Apenas lleva un año de haberse graduado de la secundaria y con pocas ideas de que hacer con su vida, JiMin se atreve a retomar su viejo amor por los postres, el lindo hibrido conejo entra a trabajar a una popular pastelería dónde planea observar al...
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Tal vez la idea de entrar a una cocina no sería lo más emocionante para alguien, pero JiMin no podía decir lo mismo; por fin entraría a la cocina para ayudar por ahora. Yuna le dio unas indicaciones en su vestimenta para estar más cómodo, por lo que evitó las telas gruesas y oscuras; la temperatura podía ponerse insoportable con los hornos.
Abrió la puerta de la repostería y entró dando brincos feliz— Buenos días —saludó a la rubia que ya se encontraba ordenando algunos ingredientes.
—Hola JiMin —saludó sonriendo— ¿Podrías ayudarme trayendo los moldes? —la omega apuntó hacía uno de los estantes donde varías herramientas para las galletas se encontraban— Kai aún no llega y yo no alcanzo.
JiMin no es que sea la persona más alta, Kai y YoonGi son más altos que él por mucho, pero seguía siendo un poco más alto que Yuna. Asintió y no evitó disfrutar entrar en el lugar por primera vez, se apresuró a llegar al hasta la pared donde se encontraba el estante y estiró su mano en un intento de alcanzarlo. Sus dedos no pudieron alcanzar los moldes, por lo que no lo pensó dos veces y dio un gran salto alcanzando los objetos; ser omega conejo tenía sus ventajas.
—Aquí tienes.
—Gracias.
—¿Qué preparas?
La rubia tomó el papel que tenía en el estante a su lado y se lo entregó al pelirosa— Galletas de mantequilla, son de las favoritas y se encargan mucho.
JiMin asintió viendo los ingredientes marcados en el papel, sólo había unas que otras cosas extras en la receta que en la común que se puede encontrar en internet, esto hacía las galletas de su jefe tan especiales.
—JiMin —la voz ronca de YoonGi a su lado lo asustó como de costumbre, se había concentrado mucho en ver la receta—, acompáñame.
El pelirosa asintió y antes de ponerse en marcha miró rápido a Yuna quién elevó sus cejas sonriendo traviesa. Las mejillas de JiMin no tardaron en sonrojarse, el cotilleo que se armaron la omega y el alfa ayer sobre él y YoonGi siendo pareja lo llevaron a tanto que ahora inevitablemente se sentía tímido al pensar en el mayor. No es que le gustara, pero la idea ya estaba en su mente y no se quería ir, tampoco ayuda que su omega sea más serio sobre este asunto.
Siguió al alfa hasta el área de descanso donde este tomó algo que había sobre el sofá para voltear a verlo— Aquí tienes tu delantal, aún no cocinas de lleno pero es mejor que lo lleves desde ahora —explicó el alfa, entregándole la prenda de color blanca en sus manos.
JiMin se sintió muy feliz de recibir su primer delantal, tal vez exageraba, pero aún así dio unos saltitos emocionados y desdobló el delantal, pasando su cabeza por el tirante de arriba. Apenas terminaba de acomodar su cabello cuando sintió las tiras de los costados ser tiradas, YoonGi se encontraba detrás de él atándolo— Jefe, yo puedo...
En el momento que el alfa rodeó su cintura para pasar las tiras por delante, JiMin dejó de respirar quedándose quieto— Está bien —por fin el amarre fue hecho, y con ello, YoonGi se alejó tomando una libreta—, debes amarrarlo así, los tirantes son largo.
