Aquel invierno

Ola de sentimientos

"La vida está llena de aventuras, momentos los cuales algunos quieres recordar siempre, y otros... No tanto. La vida es un pequeño grano de arena el cual tienes que cuidar para que no se confunda con los demás. ¿Que hay después del fin? Nadie lo sabe. Solo tu sabes la respuesta, solo tu puedes decidir que quieres tener después del fin."

2:37 Am, Bartley seguía leyendo su libro el cuál estaba por acabar, poco a poco iba hallando el sentido de este y lo que tal vez le ayudaría en un futuro.

- Bartley, ¿has dormido? -preguntó Aily angustiada-. Te siento muy nervioso.

- La verdad es que no -hizo un pequeño gesto-. ¿Por qué te despertaste mi vida?

- Solo sentí tu voz y me desperté inmediatamente -se sentó-. ¿Qué paso hace un rato?

- Encontré el significado de "Aquel invierno" que raro es eso. Demasiado raro la verdad -soltó una pequeña sonrisa-. Espero que no pase nada malo.

Bartley siguió leyendo y duro así hasta que vio el amanecer aproximándose.

Le dió un beso en la mejilla de Aily y se levantó de la cama con cuidado para no despertarla.

Ya en la cocina, Bartley buscaba que podría hacer de desayuno.

- Creo que ya se que hacer -susurró-. Le encantará.

Bartley hizo Avena cocida con arándanos rojos secos, la comida favorita de Aily.

Pasaron 2 horas, Aily todavía seguía en su cama y se veía muy cómoda. Bartley vio el reloj y marcaba las 10 am, ya era hora de desayunar. Iba a ser un buen día.

- Buenos días Aily mi vida. Hora de el desayuno -le dijo con una voz relajante-. Levántate linda.

- Buenos días Bartley. Lo siento se me olvidó levantarme temprano para hacerlo -dijo con una voz quebrada-. Lo siento.

- No te preocupes mi vida, mientras estés conmigo no te tienes que preocupar por el desayuno -paso su mano por el cabello de Aily-. Mientras estés conmigo yo voy a ser el que cocina mi vida.

- Bartley, ¿enserio? -sonrío-.

- Si, ven y baja -tomó su mano-. El desayuno está listo.

Bartley vió que Aily estaba emocionada. Más que eso, era su linda sonrisa. Más que eso, era saber que estaba feliz por todo lo que hacía el por ella.

- Bartley, esto está delicioso. Cocinas muy bien -lo tomo de las manos-. Cocinas delicioso, quisiera tenerte siempre acá.

- Si quieres me puedo quedar acá cuando quieras -le dió un beso-. Disfrúta el desayuno.

Ya siendo el medio día, Bartley tenía que ir a su casa y ordenar todo.

- Aily, voy a salir un momento hacia mi departamento. Si quieres vuelvo en un rato.

- Dale, te espero acá. Mientras voy a organizarme para que salgamos a comer algo.

- Me parece bien -sonrío-. Yo pasaré a buscarte y salimos.