NUESTRO SECRETO [J•W]

•01•

DAILA JONES

-Vamos hija, ya verás que te gustará.- Fueron las lindas palabras motivacionlales de mi madre.

Ahora mismo me encuentro volviendo de mis vacaciones de verano, el avión está apunto de aterrizar y agradezco demasiado eso. Me duele el trasero de estar 8 hora sentada este estúpido asiento.

La verdad no quería que la vacaciones terminarán. Y no es porque no quiera volver a la escuela, en cierto modo si, ¿a quien carajos le gusta la escuela? porque a mi no. Volviendo al tema, no quería regresar a Atlanta.
Mi vida esta a punto de cambiar, bueno eso sonó muy dramático, solo me voy a cambiar de casa, no de país. Pero lo dramática nadie me lo quita.

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-¿Te gusta?

No voy a mentir, es una mierda.
Los colores son pálidos, no le encuentro chiste a esto. Se supone que mis padres compararon la casa más linda del vecindario, pero sinceramente la veo igual a las demás con sus estúpidos colores blanco y gris.

-No está mal.- Digo por fin después de analizar cada parte de la fachada de esta casa.

-¿Por qué no vamos a ver tu habitación?, seguro ahora es muy simple, pero podemos decorarla.- Mi madre me tomó por lo hombros y me empujó adentro de la casa.

-¿Que te parece?.- Dijo mi padre esta vez, el cual había estado observando la gran y un poco linda, si se puede decir eso de la casa.

No dije nada ya que justamente sonó el timbre de la casa.
Mi madre fue a atender y regreso con dos bolsas en las manos.

-¿Quien quiere cenar?.- Dijo esta alzando las bolsas en el aire.

Mi padre soltó una alegre "YOO", mientras se sentaba en la gran mesa del comedor. Yo hice lo mismo.

Nunca me voy a cansar de decir que el sushi es la comida mas deliciosa del mundo. Y el que diga que no, que se joda.

-Sube a ver tu habitación mientras tu madre y yo vamos a ver lo último para regreso a clases.- Estaba por meter mi último rollito a la boca cuando mi padre hablo.

Lo había olvidado, mi tiempo en escuela intermedia había terminado, eso quiere decir que es hora de ir a la secundaria, o como le dicen acá en Estados Unidos, High school.

-¿Me dejaran sola en esta enorme casa? ¿Y si esta embrujada?.- Solté dramáticamente.

-Daila, la casa no está embrujada. Además tienes a Pinky para que te cuide.- El nombrado ladea su cabeza y suelta un chillido perruno.

Pinky es mi perro, es de raza Boyero de Berna. Y es igual de miedoso que yo, entonces, ¿quien saldría corriendo primero?.

Mis súplicas no fueron escuchadas. Me encontraba sola en casa recogiendo lo que había quedado en la mesa después de haber cenado.

Decidí subir a mi habitación o a la que se suponía que iba a ser mi habitación.
Sinceramente es algo linda, aunque demasiado simple. Comencé a observar cada detalle de ella, es demasiado amplia, tiene un gran baño, un gran armario y una gran ventana, la cual llamo mi atención.
Me dirijo hacia ella y pude ver que pegaba directamente con otra ventana de una habitación de la casa vecina. Esta estaba abierta y pude ver a un chico jugando videojuegos.

¿Sonaría muy acosadora si digo que me quede más de cinco minutos observando al chico?

Me hubiera quedado más pero Pinky salto sobre mi haciendo que caiga hacia atrás, golpeando un de los muebles que estaban ahí. Este soltó un gran sonido, y cuando digo "gran" es porque fue grande.

-Pinky.- Regañe a mi perro el cual solo agacho su cabeza en forma de disculpas.
Iba a voltear a observar a chico de nuevo, pero me percate de que el ya lo hacia conmigo.

Mil ideas pasaron por mi mente. ¿Y si me demanda por acoso?

Estoy segura de que mi cara es un tomate ahora mismo. Seguí observando a aquel chico el cual seguía sin decir nada y sin quitar su mirada de mi. Creí que me diría algo como "Hey tu, deja de acosarme niñita". Pero este solo sonrío y siguió en su vídeojuego.

¡Dios, que pena!

Decidí dejar de acosar y cerré las cortinas y ventana.
Eso fue demasiado extraño y vergonzoso, pero de verdad que el vecino tiene una hermosa sonrisa!!
No sé si me arrepiento del todo.

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Primer capítulo ☆

Se me hizo cortito, pero creo que esta perfecto para dar inicio a la historia.

Espero la disfruten <3

Con cariño: Milly