『IX』

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【Septiembre 16, 2009】

—Eres realmente bueno tomando fotos, Mitsuya. —comentó mientras observaba las fotos que el beta le había dado, estaba contento de poder tenerlas; deseaba poder enseñarselas a su abuelo también.

—Tuve que practicar bastante para aprender a usar la cámara. —por su parte el beta se dedicaba a cocinar, apenas llegó el omega le pidió que le cocinara panqueques, sabía que no podía negarse o el rubio haría un berrinche sobre ello, pero tampoco es que le molestase cocinar para él.

—No me di cuenta de cuando tomaste esta. —sabía que había tomado bastantes fotos cuando estaba distraído, pero siempre escuchaba el click que emitía la cámara, y aún así de esa no tenía conocimiento. Probablemente era la foto en la que se veía más natural, estaba sentado sobre el sillón de su habitación con una mano sobre su vientre; recordaba que en ese momento el bebé le había pateado, por acto reflejo siempre llevaba una de sus manos al lugar donde sentía el movimiento, Mitsuya se lo había comentado un par de veces y por ello se dio cuenta de la acción que hacía de forma inconsciente; pero nunca se había dado cuenta de la sonrisa que se formaba en sus labios, no se veía fingida, sonreía genuinamente. Le había gustado bastante esa foto, probablemente era su favorita.

— ¿En la que tomé cuando el bebé pateó? No me extraña que no te dieras cuenta, te desconectas del mundo cuando eso pasa. —lo sabía, pero no pensó que fuera tan notorio. Su vista se centró en el plato que el beta colocó frente a él y sus ojos se llenaron de brillo. Se colocó de pie dispuesto a ir a la alacena.

— ¿Hay salsa de soja? —cuestionó mientras rebuscaba en las botellas que encontraba.

—Ya decía yo que era extraño que no tuvieras antojos extraños. —le dijo mientras se sentaba a la mesa para poder comer con él.

—Quiero comerlo muchísimo desde ayer en la noche, pero no sé porqué, hasta el momento solo habían sido cosas que podía encontrar en mis cajas de dulces; no lo como en exceso, por supuesto. —mejor aclarar, el beta le había dicho que podía comer de todo, pero debía ser moderado, por supuesto cualquier cosa que llevase cafeína estaba prohibida.

—Sí, de todos modos es bueno que comas lo que se te antoje. —los ojos lavandas observaron al omega en todo momento hasta que volvió a sentarse en la silla luego de obtener la salsa que buscaba.

— ¿Es malo no hacerlo? —no se había restringido ninguna clase de comida y siempre que quería algo podría pedírselo al beta o a su abuelo y harían todo lo posible por consentirlo, pero no pensaba que no cumplirlo fuera algo malo.

—No es que sea malo, pero genera ansiedad y estrés el no poder comer algo que desean con desesperación; si se puede cumplir el antojo entonces es muchisimo mejor, por lo menos todo lo que has querido es comida, mi mamá cuenta que embarazada de mí tuvo muchas ganas de comer tierra. —el rubio arrugó la nariz ante la idea.

—Por cierto, Mitsuya, ¿es normal que me duela el vientre en ocasiones? —había pasado en algunas ocasiones esa semana, de la nada tenía calambres que, si bien no le dolían, eran incómodos y se extendían por algunos segundos.

— ¿Qué clase de dolor? —le tranquilizó verlo tan calmado, le hizo pensar que no era algo malo y lo relajo bastante.

—Es por la zona baja, no es que me duela, es como un calambre, pero es molesto.

— ¿Solo en la zona baja? ¿No viene desde otro lugar? —el omega negó y repitió nuevamente que era en la zona inferior de su vientre. —Probablemente sean contracciones falsas. Por lo general se dan en el tercer trimestre, a veces en el segundo, es solo tu útero preparándose para dar a luz. Están bastante separadas y la duración y el dolor no aumentan, ¿verdad? —recibió un asentimiento por parte del más bajo. —Entonces no es algo de lo que debas preocuparte, es completamente normal. —suspiró aliviado, realmente le sorprendía como sabía tanto del tema incluso siendo un beta, pero fuera como fuera agradecía que siempre calmara y aclarara sus dudas.

I'm not her [Drakey/omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora