Perdido en lo nuestro

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Dirigiéndose al casillero, el pensamiento de que finalmente tenía que alejarse era el principal, tal vez lo mejor era irse de "vacaciones" y tomarse un pequeño tiempo para que las cosas se calmen y trate de olvidar todo esto por lo cual estaba demasiado estresado y la ansiedad le ganaba en estos casos de desesperación por el no saber que hacer con la única persona que tiene ahora.

Llegando al casillero algunas lágrimas empezaron a bajar por su mejilla, pero el trataba simplemente de ignorarlas por más que doliera todo lo que iba a hacer, era lo más necesario y lo más adecuado.

Abriendo el casillero empezó a sacar todas sus cosas y veía cada una de las fotos con Aily que él tenía pegadas ahí dentro, las lágrimas volvieron a aparecer por un buen rato hasta que escuchó el primer anuncio de inicio a clase.

- Espero que logremos mantener esto y no nos afecte -decía susurrando y dándole un beso a la foto-.

Tuvo que ir a dejar la mochila en la última clase que le tocaba para no tener que salir luego a buscar su mochila al casillero y no la llevo con el para no cargarla. Después de sacar todo de su casillero terminó un poco pesada. Entrando al salón de dónde dejaba la mochila, saludó y vio otras mochilas ahí, solo dejó la suya ahí junto a esas y con una sonrisa cerró la puerta de aquel salón.

Fué corriendo rápido hacia su clase, llegando justo a tiempo apenas sonaba la campana evitando que el maestro nuevamente le peleará. Trato de no mostrar tanto su rostro ya que tenía los ojos un poco rojos después de lo que había llorado, trato de olvidar que esto estaba pasando e hizo una pequeña sonrisa para evitar preguntas por parte de el maestro de que era lo que pasaba. Después de una hora de clase, Bartley recoge sus cosas y empieza a caminar lentamente hasta el próximo salón que le toca, pero antes de todo decide ir a su casillero. Una vez llegó lo miro varias veces y soltando algunas lágrimas simplemente le dió dos golpes y se alejó de ahí tomando rumbo ahora sí hasta su última clase en esa escuela probablemente.

Abriendo la puerta se encuentra con la sorpresa de que la maestra estaba un poco ocupada con demás cosas que pasaban en la escuela así que determinó en cierto punto que fuera una clase libre para ellos y adelantarán proyectos de las demás asignaturas. Bartley después de todo no hizo nada de lo que le habían designado ese día, pues ese día ya era su último ahí.

Se quedó sentado en una silla ubicada en el medio del salón mientras pensaba la manera en la que le quería explicar esto lo que iba a hacer y que por favor no se tomara a mal todo lo que él estaba pensando, sabiendo que todo lo está haciendo por el bien de Aily y que no pase algo más allá de esto.

Luego de un pequeño tiempo suena la alarma de salida, Bartley con la cabeza abajo decide salir de la escuela y justo en la salida da una sonrisa y finalmente hasta ahí llegaba su lugar en esa escuela. Lugar en el que probablemente gracias a el encontró a la persona que ama, encontró a aquella chica que hace que sus emociones tengan una unión y termine siendo de felicidad, que la felicidad que le genera esa chica no es nada normal.

Viendo a Aily esperándolo, simplemente fue hacia donde ella mientras trataba de no mostrar una cara triste ante de la situación para evitar dejarse llevar por emociones y luego arrepentirse.

- Aily tengo que decirte algo -dijo apenas se acercó-. Se que las cosas no están nada bien así que tome la decisión de alejarme de el país, voy a salir del país y tratar de acabar estos dos meses de escuela en otro lugar en el cual creo que tú padre no nos va a afectar, creeme que esto lo hago por los dos. Lo hago porque se que tu padre te está utilizando para que yo cada vez caiga más fácil en el juego de el, creeme que no lo hago para alejarme de ti porque eso es lo que menos quiero hacer, lo hago por el bien de los dos.

- Bartley... -dijo Aily que finalmente cayó en lágrimas y se impulsó a darle un fuerte abrazo mientras por sus mejillas iban bajando sus lágrimas, lágrimas de un amor que no pudo tener gracias a su padre, gracias a que su padre le cuesta entender que lo que pasó, pasó con otras personas y no con Bartley.

- Aily espero que no te alejes para nada de mí, claro que volveré por tí, te aseguro que volveré para poder abrazarte y cumplir todas nuestras promesas juntos, te aseguro que todo lo que nos hemos prometido juntos se va a cumplir.

- Lo se, Bartley creeme que te amo y espero que te vaya bien en tu vuelo... -dijo Aily tratando de evitar mas lágrimas-.

- Gracias, te amo muchísimo más Aily. Por cierto, el lugar es Bruselas, Bélgica. Ahí voy a estar, voy a terminar mi escuela y creo que ahí haré mi universidad, pero antes de ingresar a la universidad vendré y te visitaré por un largo tiempo Aily. Te lo aseguro.

Se dieron nuevamente un abrazo y finalmente se dieron un beso el cual compartió muchísimas emociones, aquél beso que unía las emociones de ellos dos, aquél beso que marcaba un punto aparte en la historia pero no el punto final para lo de ellos dos.

Pasaron 5 horas, Bartley ya tenía listos los tickets del vuelo y las mochilas también estaban listas. Ya estaba listo para aquel vuelo que tenía a las 2 am, tomando un auto fue hacia el aeropuerto y allí esperó.

Luego de que llegó, hizo todo el proceso de abordaje y una vez cruzó todo se fue a su correspondiente sala de espera a esperar el informe de su vuelo ya siendo las 00:57.

Hola Aily
¿Cómo estás?

Bartley
Bien, un poco triste
Pero ando bien :3

Ay, creeme que todo va a estar demasiado bien Aily.
Solo te pido que no te alejes.

Yo también solo pido eso.
Quiero que estemos juntos siempre.

Se la pasaron hablando así continuamente por 20 largos minutos hasta que Bartley escuchó una voz la cual indicaba el abordaje de su vuelo, era hora de subir a aquel avión que iba a dar un rumbo totalmente diferente al que él tenía planeado desde antes, este rumbo lo iba a empezar de la mejor manera...

Subiéndose a aquel avión miro la ventana y recordó a aquel bus en el cual Bartley y Aily tuvieron su primer acercamiento. Nuevamente una voz indicó el momento de despegue de aquel avión...

Luego de 1 hora y 40 minutos de vuelo, Bartley bajaba de el avión el cual lo llevo hasta su nueva manera de vivir. Finalmente solo avanzó hasta donde lo indicaban los letreros de salida, y viendo un letrero lo leyó en voz alta el cual decía:

"Welcome to Bruselas, Bélgica."

Aquel inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora