Apenas lleva un año de haberse graduado de la secundaria y con pocas ideas de que hacer con su vida, JiMin se atreve a retomar su viejo amor por los postres, el lindo hibrido conejo entra a trabajar a una popular pastelería dónde planea observar al...
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El mediodía del jueves llegó por fin dándoles tiempo para comer a los reposteros de Sweet Taste y con ello JiMin buscó en internet si era posible demandar a su jefe por solo ponerlo a cocinar tortas desde ayer.
—¿Debería decirle algo? —preguntó a sus compañeros que se enfocan en comer, pero que habían escuchado su queja.
—No creo que sea necesario —respondió Yuna a lo que Kai asintió de acuerdo—, siento que el jefe quiere que sepas todos los sabores disponibles de cada postre antes de pasar a otro.
Aunque quería seguir quejándose sabía que por ello el alfa zorro lo mantenía haciendo lo mismo, además de que su omega era un impaciente como siempre— ¿A ustedes no los puso a hacer lo mismo que yo?
La negativa de ambos no se hizo esperar, haciéndolo suspirar— Recuerda que nosotros estudiamos para esto.
—Ya veo que si hacen falta los estudios —e este momento el pelirosa deseaba jalonear a su yo más joven por dejarse llevar por los malos comentarios a su amor por los postres—, omega tonto.
—Al menos lo admites —JiMin rápido volteó hacía atrás encontrándose con YoonGi quien se sentaba en la mesa de al lado.
Kai intentó aguantar la risa mientras que Yuna miraba todo entretenida. El pelirosa se sintió indignado— ¡No me refería a mí! —mintió al alfa, quién miraba su celular.
—¿Entonces a quién? —por fin regresando su vista al omega, YoonGi preguntó viendo al omega boquear sin saber que responder y con la indignación aún de que su jefe lo haya llamado tonto casi directamente.
—A la omega rubia de Friends, una serie —dijo sin creerse ni por cerca sus palabras, a este punto Kai tenía lágrimas por la risa y Yuna tapaba su rostro avergonzada— ¿Phiji?
Lo dijo mal, lo sabía y lo confirmó cuando el mayor suspiró devolviendo su vista al aparato en sus manos— Has dejado una torta en el horno.
JiMin hizo un puchero y tomó su propio celular— Puse el cronómetro en mi celular —dice, viendo este en la pantalla el cual casi le hace atorar con su propia saliva al vez que se habían pasado tres minutos del tiempo ¡El celular estaba en silencio!
Se apresuró hasta la cocina yendo al horno, por suerte no era mucho tiempo y el sabor no se afectaría. Sacó la gran bandeja del horno quemando un poco su pulgar en el proceso, pero no lo suficiente para preocuparse— Ay, en serio soy tonto.
No siguió prestando atención al ardor en su dedo y colocó la última torta que le había ordenado el alfa hacer en su lugar. Una vez se disponía a volver a la mesa, se encontró con su jefe en la barra de entrada— ¿No se quemó? —por un segundo JiMin pensó que el mayor se refería a él, pero este siguió hablando— sino te tocará volver a hacer la torta.
Se concentró en hacer aparecer una sonrisa en su rostro, cuando en verdad quería darle un golpe al alfa— Quedó perfecta.
Apenas esas palabras salieron de su boca, YoonGi se alejó yendo al segundo piso. Una vez ya no estuvo a la vista, JiMin levanto el puño al aire sacando su enojo por el mayor, terminó dándole un golpe a la barra del que se arrepintió por la dura superficie— Tonto y torpe, eso soy —susurró. Su vista cayó en la barra frente a él dónde se encontró con una bandita sin usar. La tomó y se preguntó desde cuando estaba en el lugar.
