Apenas lleva un año de haberse graduado de la secundaria y con pocas ideas de que hacer con su vida, JiMin se atreve a retomar su viejo amor por los postres, el lindo hibrido conejo entra a trabajar a una popular pastelería dónde planea observar al...
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El día temido por los pasteleros de Sweet Taste había vuelto, pero para JiMin esta es la primera vez que debe pasar por este calvario, como lo había llamado Kai.
Ni bien se colocó el cartel de abierto, muchas personas ya estaban esperando en las afueras del local. El pequeño omega se sorprendió de la aparente fanaticada que tienen los postres de YoonGi, Kai le había dicho pero era mucho más impresionante verlo.
Las órdenes no tardaron y él se colocó de mesero para no entorpecer aún con su novata experiencia.
—JiMin, mesa cinco —le indicó YoonGi entregando un pedazo de tarta de vainilla.
Rápidamente la entregó y continuó con el resto de clientes, sus pies se movían rápido, otra vez agradeció a la luna por su omega conejo sino hubiera caído rendido desde hace rato.
—Adiós, vuelvan pronto —despidió a una pareja que salía contentos del lugar.
—¿Qué tal va el infierno? —preguntó Yoona yendo a ayudarle a limpiar la mesa para dársela al próximo cliente.
JiMin río— Tan brutal como lo creí —respondí cómplice para dirigirse a la entrada ingresando al siguiente cliente— Bienvenido a Sweet Taste, entre por favor.
El viejo hombre asintió y siguió a JiMin hasta la mesa, este pudo escucharlo renegando de lo difícil que era entrar en el lugar, el omega prefirió no dar ningún comentario sobre esto.
Una vez le extendió el menú fue a traerle agua al hombre que le dijo que se tomaría su tiempo en pedir— ¿Cuánto falta? —preguntó a su primo que se encontraba cortando pastel.
—¿Para salir de aquí o para que te paguen? —preguntó divertido.
—Ambos —río el menor, tomando con cuidado el vaso con agua—, debo volver con señor gruñón —dijo alejándose del castaño.
Kai miró a lo quién se refería y su expresión— Esto no le gustará al jefe —dijo, llamando la atención de la rubia.
Yoona se acercó a preguntar que sucedía pero antes de que lo pudiera preguntar pudo ver al hombre que JiMin atendía— Oh no... ¿El jefe sigue ordenando las entregas?
El alfa asintió para continuar con su trabajo, la omega lo siguió segundos después sin despegar su vista del omega pelirosa.
—Nada me llama la atención ¿qué es lo mejor que tienen? —preguntó el tosco hombre.
—Nuestro pastel de helado de ron es muy popular —recomendó JiMin sin problemas.
—¿Cómo lo preparan?
—¿Disculpe...? —preguntó confundido JiMin— el helado es casero, usamos de las mejores marcas de ron que hay en Corea.
—¿Qué tipo de ron? —JiMin balbuceo sin saber que responder, el hombre lo miraba atento esperando una respuesta— ¿blanco, añejo, dorado? —dijo dejando a JiMin sin saber que decir— ¿que clase de empleado no sabe eso?