Capítulo 28 -Raros

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[Semanas después]

{Narrador}
Thiago viajó a Estados Unidos junto con Agustín y Valentina, estuvieron realizando shows y componiendo canciones como si todo estaría bien. Al menos eso parecía por fuera.

{Thiago}
-Mirá lo que tengo- arrojé unas hojas sobre la mesa en donde estaba Agustín y tomé asiento a su lado.
-Canciones nuevas?- me miró intercalando miradas entre los papeles y yo. Asentí con la cabeza -No conozco a otra persona que escriba canciones tan rápido como vos- reí
-Bueno dicen que las canciones tristes son más motivadoras y yo tengo muchas para contar...-
-Pasó algo con Valen?-
-Si...- miré para abajo y luego me di cuenta de que no se trataba de ella -Ee digo no, con ella no-
-No entiendo...- me miró intentando recordar unos segundos hasta que su cara se iluminó con una sonrisa -Aah! Roni?!- gritó.
Solté una risa baja, al menos le erró en una sola letra.
-Romi...- lo corregí
-Ah si, eso ¿Qué pasó con ella? Por lo que leo algo malo...-
-Si, bueno- hice un pequeño silencio, no estaba listo para contar -Larga historia ¿Están buenas o son muy obvias?-
-Están increíbles amigo- los dos nos reímos -Cuál tenés pensado sacar primero?-
-Mmm tenía pensado sacar esta en insta, como indirecta ¿Qué te parece?- levanté una de las hojas para que la vea mejor.
-Me encanta la idea. Si no se da cuenta que es para ella no es la indicada- me dió unas palmadas en el hombro.
-Esperemos que sea así-

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-¡Valen!- me crucé con Valentina en el pasillo del hotel.
Teníamos cuartos juntos pero yo estaba prácticamente todo el tiempo en el de Agustín, no me sentía cómodo compartiendo tanto tiempo a solas con ella.
-¿Si?- levantó la mirada del celular y me observó con una ceja levantada.
-Necesitamos hablar- la tomé de la mano y nos metí dentro de la habitación.
-¿Qué pasa?- estaba algo desconcertada por mi actitud.
La verdad es que ni yo sabía que estaba haciendo, simplemente me salió de adentro, no podía aguantarlo más.
-Nosotros... quiero que terminemos- si, así de golpe, las cosas se van de frente, no quería mentir más.
-¡¿Qué?!- su grito no fue de tristeza, sino más bien de shock, debo admitir que era algo extraña la situación hasta para mi.
-Si... o sea yo...-
-¿Te estás cojiendo a otra?-
-¿Qué?- wow, eso sí no me lo esperaba. Mi estómago dió un vuelco -No, no, para nada-
-¿Y por qué querés terminar entonces?¿Ya no te gusto?-
-Exacto, yo ya no siento lo mismo- ella comenzó a llorar
-¿Cómo podes ser tan seco? ¿No te duele?- dijo con una mezcla de furia y tristeza en su voz, algo me hizo volver a tierra y por un segundo sentí mis ojos húmedos. Si que estaba siendo muy frio, recuerdo cuando me dijeron lo mismo y duele mucho -Perdón...- sujeté sus manos entre las mías, protegiéndolas
-No te entiendo- su voz se quebraba
-Valen yo te amo, me hiciste pasar momentos hermosos, no me arrepiento de nada lo juro. Pero algo en mi cambió, no siento lo mismo, no soy el mismo, y no quiero seguir lastimándote.-
-¿Seguir?- se alejó -¿Sabes qué? No te creo nada, me estás usando nomás- limpió sus lágrimas y caminó hacia la puerta pero la tomé del brazo para que no se vaya.
-No quiero que terminemos así, enserio, podemos hablarlo-
-Bueno ya es tarde, no te quiero ver más- tiró fuerte para soltarse, salió y me cerró la puerta en la cara cuando intenté seguirla.
-Me recibo de pelotudo- me senté en el borde de la cama frustrado.
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{Romina}
En estas dos semanas regresé con Matías, era raro pero trataba de enfocarme en él y olvidarme de Thiago.
Me daba muchisima intriga lo que hacía y subía ya que no podía verlo, por suerte Alma me hacía la segunda y siempre me contaba todo lo que se enteraba.

-¿Cómo dormiste belleza?- llegó Mati con una bandeja de desayuno en la mano y se sentó a un costado mío en la cama
-Oww que romántico- dejé un beso tierno sobre sus labios
-Si, si, que romántico ¡Pero yo también duermo acá che!- gritó Alma desde la otra punta de la pieza, en su cama.
-Tengo un chocolate para vos- le dijo Matt y le alcanzó una barrita de chocolate
-¡Ese es mi cuña!- gritó y me miró insinuando lo que todos sabemos, rodé los ojos.
-¿Quién más sino?- le dije desafiandola
-Yo se quien...- mordió el chocolate y sonrió con la mirada fija en mi
-Agh, me estresa esta piba- me levanté y caminé hacia el baño. Alma rió y Mati se quedó confundido en mi cama.

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