La hija de la Luna {Rosalie Hale}

part 2. los cullen

y así comenzó todo:

de la nada

(Miguel Gane)

- Muy buenas señores, señoritas... Me presento: Tommy García.

Leila puso los ojos en blanco al escuchar a su hermano. La rubia y su familia lo miraban con una mezcla de sorpresa y diversión.

- Emmet Cullen - se presentó el grandullón, estrechando con fuerza la mano del rubio.

- Caray, muchacho, estás fuerte. Debes de comer mucha verdura. No como mi hermana - se giró hacia la pelinegra - Un auténtico palillo andante.

Sin molestarse en levantar la mirada del libro, alzó el brazo para apuntar con el dedo medio de su mano izquierda en dirección a su hermano.

- Ay, es encantadora, ¿no creéis? Os la presentaría pero su compañia no es muy... Agradable últimamente.

- Yo soy Alice - se presentó la duendecillo, completamente feliz de conocer al mellizo de la compañera de Rosalie, aunque ligeramente decepcionada porque esta no se hubiera acercado - Y estos son Edward, Jasper, Bella y Rosalie.

- Oh, Rosalie - Tommy se sentó sobre la mesa con una sonria - Bello nombre.

La rubia alzó una ceja ante el descaro, pero sonrió.

- Gracias.

- Un placer... - deslizó la mirada por todos los presentes - Me caéis bien - concluyó - Podemos ser amigos.

- Eso sería maravilloso - exclamó Alice con más emoción de la esperada por el rubio - ¿Y tu hermana?

- ¿Mi hermana? ¿Qué pasa con mi hermana?

- También me gustaría ser su amiga - respondió, como si fuera obvio.

- Bueno, como ya te he dicho, pequeña duendecillo, mi hermana no es tan sociable como yo. Y, si te digo la verdad, es un poco amargada.

La pelinegra volvió a cerrar el libro con enfado, aunque no dirigió la mirada a la mesa de los Cullen.

- ¿Ves? Ya se enfadó.

Cogió aire, levantándose de la mesa, y se dispuso a abandonar la cafetería.

- Oh, luna, querida, no te molestes - su hermano la alcanzó antes de que pudiera alejarse y tiró de ella hacia la mesa de los Cullen - Te presento a mis nuevos amigos.

- Hola - saludó, más por educación que por gusto.

- Soy Alice - la vampiro extendió una mano cortés en su dirección, que no tardó en bajar cuando comprendió que su agarre no iba a ser correspondido.

- Yo Leila.

- Pero podéis llamarla Ila.

- ¿Ila? Nadie me llama así.

- Bueno, pues tal vez esta pueda ser la primera vez.

Rodó los ojos ante el entusiasmo de su hermano.

- A mi me gusta Ila - intervino Alice una vez más - Y estos son mis hermanos. Jasper, Edward, Emmet y Rosalie. Y bueno, Bella, la novia de Edward.

Leila se limitó a sonreír con fingida cordialidad mientras esperaba el momento idóneo para desaparecer.

- Ya os dije que no es muy habladora - Tommy volvió a adueñarse de la conversación y la pelinegra aprovechó para perderse en sus pensamientos. Hasta que un molesto pinchazo en su sien le hizo fruncir el ceño. Sentía como si un martillo estuviera golpeando rítmicamente su cabeza. Instintivamente sus ojos viajaron hacia los Cullen, sorprendiendo al pelo escoba con la mirada fija en ella. Cuando este se vio pillado, bajó la mirada y el martilleo cesó.