Comenzó a llover y el cielo, teñido de un naranja enfermizo, se llenó de nubarrones más negros que el carbón. No tardaron en desatar una tempestad que apagó los incendios causados por la guerra.
Daniel miró seriamente a Luka y dijo—Solo bajen sus armas... ¿No pueden ver que esto es por un bien mayor? —Notó cómo varios hombres y mujeres se acercaban volando en una especie de disco y lo rodeaban a él y a Nozomi, todos ellos vestidos con armaduras parecidas a las de los samuráis.
Nozomi bufó—No lo harán, están demasiado ciegos para ver cuál es el lado que tiene la razón—Con lentitud giró su cuello hacia un lado y luego hacia el otro, viendo cómo algunos de los guerreros temblaban de miedo. Ella simplemente se impulsó y, antes de que la guerrera del viento se diera cuenta, Nozomi ya estaba parada en su planeador. La guerrera intentó empujarla, pero en un segundo Nozomi la agarró del cuello y, antes de que alguien pudiera hacer algo, se escuchó un desagradable crujido y el viento que elevaba el planeador cesó.
El cuerpo de la guerrera del viento cayó al suelo con un apagado estruendo. Luna permaneció quieta, su mirada fija en el cuerpo durante lo que pareció una eternidad. Nozomi soltó una risa que rompió el silencio y despertó a todos los presentes. Luna se lanzó corriendo hacia ella, mientras los guerreros del viento agitaban sus tambores de mano, generando pequeños remolinos que enviaron hacia Nozomi.
Con gracia y agilidad, Nozomi esquivó todos los remolinos, pero no pudo prever a Luna, quien se había aproximado por detrás de los demás. Sin perder un instante, Luna golpeó el rostro de Nozomi repetidamente con sus puños antes de propinarle una patada elevada que la envió al cielo. Justo en ese momento, los guerreros del viento desencadenaron otra ráfaga de remolinos que esta vez alcanzaron a Nozomi.
Luna se giró y observó cómo su hermano intercambiaba golpes con Diego. Cada impacto desencadenaba una ráfaga de aire, y el suelo se manchaba con las gotas de sangre que brotaban de los dos contendientes. Diego agarró a Luka por los hombros y comenzó a golpear su cabeza contra la de él, haciendo que la sangre volviera a salpicar, casi cegándolos por completo.
Diego se apartó al notar que uno de los guerreros del aire se aproximaba por su costado con una lanza, claramente dispuesto a acabar con él. —¡Levántate de una vez! —gritó, dirigiendo luego su mirada hacia Nozomi.
Nozomi se puso en pie, escupiendo sangre al suelo. —Malditas molestias —masculló mientras alzaba su mano derecha, apretando un puñado de piedras que lanzó hacia los guerreros del viento. Cada piedra voló a una velocidad similar a la de una bala, dificultando que alguno de ellos pudiera esquivar el ataque. —Caen como pájaros —añadió en tono burlón antes de ser derribada por Luna, quien comenzó a golpearla en el rostro con furia. —Aun con esa fuerza, siguen muriendo delante de ti —murmuró Nozomi antes de sentarse y propinarle un cabezazo a Luna, derribándola. —¡Simplemente muere de una vez! —grito, lanzando una patada a su estómago y luego agarrándola del tobillo para azotarla contra el suelo, creando agujeros en el concreto con cada golpe.
Tres guerreros del viento se lanzaron hacia ella, intentando detenerla y dándole el tiempo suficiente a Luna para liberarse. Nozomi, enfurecida, agarró a dos de ellos y chocó sus cabezas, dejándolos fuera de combate. El último guerrero no se intimidó y la abrazó en un intento de contenerla.
—¡Hazlo ahora! —gritó el guerrero, mientras Luna se aferraba a Nozomi como un koala, intentando torcerle el cuello. Nozomi rugió y se golpeó contra el suelo con violencia, uno de esos impactos resultó en la muerte del guerrero del viento.
Luna sostuvo el rostro de Nozomi con más fuerza, ignorando que una varilla se le había incrustado durante uno de los golpes. —¡Ya muérete! —gritó finalmente, logrando torcer el cuello de Nozomi, quien cayó al suelo. Un suspiro de cansancio escapó de los labios de Luna mientras se volvía hacia su hermano.
Siete guerreros del viento lo mantenían atrapado, y cuando uno de ellos caía, otro tomaba su lugar de inmediato.
Luka dejó escapar un suspiro cargado de cansancio, sintiendo cómo su visión se volvía borrosa. —Tengo que terminar esto —murmuró, acercándose rápidamente cuando el guerrero del viento que sujetaba el brazo de Diego murió. Luka lo tomó en su lugar y, en un movimiento rápido, saltó golpeando su rodilla con el codo de Diego, partiéndole el brazo en dos. Los guerreros que sostenían las piernas de Diego murieron y Luna ocupó su lugar. Diego, al verla venir, movió sus piernas de manera que golpeara la varilla que aún tenía incrustada.
Luna soltó un gruñido de dolor. —Acábalo de una vez... —imploró. Luka no perdió ni un segundo. Repitió la misma acción con el otro brazo de Diego y, sin demora, lo agarró de la cabeza. Al igual Nozomi, le rompió el cuello, poniendo fin al enfrentamiento de una vez por todas.
Luna se dejó caer exhausta. —Lo hicimos... —susurró con evidente cansancio. Casi al mismo tiempo, los guerreros del viento que aún seguían con vida comenzaron a celebrar.
Flock se recostó junto a su hermana. —Sí, lo logramos, pero dudo que podamos ofrecer más ayuda... Además, necesitamos cuidar esa herida que tienes —murmuro muy preocupado por su hermana.
Los cuerpos de Nozomi y Diego comenzaron a desvanecerse gradualmente, hasta que ya no quedó rastro de ellos, dos haces de luz se elevaron al cielo desde el sitio en el que murieron
[]
La cámara que había puesto Lewa para bajar la moral de sus enemigos capto la pelea y la transmitió a cualquier televisor que aun funcionara, este había sido un error de Lewa ya que al ver como dos de los más poderosos de su bando morían la moral que descendió fue la de su ejército.
En el refugio, la puerta mágica había sido colocada en un espacio abierto. Cerca de 50 enfermeros y médicos de diferentes partes del mundo se habían reunido, esperando a que la pelea concluyera.
Cuando vieron a los hermanos emerger victoriosos, todos soltaron un grito de alegría. Sin embargo, el júbilo se convirtió en silencio cuando los vieron desplomarse, vencidos por el cansancio y las heridas.
Tamako giró su rostro hacia el robot niñera con urgencia. —Ahora, Doraemon, por favor —suplicó. El robot niñera no necesitó ninguna instrucción adicional y activó la puerta. Los médicos y enfermeras tomaron una camilla y se apresuraron a atravesar la puerta.
Una vez en el campo de batalla, ignoraron los sonidos estridentes y el desagradable olor de la sangre mezclada con pólvora. Se separaron para revisar quiénes aún estaban con vida, mientras los últimos guerreros del viento los protegían.
De los 100 cuerpos esparcidos en el suelo, solo 30 seguían con vida.
Luna sintió cómo la levantaban y la ponían en una camilla. —¿Qué hacen aquí...? —murmuró, más inconsciente que consciente.
Luka soltó un gruñido de dolor. —Es peligroso estar aquí... —intentó incorporarse, pero un doctor lo hizo recostarse nuevamente. —No entiendes... tengo que protegerlos —protestó, con un tono de urgencia.
El doctor negó con firmeza. —Ya han hecho lo suficiente, tanto tú como tu hermana. Ahora los llevaremos para que puedan descansar —dijo mientras los alzaban en la camilla y se dirigían hacia la puerta mágica, rumbo al refugio.
Tamako se precipitó hacia ellos al verlos pasar por la puerta mágica. —Chicos... yo lo siento —dijo entre lágrimas, sintiéndose culpable por no haber podido ayudar a pesar de ser adulta.
Flock, el único que seguía consciente, negó con la cabeza. —No tienes que disculparte por nada... Somos nosotros quienes deberíamos disculparnos. Deberíamos haber hecho más—
Casi de inmediato, varios gritos resonaron:
"¡Gracias por su valentía, Luka y Luna!"
"¡No podríamos estar más agradecidos!"
"¡Son nuestros héroes!"
"¡Gracias por protegernos!"
"¡Nunca olvidaremos lo que hicieron!"
"¡Les debemos tanto!"
Cada palabra resonó profundamente en la mente de Luka, quien simplemente sonrió y por primera vez desde que todo esto comenzó, se permitió descansar.
ESTÁS LEYENDO
Nueva existencia
RomanceEsta historia se sitúa 4 años después de cualquier evento del canon o película, nuestros habituales personajes principales ahora tienen 15 años. Doraemon pertenece Hiroshi Fujimoto Cualquier imagen usada no es de mi propiedad Esta historia es una v...