Capítulo 30: Juicio final parte 1

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Luna y Luka caminaban a paso apresurado por un enorme pasillo a sus espaldas venían un hombre y una mujer los dos venían leyendo varios informes, con cada letra que leían su expresión se oscurecía más.

Segundos después llegaron a una enorme puerta la cual fue abierta por sus acompañantes. En el interior se encontraban sentados en una enorme mesa redonda varios hombres y mujeres con la bandera de varios países bordada en su pecho.

—bienvenidos…—dijo uno de los hombres regalándoles una sonrisa—supongo que saben la razón por la cual fueron llamados—agregó mucho más serio.

Luka asintió —el tiempo se está acabando…puede que tengamos dos o tres días antes de que todo comience—dijo mirando a cada integrante en la sala.

Un enorme mapa del mundo apareció sobre la mesa en la que se podían ver varias manchas rojas agrupadas en varias partes de todos los continentes.

Luna se mostró preocupada—su agrupación nos dice claramente que ya están preparándose para atacarnos….creo que es hora que les digan a todos lo que sucede—dijo asiendo suspirar a más de uno en la sala.

—espere que este día nunca llegará—dijo la mujer con la bandera de Brasil bordada en su pecho mientras levantaba un maletín negro, acción que fue imitada por todos en la sala.

—solo para estar seguros están todos de acuerdo….una vez lo hayamos echo no habrá vuelta atrás—dijo un hombre con la bandera de Canadá bordada en su pecho, todos a sintieron y abrieron su maletín revelando que su interior solamente había un botón.

Segundos después de presionar los botones toda la información celosamente guardada sobre la guerra se desclasificaría, en minutos estaría en todos los noticieros del mundo y en horas no habría un solo humano en el mundo que no sepa lo que sucedería.

En la luna al mismo tiempo se activaría una enorme sonda capaz de proyectar las mismas ondas sonoras del diapasón calmante de Doraemon, con eso se asegurarían de que nadie enloquezca y que la menor cantidad de gente posible caiga en conductas violentas.

Las arcas también estaban listas cada arca tenía la capacidad de llevarse a una familia la cual se refugiaría bajo tierra hasta que todo haya terminado.

—infórmenle a Sam ella debe estar al tanto y preparar al resto…—dijo uno de ellos antes de dejar escapar un largo suspiro.

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De vuelta en el chalet todos ahora se encontraban comiendo mientras escuchaban música en la radio.

“interrumpimos la emisión normal para dar a conocer una noticia en progreso muy importante…hace unos minutos en ministro de defensa Japonés en conjunto con el de varias naciones acaban desclasificar información referente a un grupo terrorista que amenaza con la estabilidad de todos los continentes”

Nobizuke regresó su vista hacia su esposa ambos asustados por lo que eso que escuchaban pudiera significar.

Sophia miro a Nobita con algo de miedo—esta sucediendo…—murmuró la más suave que pudo.

Nobita asintió—me abría gustado un poco más de tiempo… —murmuró tomándole la mano.

“el propósito de esta organización criminal conformada según estimaciones por más de 399 millones de personas es la aniquilación de todos los humanos…” el locutor guardo silencio por unos instantes “una nueva guerra esta por empezar… una en la que nos jugaremos nuestra existencia”

Tamako tomó su teléfono y empezó a llamar a su madre—contesta por favor—murmuró mientras escuchaba el habitual bip, segundos después le contestó y le dijo que las esperaría y que no se preocupe.

Nobizuke se levantó—chicos vayan y tomen todas sus cosas tenemos que regresar ahora—dijo caminado rápidamente hacia las habitaciones.

Sueno permaneció inmóvil—el tiempo se terminó—murmuró temblando de miedo ante la idea de ser forzado a unirse al ejército.

—todo esto es su culpa —dijo Gigante lo suficientemente fuerte como para que incluso los padres de Nobita lo escucharan—sabían de esto… pero no quisieron evitarlo, ustedes malditos egoístas—

Tamako y Nobizuke regresaron—es eso cierto—dijo a modo de pregunta Tamako, Nobita sonrió de manera triste.

—supongo que ya no puedo seguirles ocultando la verdad…mamá, papá tomen asiento —Los dos adultos obedecieron mientras que el resto se acerco para al fin poder escuchar la verdad—en el principio exigieron 10 fuerzas….— Nobita les contó todo sin dejarse ningún detalle, incluso revelando que tres de la luces habían entrado en el, Flock y Sarah.

—desde un principio hemos intentado velar por su seguridad, sabíamos lo que sucedería, sentimos el miedo incluso la angustia pero se decidió que el resto no debía saber nada—dijo Sarah con la mejor sonrisa tranquilizadora que pudo.

—no es por que hayamos sido malos si no por que este es el último enfrentamiento…la última guerra, el resultado de esta depende si los humanos seguimos existiendo o no—Flock miro a Tamako por unos instantes—saber eso no les habría dejado disfrutar lo que podría ser los últimos momentos en familia—

Nobita miro a Shizuka y el resto—puede que las cosas no hayan acabado bien entre nosotros pero no les deseo mal, es por eso que mil veces les repetí que lo olviden y sigan con sus vidas—

Gigante gruño—mentirnos para que—el corpulento le dirigió una mala mirada—el día de mañana o pasado mañana un militar vendrá y nos obligarán a mi y a Sueno a ir a una guerra de la que apenas hoy sabemos por que se librará—

Tamako abrazo a su esposo ante la idea de que lo obliguen a él también a enlistarse.

—dije que se habían echo preparativos para protegerlos no es así—dijo Sophia con una mirada seria—antes de que todo estalle una naves o arcas vendrán por ustedes y los llevarán a los refugios en donde estarán hasta que todo termine, solamente los militares a los que se les informó y libremente accedieron pelearán—

Dekisugi frunció el ceño—no nos quieras ver la cara de estúpidos…con una guerra así no habrá sitio sobre la superficie de la tierra en la que estemos a salvo—

Nobita lo miro con una sonrisa burlesca—aun sigues encerrado en tu pequeño mundo… aun después de todo lo que has visto—el azabache se giro hacia Doraemon—los refugios están en las profundidades y en las nubes—con eso dicho todos lo entendieron menos Dekisugi

Justo en ese momento un auto se detuvo fuera del chalet del que bajaron Sam y varios militares escoltándola, todos ellos tenían bolsas con uniformes militares en ellas.

Las expresiones de todos se helaron mientras la veían acercándose.

—Nobita Nobi, Sophia, Sarah Harbor y Flock Harbor—dijo Sam mientras los militares que le acompañaban se paraban frente a los jóvenes y les extendían los uniformes—a llegado la hora de que cumplan con su deber—

La expresión de Tamako se lleno se pánico—no… no pueden—murmuró caminado hacia los jóvenes y con sus brazos los acerco a todos y los abrazo—son niños no deben…. —Sam permaneció en silencio—las arcas… si la arcas todos iremos a los refugios—

Nobita negó mientras se alejaba de ella—no puedo hacer eso mamá…—dijo con una sonrisa.

Shizuka se acerco a ellos—no tienen que hacerlo estoy segura que Doraemon podrá hacer algo—

—…este es nuestro destino desde el momento en el que fuimos elegidos por aquella luz—dijo Nobita aún sonriendo intentado calmar a su madre—los protegeré—

—no hace falta que lo hagas hijo—dijo Nobizuke acercándose a él—hay alguna manera en la que yo vaya en su lugar—agregó mirando a Sam, realmente no le importaría morir si así podía mantener a su hijo a salvo.

—no puedes papá…tienes que cuidar de mamá y de mi hermana… yo les prometo que regresaré—dijo Nobita empezando a llorar al ver la expresión angustiada de sus padres

Tamako se giro hacia la peli azul—quédense por favor— Sophia sonrió antes de abrazar a la mujer.

—no podemos…pero  le prometo que regresaremos después de todo aún no le he dado nietos a los cuales malcriar—dijo intentado hacer reír a su suegra cosa que consiguió.

Nobita y el resto tomaron los trajes y entraron a la camioneta misma que arranco y desapareció en la carretera, dejando atrás a dos adultos dolidos y a varios jóvenes arrepentidos por como había actuado con quienes  solamente querían protegerlos.
Con profundidades y las nobles me refiero a los sitios que salen en estas películas





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