『XVII』

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【Octubre 15, 2009】

—Impresionantes ojeras, Mitsuya. —comentó el omega al ver al beta entrar a su habitación. Sabía que estaba en medio de un proyecto importante por lo que no lo vio por varios días-

—No he dormido mucho, pero termine el vestido. —respondió mientras avanzaba más en el cuarto, hasta llegar al sillón y acostarse ahí. Tenía sueño y mucho cansancio, pero el omega le comentó por teléfono que quería hablar de algo importante con él si tenía tiempo. — ¿Qué querías decirme?

—Directo al grano, me gusta. —se acomodó mejor en la cama. —Hablé con Kenchin, sobre todo. —el beta se sentó para verlo mejor.

—Te escucho.

—Chismoso como siempre. —le contó. Lo que habló con Takemichi, por qué había tomado la decisión de hablarle, lo mucho que lloró, lo que habló con el alfa, lo que este le contó de no estar enamorado de su hermana, que comenzaría a ir al psicólogo. —Decidimos que nos quedaremos a la niña, por lo menos darnos la oportunidad de criarla.

— ¿Y ya la viste? —el omega asintió con una sonrisa en su rostro.

—Es pequeña, tiene el cabello negro, sus ojos son del mismo color. Es realmente preciosa, Mitsuya. Estoy deseando que la conozcas apenas pueda dejar el hospital. —el beta sabía que tendría esa reacción. Solo bastaba con verlo durante su embarazo para darse cuenta de lo mucho que amaba a su hija. Es por eso que se había enojado tanto con el alfa, le gritaba cosas que no tenían sentido al omega. Ahora que lo pensaba, aun no se arreglaba con quien compartía tatuaje.

— ¿Y Draken y tú están en una relación? —el omega negó con la cabeza.

—Primero quiero mejorar un poco y luego ver si está la posibilidad de ser algo. Kenchin y yo estamos mejorando la relación, es como si nunca hubiéramos peleado, pero de igual forma siempre están presentes mis dudas de si realmente es verdad lo que me dijo, hay veces que todo se ve tan perfecto que siento que solo es una mentira para manipularme y que no diera en adopción a mi hija, pero sé que todos son solo malos pensamientos míos. No quiero hacer sufrir a Kenchin por mi inseguridad o mis dudas. Tampoco se me ha quitado la idea de que estoy viviendo la vida de Emma. —en resumen, pocos avances.

—Mientras se lleven bien no debe haber problema, ¿no? —el beta trató de relajarlo, no quería que tuviera malos pensamientos. —Sé lo mucho que amas a la bebé, debes estar feliz, ¿no es así? —el rubio sonrió y asintió. —Me alegro mucho por ti, Mikey.

—Gracias, Mitsuya, por ser quien me apoyo más que nadie en todo esto.

—Para eso están los amigos. —estaba seguro de que el omega hubiera hecho lo mismo si fuera el caso contrario.

【Octubre 17, 2009】

—No sé hacer trenzas. —el alfa se había quedado a dormir en la casa del omega después de pasar toda la noche reemplazando una parte de la motocicleta de su mejor amigo. Querían irse temprano ese día al hospital ya que en la tarde irían a dejar la cuna a la casa donde viviría su hija y querían comenzar a tener todo listo para cuando fuera capaz de abandonar el hospital. Entre todo lo que hacían mientras se alistaban, el omega se ofreció a peinarlo, solo como una excusa para poder tener mejor sus feromonas.

—No sabes ni peinarte tú mismo. —respondió mientras él mismo se comenzaba a trenzar el cabello, el omega le dio un golpe en el tatuaje.

—Sé peinarme yo solo. —se sentó a su lado, indignado por la respuesta. —Kenchin, ¿nunca has pensado en cambiar de peinado? —aunque la verdad es que ni él lo había hecho.

I'm not her [Drakey/omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora