JADEN WATON
—No recuerdo haberlo hecho.–Hablo la acosadora, quien se encontraba en la cafetería de la escuela.
—Pero lo hiciste, ahora tienes que ir, si o si.–Dije mientras comía de mi almuerzo.
—¿Es muy necesario que yo vaya?
—En realidad no.
—¿Entonces?
—Lo prometiste, así que ahora tienes que cumplir.
La chica solto un suspiro con enojo y volvió a hablar.
—Bien, pero esta vez no te buscaré yo, tu tendrás que estar ahí puntual.–Dijo la chica mientras de cruzaba de brazos.
—De acuerdo.–Me levanté del asiento y salí de la cafetería.
Hace unos días Dai había prometido ir a verme entrenar, así que tuve que recordarselo porque estoy seguro de que me dejaría plantado.
—Hey Jaden.–Me tope a mi hermano por el pasillo.
—Hey.–Lo salude.
—¿Iras a entrenar hoy?.–Yo asentí.—¿Te acompaño?
—Mhm..esta vez no.–Mi hermano cambio su cara a una de confusión.
—¿Seguro?
—Si.
—¿Okay..?
—La próxima si quieres.
—De acuerdo, en ese caso me voy a casa. Mis clases terminaron, estoy libre.
—Bueno nos vemos.–El se despidió y se fue.
Javon siempre me acompañaba a mis entrenamientos, si me dolió un poquito decirle que no.
...
—Creí que no llegarías.–Dijo Dai un tanto molesta.
—Perdóname, el profesor de lengua estaba contando una de sus historias aburridas.
—Bien.
—Quita esa cara de amargada.–Dije al ver la cara de la pelinegra.
—No hables y solo camina.–Dijo.
No dije nada y comencé a caminar, ella me siguió y pronto se acoplo a mi paso.
...
—Bien, te quedaras aquí a observar hasta que le entiendas.–Dije cuando ya estábamos en las gradas del campo de entrenamiento.
—¿Solo así?...¿Nada más?
—Si, solo así.
—Okay, pero ¿quien es el malo y quien es el bueno?
—Nadie es el malo y nadie es el bueno. Somos el mismo equipo, solo es un juego de entrenamiento.
—Pero supongamos que estamos jugando a los superheores y los villanos.
Solté un suspiro pesado antes de contestar a su pregunta.
—Evan es el villano y yo soy el héroe.–Dije mientras negaba y cubría mis ojos con mi mano izquierda y la derecha mi cintura.
A veces es como una niña pequeña, es muy inocente. Es una de las cosas que me gustan de ella.
...
—¡VAMOS JADEN!.–La escuche gritar.
Estaba apunto de batear cuando escuche sus gritos desde las gradas.