Su mirada fija en su figura reflejada en el espejo frente a ella. Un lindo vestido color azul adornaba su lindo y delicado cuerpo.
Su cabello perfectamente alaciado y un maquillaje simple pero lindo.—Pequeña princesa –Anna, su madre, entró a su habitación quedando asombrada por la belleza de su hija.
—No quiero ir –pronunció con la voz cortada, el ir a ese baile ya no le entusiasmaba tanto.
—¿Dejaras a Javon, solo? –se acercó para tomarla de los hombros.
Al escuchar el nombre de su mejor amigo la mente de Daila no pude evitar recordar cada uno de los momentos que han pasado juntos. A Daila le gustaba y quería a Javon, pero también amaba a Jaden de una manera inexplicable.
—Mamá... –pronunció la pelinegra.—¿Y si lastimo a Javon?
—¿Te gusta Javon? –Daila asintió.—¿Lo amas?
La ojiverde dudo en responder, pero lentamente fue asintiendo.
—¿Estas enamorada?
La mirada de Daila bajo hasta sus zapatos y se quedó ahí por unos segundos.
—No lo sé, mamá –hablo Daila, estresada de la misma pregunta.
¿Realmente amaba a Javon?
Pues claro que lo hacia. Pero no estaba enamorada de el, sino de su hermano. Y eso la jodia porque sabía que estar enamorada de Jaden Walton sería un jodido infierno.
—Solo escucha a tu corazón, mi vida –soltó Anna antes de darle un abrazo a su hija.
Su momento madre e hija fue interrumpida por el sonido de un auto, Javon había llegado por Daila.
Se separo de su madre para tomar un pequeño bolso, donde pondría su teléfono y algo de dinero por si acaso.
—Mamá... –Daila llamo la atención de su madre antes de salir de la habitación.— No le digas a nadie, será nuestro secreto.
(•••)
—Te ves hermosa –pronunció Javon al ver a la pelinegra saliendo de su casa.
—Te ves genial tu también, lindo chico.–las manos de Daila viajaron a la chaqueta del traje de Javon, acomodando un poco la corbata que hacía juego con su vestido.—Listo –dijo para después darle una linda sonrisa de labios cerrados.
—Permiteme –el castaño se alejo de la chica para abrir la puerta del auto que los llevaría al baile.—Adelante, bella dama.
—Muchas gracias –soltó Daila antes de entrar al auto.
Una vez ambos estaban dentro de auto Javon decide hablar.
—Le pregunte a Jaden si quería venir pero dijo que no. Prefería ir el solo, pasaría por Angela.
La cabeza de Daila bajo lentamente mientras está asentía de la misma manera, escuchar eso le había dolido. Más aún cuando creyó que en un momento Jaden la invitaría a ella.
—Después del Baile... –volvió a hablar el castaño.— ¿Podemos ir a un lugar a solas, para hablar?
Daila no tardo un segundo en asentir y darle una sonrisa a su amigo. Ocultando el dolor que tenía por dentro.
—Si, claro que si –una sonrisa se formó en sus labios.
Después de eso la mirada de Daila viajó a la ventana, mientras que la de Javon fue al frente para encender el auto y ponerlo en marcha.
(•••)
—Te ves hermosa –una rubia fuera de la escuela esperaba por su mejor amiga.—Te la robo un segundo, Javon.