{Romina}Me subí al auto conteniendo las lágrimas pero mi cara lo decía todo. Saludé a mis papás como pude y me quedé en silencio.
-¿Qué le dijiste?- me preguntó Alma una vez que se sentó a mi lado y yo comencé a llorar.
-Que no podemos estar juntos- le dije entre lágrimas.
-No, Romi no hagas esto, están sufriendo los dos- me agarró la mano, yo no podía hablar.
-¿Qué pasó chicas?- preguntó mi mamá.
-Pa, frená el auto- le dijo Alma e inmediatamente el auto se detuvo.
-¿Qué haces?- le dije sorprendida, ella me limpió las lágrimas.
-Andá y decile lo que realmente sentís, basta de boludeces, te vas a arrepentir si no lo haces.
-Pero voy a arruinarle toda la vida Alma- aún tenía la voz quebrada y me costaba modular.
-Deja de decir estupideces, sos lo mejor que tiene en su vida Ro, te lo puedo asegurar que es así- me quedé en silencio viéndola, pensando, mi corazón decia que corra hacia él pero mi cerebro me decía lo contrario - ¡Dale, andá!- me empujó obligándome a salir.
Salí del auto y miré hacia la entrada, habían como dos cuadras de distancia, luego miré a Alma y ella me hizo señas de que vaya. No lo dudé más y me fui corriendo hacia él. Sabía que si lo seguía pensando no lo haría, pero a la mierda todo, Thiago Espíndola era el amor de mi vida, no podía irme así.{Thiago}
Estábamos entrando nuevamente al barrio cuando sentí pasos de alguien corriendo atrás mío, pensé que era un ladrón por lo que me di vuelta asustado y la vi, si, era ella, había vuelto.
Me agarró con ambas manos en mi cuello y me besó con fuerza, no me dió tiempo ni siquiera a verla bien. Nos besamos un rato largo hasta que nos quedamos sin aire y tuvimos que separarnos.
-Perdón pero no puedo- me dijo aún con nuestras narices pegadas y las respiraciones aceleradas.
-¿Perdón? Pensé que no te iba a ver nunca más, gracias.
-Te amo muchísimo Thiago, no puedo seguir negándolo-.
-No lo niegues más por favor- le sonreí y la volví a besar tomándola de la cara suavemente -Espero que no sea un adiós esto- le dije al separarnos y ella rió.
-Esperemos que no.
-¡TE AMO, TE AMO, TE AMOO!- la alcé y empecé a dar vueltas mientras gritaba, sus piernas volaban con el aire como si fuera una nena de 5 años.
-¡PARA QUE ME VAS A MATAR!- la bajé aún riendo, no podía quitar la sonrisa de mi boca, era tan preciosa, su pelo rubio había quedado despeinado e intentaba acomodárselo.
-Vos casi me matas, no me hagas nunca más esto, ¿Si?- coloqué algunos de los mechones detrás de su oreja para ayudarla, ella me miró a los ojos con una sonrisa de oreja a oreja que me llegó hasta el alma.
-Nunca más te voy a dejar ir Thiago Espíndola- me dijo antes de darme otro beso, esta vez más tierno.{Romina}
-¿Tenés que volver?- me preguntó Thiago, yo saqué el celular de mi bolsillo trasero y llamé a Alma.
{Llamada}
Romi -Eu, estoy acá ya-
Alma -¡¿VOLVIERON?!- gritó tanto que me aturdió
Romi -Si pero no grites, ¿Les podes decir a mamá y papá que me quedo?-
Alma -Mhm- me reí.
Romi -¡Dale!-
Esperé unos segundos, escuchaba de fondo las voces de mis padres, hasta que por fin respondió.
Alma -Listo, ¿Mañana volves?- miré a Thiago en busca de respuestas y él me negó con la cabeza, haciéndome reír.
Romi -Mañana les aviso, los amo, chauu-
Corté y guardé el celular nuevamente.-Bueno yo creo que me tengo que ir yendo- dijo Agustín pateando piedras invisibles, nosotros nos reímos mientras Thiago pasó su brazo por encima de mis hombros para abrazarme.
-Te podes quedar si querés, yo no tengo problema- le dije pero el que me estaba abrazando me miró serio -¡Ey! Es tu amigo- lo reté entre risas.
-Hermano- lo miró ahora a él y le guiñó el ojo, yo me seguía riendo, no podía creer que lo estuviera echando así.
-¡Bueno ya me voy!- gritó Agustín levantando las manos. Sacó la llave del auto de su bolsillo y se dirigió hasta este -¡Mañana los veo!- nos saludó con la mano y lo vimos irse en el auto.
Nosotros entramos y caminamos abrazados hasta su casa.{Thiago}
Al llegar, Romi se recostó en el sillón y yo me senté al lado.
-En estos días va a salir la nueva canción, que era para vos, la escribí en Estados Unidos- le dije acariciando su muslo.
-¿En serio? Sos lo mejor que tengo nene - me agarró los cachetes como si fuera una nana a su nieto favorito
-¿Sabés que estaba pensando?- dijo repentinamente.
-¿En qué pensabas?- me encantaba mirarla mientras hablaba, me transmitía mucha paz y me hacia olvidarme de todo. Ni hablar de mi sonrisa y cara de boludo que tenía cuando la miraba, no podía evitarlo.
-En que los vecinos están bastante lejos de tu casa...- se empezó a acercar con cara pícara, ya sabía lo que se venía -No tenemos que escondernos ni callarnos por Valentina...- me acarició las piernas -Ni por Agus... ni por Alma- se sentó arriba mío, con sus piernas a los lados de las mías -Tenemos TODA la casa para nosotros- enfatizó en la palabra "toda".
Comenzó a jugar con mi pelo y yo la tomé de la cintura admirando la mujer que tenía, no podía sentirme más privilegiado.
-Nunca te vi tan...- deslicé mis dedos por todo el borde de su short, sin levantar la mirada.
-¿Tan qué?- pude ver que me miraba desafiándome, por lo que levanté la vista hacia su boca y mordí mi labio inferior, para luego pegar más nuestros cuerpos.
-No, no, no- dijo de pronto y se levantó.
-¿Qué?- la miré confundido, pero si sabía lo que estaba haciendo y no le iba a salir barato -Vení acá- intenté obligarla, pero ella no era como todas, me iba a desafiar hasta la muerte si quería.
-Shh tenés toda la noche mi cielo- se fue caminando hacia la cocina, dejándome más duro que una piedra. Ya se la iba a devolver.
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Forbidden Love
Teen FictionRomi Fernández, una joven de 18 años recién egresada de la escuela secundaria comienza a tener una extraña relación con el famoso Thiago Espíndola, cantante famoso y amado por todas. Las hormonas, parejas, prensa y noticias no le van a hacer una bue...