Apenas lleva un año de haberse graduado de la secundaria y con pocas ideas de que hacer con su vida, JiMin se atreve a retomar su viejo amor por los postres, el lindo hibrido conejo entra a trabajar a una popular pastelería dónde planea observar al...
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La tranquila mañana mantenía a las personas intentando disfrutar de esta aún cuando deberían apurarse para ir a sus respectivos trabajos. JiMin era uno de esos, pero ya que tenía tiempo caminaba lento viendo las pequeñas cosas a su alrededor; no había notado las tres pizzerías cerca de su casa dónde estaba seguro que pronto engordaria varios kilos.
Aunque en si iba a este ritmo porque desea disfrutar de momentos como este, también se siente nervioso de como enfrentar a YoonGi. No había hecho nada del porqué tendría que rendirle cuenta, pero el estar en completo conocimiento de sus sentimientos por el mayor lo ponía nervioso con la sola idea de verlo.
Unas dos cuadras faltan para llegar a la pastelería, su mente se encontraba tan sumergida en esto que solo lo sacó de esta cuando un panfleto fue puesto frente a su rostro. Dio un brinco leve y miró quien lo sostenía, el hombre sonreía amable— Debería ver por dónde camina.
JiMin arrugó su entrecejo hasta que vio el camino frente a él y notó un montón de bolsas de basura frente a él— Oh, gracias por ello.
—Como agradecimiento ten esto, no me logro deshacer de ellos —el desconocido le entregó uno de los papeles que sostenía. JiMin dio una leída a este y su atención fue a las palabras "clases de cocina".
—Disculpe —llamó al castaño— estas clases ¿también dan de postres? Repostería básica.
Asintiendo, el hombre se puso a su lado y volteó el papel que estaba en las manos del pelirosa— Aquí, en un curso pequeño dónde solo se enseña como hacer los postres más populares, además de sus masas y decoraciones.
El claro interés del omega era evidente para él desconocido alfa, quién sonrió de ternura al ver las orejas del más bajo moverse mientras leía lo del panfleto— ¿Cuántas clases son?
—Unas siete, pero se pueden agregar más si lo desea.
Recibir clases aparte no sonaba como una mala idea, podría ayudar a agilizar el aprendizaje que ya recibe en la pastelería. En una rápida vista a su teléfono, JiMin se da cuenta de la hora— Se me hace tarde —el alfa asiente comprendiendo— ¿puedo llamar para consultar más sobre esto?
—Bueno... —el castaño pensó por unos segundos— ¿trabaja cerca? Podríamos reunirnos a la hora del almuerzo para responder todas sus dudas.
—Trabajo en Sweet Taste —JiMin no pensó algo más allá de una simple reunión, el alfa frente a él le parecía amable; además de que su aroma a mar le agradaba.
El castaño lo miró asombrado— ¿Por qué alguien que trabaja ahí desearía tomar clases?, pero sí, conozco el lugar.
—A las doce es mi hora de almuerzo ¿estaría bien a esa hora?
El alfa asiente— Me llamo JungKook, por cierto —el castaño extiende su mano hacia el omega.
—Yo soy JiMin. —Recordando la hora, JiMin corresponde el saludo rápidamente y se aleja despidiéndose con la mano en el aire.
