Nueva existencia

Capítulo 22 : Nos lo debes...

El olor nauseabundo llenaba la habitación, cada rincón, cada persona apestaba a podredumbre.

—mamá… mamá ha dejado de moverse—murmuró débilmente una chica  de 18 años muy delgada de cabello negro y piel clara manchada de moretones y marcas de mordeduras—ya no se mueve—repitió con su voz llena de dolor sin la fuerza para llorar.

—no…—murmuró débilmente un chico de 15 años de piel pálida muy delgado con varias cicatrices de golpes—por que…por que nadie ha venido a ayudarnos—pregunto a la nada.

Esto parecía ser una pesadilla ellos habían salió en familia hacia el que debería ser el mejor día de sus vidas…su auto fue detenido por unos hombres su padre fue asesinado y ellos fueron secuestrados, la única razón por la que el aún esta vivo es por que lo usan como medio para que su hermana y su madre hiciesen todo lo que les piden sin oponer resistencia.

Sentía odio hacia las personas que no los ayudaron, odio hacia las personas que les hacían esto, odio hacia si mismo por no morirse de una buena vez y permitirle así hermana y madre escapar antes de que ella muriese—Diana…—murmuró ella volteo a verlo con dificultad—nadie vendrá ¿no es así? —

Diana soltó un suspiro—no Tom…nadie lo hará—dijo mirando el techo—no somos importantes lo más seguro es que hayan dicho que nos buscaron pero en realidad no lo hicieron….no valemos el dinero ni el esfuerzo—jamás en su vida creyó sentir tanto odio.

—todo ese odio…al fin lo entienden—escucharon antes de que todo a su alrededor se iluminará y la habitación en la que habían estado atrapados desapareció. 

De pronto fueron rodeados por un paraje azul y dos esferas de luz se posaron frente a ellos, los dos hermanos se miraron sorprendidos cada herida que habían sufrido desde que fueron secuestrados se había esfumado.

—no es curioso como la vida de los humanos tiene diferente valor—dijo una de la voces acercándose a Diana—es sencillamente aterrador como se dan por vencido tan fácil cuando no eres alguien importante ante sus ojos—

—el corazón de los humanos está corrupto, todos son ambiciosos, son egoístas y también lastiman a otros con mucha facilidad—dijo la otra luz acercándose a Tom—son incapaces de sentir piedad o empatía aún cuando todos son humanos—

—muchos se cubren diciendo que sólo seguían órdenes intentando escapar de su responsabilidad no hay nada más estúpido y egoísta que eso—le dijo la luz a Diana—tu lo viviste sabes que son insalvables—

—carecen de justicia o orden…la moralidad de que tanto presumen no les sirve de nada—dijo la luz que estaba con Tom—tu y tu hermana saben que por mucho que lloren o recen el mal no desparecerá… la gente seguirá muriendo y el mal seguirá propagándose como putrefacción contaminando las cosechas buenas—

—es por eso que quiérenos que nos ayuden a conseguir un mundo ideal…uno que no provendrá de ningún dios—Diana tomó la mano de su hermano—si no de sus manos que inevitablemente tendrán que mancharse de sangre para conseguirlo—

Tom miro a la luz con incredulidad—es esto real—murmuró su hermana tenía el mismo pensamiento que el—no tengo ningún sentimiento de cariño por la personas—

—jamás creí que sería capaz de sentir tanto odio—dijo Diana con los dientes apretados—si ayudarles significa que podre desquitarme con el mundo lo haré—Tom asintió a lo dicho por su hermana casi al instante las dos luces entraron en ellos.

Unos día después en las noticias se haría eco del macabro descubrimiento de por lo menos 6 hombres desmembrados, noticia que llenaría de pavor a todos por el echo de que nunca agarraron a los culpables.

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La sirena del descanso sonó casi de inmediato varios estudiantes rodearon a Sopiha—¿eres extranjera? —empezaron con las preguntas que iban desde su nacionalidad hasta si el color de cabello era natural.

Nobita por otro lado dejó salir un suspiro cuando noto como sus ex amigos se acercaban a él—y ahora ¿Qué carajos quieren de mí? —

Gigante golpeó la mesa de su asiento con fuerza—todavía te atreves a preguntarnos eso—dijo apenas conteniendo su ira—sabes muy bien la razón por la que estamos aquí —
Nobita no se intimidó para nada—creo que ya quedó claro que no les diré nada—dijo mirando directamente al rostro de Gigante el cual estaba rojo por la ira.

Sueno intervino antes de que Gigante hiciese una escena—puede que tu no quieras decirnos nada… pero que hay de Sopiha—dijo con una sonrisa algo arrogante—ayudamos a su reino es más que obvio que nos debe al menos algo de información—la expresión tranquila de Nobita cambio a una ligeramente enojada.

Gigante le siguió el juego a Suneo—ella nos lo debe… si su reino prospera es por nosotros—dijo girándose —tal vez incluso le pida que salga conmigo como indemnización por mi ayuda—eso fue todo Nobita se levantó y miro a Gigante y compañía con enojo.

—calmémonos un poco—dijo Shizuka no queriendo que sus dos amigos se peleen
Sopiha se acerco a ellos  debido a todo el jaleo que estaban asiendo—¿sucede algo Nobita? —preguntó acercándose a él.

La expresión enojada en el rostro de Nobita se suavizo—… estos idiotas como siempre jodiendo la vida—Gigante tomó a Nobita del cuello de la camisa—tan violento como siempre—murmuró antes de que Sopiha empujara a Gigante sorprendiéndolo por su fuerza.

Sopiha miro con enojo a Gigante y compañía—que demonios les sucede—dijo bruscamente haciendo que tanto Shizuka como Suneo se encojan algo avergonzados.

—la guerra que sucederá…tenemos derecho a saber todo acerca de ella—dijo Dekisugi acercándose a la sirena—si bien Gigante actúo mal es un poco entendible su desesperación—

Sopiha soltó un bufido—se supone que no deben saber eso…sigan con su vida y no se preocupen por eso—dijo justo antes que la sirena vuelva a sonar y que el maestro entre por la puerta.

Para enojo de Gigante y compañía no pudieron sacarles la información que tanto ansiaban en lo que restaba del día.

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Doraemon miro el semblante enojado de sus amigos—supongo que no les fue bien—dijo escuchando como casi todos ellos soltaron un enorme suspiro.

—te daremos que usar la máquina de la que nos habla Sewashi…—dijo Dekisugi notando como el robot niñera se ponía incomodo ante la mención de esa idea—no nos queda otra opción—

Doraemon metió la mano en su bolsillo y sacó un aparato el cual consistía en un enorme rectángulo con una pequeña compuerta con una pantalla pequeña en la parte superior—si colocamos algo de ADN en la pequeña bandeja la máquina recreará una versión de dicha persona y podremos hacerle las preguntas que queramos—

El rostro de Shizuka se iluminó—eso significa que al fin sabremos lo que sucederá y podremos ayudarlos—

Doraemon negó con la cabeza—también copia la actitud por lo que será difícil que nos diga algo—dijo mientras volvía a meter la mano en su bolsillo y sacaba un pequeño maco de ventana sin cristal—esta ventana tiene el mismo funcionamiento que la puerta mágica, con ella tomaremos un poco de pelo de Nobita—

Gigante sonrió antes de quitarle el marco a Doraemon —si es así ella debería estar bien…—murmuró antes de meter su mano por el marco la misma apareció justo atrás de Sopiha y tomó un pelo de ella, seguidamente coloco el cabello en la bandeja y el rostro de Sopiha apareció en la pantalla.

Suneo se sorprendió un poco—no debería ser Nobita—dijo a modo de pregunta.

Gigante negó—el desgraciado no dirá nada….estoy seguro que sin la presencia del renacuajo ella hablara—

—dinos por que Japón está en guerra en dos meses en el futuro—dijo Dekisugi, la imagen de Sopiha se mostró sorprendida antes de volverse neutral.

—no deberían saber de aquello…olvídenlo y vivan sus vidas tranquilos—respondió la sirena haciendo que se sienta decepcionados.

—nos lo debes… te ayudamos lo mínimo que puedes hacer es respondernos—dijo Suneo, el sueño de la sirena se arrugó—no seas una malagradecida—

—siempre estaré agradecida por su ayuda…siempre guardaré en mi corazón la amistad que compartimos en aquel entonces, sin embargó no diré nada—dijo Sopiha enojado a Gigante mismo que se lanzó contra la máquina

—no se que sucede contigo, Flock o Sarah… pero estoy seguro que tiene que ver con Nobita—dijo en un gruñido Gigante—apuesto a que el te chilló para que no nos digas nada creyendo que así al fin estaría en el centro de la atención—el rostro de la sirena se agrio—pero no… ¡si aún está tu reino de pie es por nosotros… eso nos da el derecho de pedirte lo que queramos!—

El rostro de Sopiha enrojeció de ira—ya no son ni la sombra de los niños que ayudaron  a mi reino—la máquina empezó a soltar chispas—Nobita tenía razón tu eres el peor amigo que alguien puede desear—la maquina explotó.