Nos quedamos un rato charlando y tomando algo entre todos y luego cada uno tomó su camino de regreso.
Mati me invitó a su departamento a pasar la tarde -él ya tenía su propio departamento hacia unos meses y siempre nos veíamos allí-, yo acepté ya que no tenía nada que hacer así que nos fuimos los dos en su auto.
Llegamos a las 18:00hs, les mandé un mensaje a mis padres que no llegaba a comer porque ya era tarde. Pedimos una pizza y él sacó unas latitas de cerveza que tenía en la heladera para luego sentarse en el sillón junto a mi.
El departamento de Mati no era muy grande, un monoambiente donde estaba el living -el sillón y un televisor relativamente simple, tamaño mediano-, junto con la cocina. Tenía un baño simple y al lado una habitación. No era la gran cosa pero si yo hubiera tenido la oportunidad también me hubiera mudado, es uno de mis planes a futuro.
-Toma- me dice y me acerca una lata
-No, gracias-
-¿No? Daale una, no te hace nada. Ni manejas- me insistió
-Bueno está bien- le sonrío y acepto la cerveza. Tomé un trago e instintivamente mi cara hizo una mueca pero al rato el gusto mejoró -Está buena- levanté la cejas
-Viste, son riquísimas - se acerca más y toma un trago -hace mucho que no te veía- me dice tiernamente a centímetros de mi cara
-Si...- tozo nerviosa y me corro un poco para atrás, dejo la cerveza en el piso
-Ey ¿Qué pasa?- me miró extrañado
-Nada ¿Por?-
-Estás re cortante-
-No, no pasa nada en serio- disimulé
-Bueno, mejor así- dejó la lata y me sonrió, luego se acercó un poco más a mi y sujetó mi pera con su mano, chocando nuestras narices. Sujeté su cuello y comenzamos a besarnos intensamente mientras nuestros cuerpos se acercaban cada vez más.
Se fue poniendo cada vez más fuerte, él sujetaba mi cintura pegándome contra su cuerpo y de a poco fue inclinándose sobre mi.
Yo estaba un poco nerviosa, nunca había tenido relaciones, si, tenía novio hace 2 años pero aún no habíamos tenido sexo, es mi culpa realmente, porque siempre me dió inseguridad y quería estar completamente lista para ese momento.
Me recostó en el sillón y se frenó unos segundos para mirarme. Se inclinó nuevamente sobre mi y comenzó a besarme el cuello lentamente, haciendo que mi respiración, al igual que mi corazón, se aceleren. Fue subiendo los besos por mi mejilla pero lo detuvo el timbre de la puerta.
-Emm andá... Andá a abrir...- le digo nerviosa y levantándome un poco
-Debe ser el delivery- me dice un poco enojado y se para. Efectivamente era el delivery que traía la pizza.
-Bueno ¿Comemos?- trajo la pizza y se sentó a mi lado de nuevo
-Si...- le dije aún incómoda. Me había dejado un poco descolocada lo que sucedió.
Comimos y charlamos bastante mientras nos reíamos. Cuando terminamos de cenar ya estaba completamente oscuro, miré el reloj y eran las 22:30. A veces me quedaba a dormir con Mati, mis padres me dejaban, pero me recalcaban siempre que debía avisar antes -obviamente no avisé que me quedaba porque pensaba volver, tarde, pero iba a dormir en casa-
-¿Querés que veamos una peli?- me dijo Matt secándose las manos al terminar de lavar los platos, yo me quedo shockeada.
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Forbidden Love
Teen FictionRomi Fernández, una joven de 18 años recién egresada de la escuela secundaria comienza a tener una extraña relación con el famoso Thiago Espíndola, cantante famoso y amado por todas. Las hormonas, parejas, prensa y noticias no le van a hacer una bue...