I'm not her [Drakey/omegaverse]

『XIX』

Lamento el retraso, tenía exámenes, pero creo que estoy libre de eso como por seis u ocho semanas o algo así.

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【Octubre 19, 2009】

—Kenchin, estaba pensando... —su mejor amigo había hecho el favor de llevarlo a casa ya que había decidido ir a pie en la tarde. —Nosotros no estamos ni cerca de saber cómo cuidar un bebé.

— ¿Te estás echando para atrás? —cuestionó el alfa mientras bajaba de la motocicleta.

—No, idiota. Lo digo por el lado de que Emma puede ser dada de alta en cualquier momento y no sabemos cómo cuidarla. No sé cómo se carga un bebé, ni cómo se alimenta, mucho menos cambiarle un pañal, hay que bañarlos, dormirlos; no sé hacer nada de eso, dudo que tú sí.

—Sí, la verdad es que no lo había pensado... —lo más cercano en conocimientos era Mitsuya o el abuelo del omega, pero no podían darse el lujo de estar preguntando a cada rato. — ¿Y qué se te ocurre?

—Vi en el hospital sobre algo de un curso de maternidad para omegas, aunque lo ideal hubiera sido tomarlo antes de parir, pero no importa. Consulté y pueden ir tanto futuros padres, los que planean serlo como los que ya lo son. Enseñan cómo alimentar al cachorro, a preparar comida de bebé para cuando crezca, cuidados básicos, clases de parto también. Pensé que tal vez sería buena idea que lo tomemos, por lo menos para tener una mejor idea de cómo cuidar a Emma. —era una sugerencia con algo simple que se le había ocurrido. Se había decidido a criar a su hija, debía hacerlo bien si quería mantenerla con bien a su lado.

—Tú tienes más tiempo libre que yo, averigua sobre ello y me avisas para hablarlo con Inupi. —el omega asintió feliz por ello, esperaba que sintiéndose más preparado pudiera superar más rápido el miedo de hacerle daño a su hija.

【Octubre 20, 2009】

— ¿El fin de semana tú o Hakkai podrían ayudarnos a mover unos muebles? —cuestionó el omega mientras bebía el chocolate caliente que el beta había preparado.

— ¿Muebles? —cuestionó con confusión.

—Kenchin y yo estuvimos limpiando un poco el cuarto que dejaremos para Emma, pero hay cosas que no pudimos hacer porque Kenchin no me deja mover cosas hasta que pase la cuarentena, pueden darla de alta en cualquier momento según la enfermera que se encarga de ella, entonces queremos tener todo listo para cuando salga del hospital.

— ¿Van a ponerle "Emma"? —preguntó el beta con curiosidad al no saber que habían escogido un nombre, el omega solo asintió con una sonrisa melancólica.

—Aun no entiendo de todo el porqué, solo quise ponerle ese nombre de repente y estoy seguro de que no existe un mejor nombre para mi hija, también creo que es una buena forma de recordarla... La extraño muchísimo y comencé a tener un poco más en cuenta sus sentimientos hacia mí, creo que es lo que me motivó mucho más a continuar avanzando para estar mejor, ella solo quería que yo fuera feliz, no quiero poner más excusas para no serlo, aunque puede que me tome algo de tiempo.

—Pensar que hasta hace poco tiempo estabas tan negado a dejarla formar parte de tu vida. —no quería provocarlo o algo por el estilo, solo le sorprendía un poco el cambio tan radical de la noche a la mañana. El omega lo comprendía, no tenía intención alguna de hacerlo enojar, en realidad, estaba de acuerdo con sus palabras. Él también se sorprendía al ver como su vida tuvo un cambio tan enorme de la noche a la mañana, pero estaba bien, estaba seguro de que debía ser así.

—Aún me da miedo... Me aterra no poder darle la vida digna que se merece, pero no quiero pensar de forma negativa. Tengo un trabajo asegurado para más adelante, sé que tendré un futuro con las personas que amo, sé que no voy a estar solo. Incluso si existiera la posibilidad de que Kenchin se echara para atrás, yo no lo haré. Amo a Emma más que a nada en el mundo, no quiero dejarla ir, no podría hacerlo, aunque quisiera. Pensaba que "si la amo debo dejarla ir", pero la amo demasiado como para aceptar algo como eso. Ahora no existe manera de que pueda cambiar de forma de pensar, quiero un futuro junto a ella y lo tendré, sin importar todos los cambios que puedan venir. —porque esa pequeña se había vuelto su tesoro más preciado, su mundo entero, viviría y mejoraría por y para ella, lo tenía decidido.