Capítulo 20: ¿Me extrañaste...?

507 34 8
                                    

El arrebato de Gigante paralizó a todos en la habitación, Gigante hacia rabietas por cualquier cosa…sin embargo ahora realmente parecía afectado.

—dos meses…es menos de lo que me imagine—murmuró Dekisugi mientras se masajeaba las sienes alejando la atención de su amigo corpulento —aún con lo que dijo Sewashi jamás me imagine que no tendríamos tanto tiempo—

Suneo camino hacia la puerta—si realmente solo tenemos dos meses…yo los pasare con mis padres—murmuró mientras habría la puerta solamente para que sea cerrada a la fuerza por Gigante.
—te iras así sin más…—dijo viendo duramente a Suneo—y ustedes a pesar de haberlo visto no harán nada—

Doraemon negó—para evitar que algo suceda primero debemos saber por qué sucedió…hasta ahora lo único que sabemos es lo que vimos…un mal movimiento y en lugar de evitarlo podríamos empeorarlo —

Gigante suspiro—me estas diciendo que lo único que nos queda ahora es esperar—el robot niñera asintió acrecentando la angustia que ya tenía.

Shizuka miró el reloj en su muñeca—son casi las 18:00 p.m. debo volver a casa…que les parece si dejamos que las cosas se enfríen un poco con Nobita y luego le volvemos a preguntar—un gran suspiro colectivo se escucho antes de que asintieran.

Hace 9 meses.

El sonido de risas se escucharon, Sopiha se limpio una pequeña lagrima que se le escapo—me divertí…—murmuró suavemente

Nobita sonrió un tanto aliviado, luego de conocerla por un año y tres meses por fin consiguió el valor para invitarla a una cita y bueno lo último que quería era que se aburriera—me alegro mucho…—murmuró tomando algo de valor para tomarla de la mano —quieres que vayamos a patinar—

Sopiha miró por unos instantes sus manos conectadas antes de asentir con un sonrojo, patinaron durante dos horas la primera hora Sopiha le indico como debería hacerlo (irónicamente una sirena tuvo que enseñarle a patinar) y en la hora restante ambos se divirtieron juntos disfrutando el pequeño descanso que Sam les habia dado.

Sopiha sonrió mientras regresaba al colegio de la mano con Nobita—me divertí mucho—dijo deteniéndose haciendo que Nobita también lo haga—el año y un poco más que pasamos juntos fue maravilloso…realmente me sentí perdida luego de lo que ocurrió con el reino…pero tu me ayudaste—

Nobita se sonrojo enormemente—…pero… pero si no hice nada—

Sopiha negó—algunas veces lo único que se necesita es que la persona correcta esté presente—los recuerdos de ellos estudiando juntos, cuando le enseñó a nadar y las prácticas de lucha llegaron a su mente calentando su corazón—realmente no se como se relacionan los humanos…—sus manos se presionaron fuertemente sobre su pecho sintiendo como su corazón latía muy rápido—pero nosotros sentimos cuando encontramos a nuestro compañero (pareja) desde lo más profundo de nuestro ser…tu me gustas—Sopiha miró directamente a los ojos a Nobita

El azabache tartamudeo—yo…tu… ta-también me gustas mucho—dijo finalmente el azabache, Sopiha sonrió antes de que en un alarde de valentía le diera un pequeño piquito en los labios.

🌸

Flock gruñó—si tan solo aun tuviera mi nave—dijo mientras caminaba haciendo un rabieta cual niño.

Sarah negó con la cabeza—solamente son 10 minutos a pie no es para tanto—

Flock gruñó mientras señalaba su gorra con caca de pájaro provocando que su hermana y Nobita riesen—esto no abría pasado si tuviese mi nave….maldito pájaro acaba de ganarse un enemigo muy poderoso—murmuró provocando que las risas de sus amigos aumenten.
Nobita soltó un suspiro feliz —siempre es divertido estar con ustedes—

Flock sonrió sintiendo como su enojo con el ave se desvanecía—también es divertido estar contigo…—dijo antes de fungir toser—pero no nos pongamos sentimentales—

Sarah sonrió con un sonrojo—huelo un poco de bromance por aquí o solo es mi imaginación—dijo sonriendo enormemente cuando noto que avergonzó a su hermano y a su amigo.

Flock se aclaró la garganta—no digas tonterías y mejor camina rápido que la señorita Sam ya debe estar esperándonos—murmuró mientras veía el mapa en su teléfono y el número de casa—es aquí…—agregó antes de tocar el timbre.

<así que al fin llegaron…entren de una buena vez> dijo Sam viéndolo por la cámara del timbre y hablándoles por el parlante del mismo.

Nobita sudo algo nervioso—suena algo molesta…—murmuró viendo como sus amigos estaban igual de nerviosos— la puerta se abrió sola y entraron—bueno al mal paso darle prisa—agregó mientras caminaban hacia la casa en cuya puerta ya los esperaba Sam.

Sam suspiro—hasta que llegan…—murmuró haciéndose aún lado para que entren—esta casa tiene un sótano muy grande lo suficiente como para que armen la maquina y aun les sobre espacio—Nobita y Flock a sintieron complacidos por eso.

Distraído Nobita no noto como alguien se acercaba con lentitud a él por la espalda antes de que pudiera notarla paso sus manos por debajo de sus brazos y lo abrazo fuertemente atrayéndolo hacia ella.

—¿ me extrañaste? —preguntó suavemente cerca del oído del azabache quién se sonrojo enormemente mientras miraba a sus amigos y maestra.

—por supuesto que te extrañe—dijo en un murmuró avergonzado—pero…  aquí no chiquistrikis— agregó haciendo que Sopiha, Sarah y Flock rían pero que Sam los mire de manera exasperada.

—controlen sus hormonas—dijo Sam intentando molestarlos cuando vio que se sonrojaron sonrió ya que al parecer lo consiguió—tranquilos ya tendrán tiempo para ponerse al corriente… ahora me parecía que debían armar una máquina—agregó recordándoles el porque estaban ahí.

🌺

Doraemon junto con Dekisugi se encontraban frente a la televisión del tiempo—…aun cuando parecen tener conocimiento de lo que sucederá…se niegan a decirlo—dijo Doraemon viendo como Sewashi se ponía serio.

Sewashi puso su mano en su mentón—si no lo quieren decir no quedará de otra si se siguen negando a hablar deberán usar aquella máquina con ellos—

Doraemon se mostró renuente a hacer aquello, si lo hacía traicionaría la confianza que una vez le tuvo el azabache.

—puede que esto no te guste Doraemon—dijo Sewashi mirando con seriedad al robot niñera—pero piensa que esto es por un bien mayor —

Nueva existenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora