva maquillaje, se ve un poco más madura y llamativa, no entiendo para qué se maquilla si no puede salir

—! Desayunemos! —me llama entrando en la cocina

Coloca dos platos, vasos y cubiertos en la encimera, sirve las waffles con frutas que pidió a domicilio y toma asiento

Me levanto persuadido por el olor de la comida, ubicándome a su lado, tomo una porción de waffle y degusto clavando mi vista en el samoyedo que corretea ansioso de un lado para el otro como si algo lo inquietara