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DAILA JONES

2 días exactamente habían pasado desde lo acontecido aquella noche, no había vuelto a hablar con Jaden o mirar a Jaden.

Después de aquel sueño todo fue extraño, fui al árbol un par de veces buscandolo, pero ninguna lo encontré ahí.

Tres de las seis veces que visite nuestro lugar, fue exactamente esperando a que el estuviera, pero ninguna fue así.

A la cuarta perdí la esperanza.

Aunque me duela, creo que estar lejos de él es lo correcto, después de todo a mi me gustaba su hermano, no el.

—¿Entonces?.–Habla mi madre.—Daila, cariño, reacciona.

Mi madre comienza a pasar su mano por mi cara.

—Uhm.–Hice un sonido en forma de "continua, te escucho".

—¿Que pasa, Daila?, te he notado distraída estos últimos días.

—No estoy distraída.–Dije dándole un sorbo a mi vaso.

—¿Entonces por que acabas de beber de mi licuado en lugar del jugo de naranja?

Al escuchar esto escupí la asquerosa bebida color verde.

—Es asqueroso.–Dije limpiando mi boca con una servilleta.

Mi madre solo me miraba mientras reía.

—No es gracioso.–Hable un poco molestas, pero esto no hizo que mi madre parara.–Bueno, si.

Yo también comencé a reír junto a ella. Después de todo si tenia razón, estuve distraída estos últimos días. Y la razón tiene nombre y apellido.

Había mandado más de unos 35 mensajes al día, ninguno había sido respondido.

Ni siquiera se tomó el tiempo de leerlos, simplemente los ignoraba.

Fui a su casa más de tres veces, quería hablar con el, quería preguntar por que ignoraba mis mensajes y por que no había subido al árbol, era extraño no ver a Jaden allá arriba. De todas maneras fue inútil, de las veces que estuve allá, nunca lo vi a él.

—Entonces, ¿Iras al baile de navidad?.–Pregunto mi madre.

—No puedo creer que ya tengamos 4 meses viviendo acá.

—Ni yo, el tiempo pasa rápido.–Soltó un gran suspiro.—Dime una cosa Daila.–Yo no dije nada y asentí para que continuará.—¿Ya no estas enojada porque nos mudamos?

—La verdad es que con el tiempo se me paso, me acostumbre acá, así que por favor no digas que nos tenemos que mudar de nuevo.–Dije recordando la última vez que me dijeron que nos mudariamos, paso exactamente lo que esta pasando ahora mismo.

—No cariño, solo que tu rencor por venir a acá se paso demasiado rápido. ¿A que de debe?.–Pregunto ella con una sonrisa burlona mientras alzaba las cejas.

—Digamos que conocí a demasiadas personas especiales aquí.

—¿Entre ellas esta un chico?.–Entre cerro los ojos.

—No mamá, no empieces.

—Vamos, no le diré nada a papá. Solo recuerda que aún no tienes edad para un novio.

—Mamá, tu primer novio lo tuviste en secundaria, a los trece años.

—¿Por dios, aun recuerdas cuando te conté eso?

—Si, tenía diez años y lo dijiste porque te había contado que me atraía un chico.

—No creo que quieras que tu primer relación sea como esa.–Dijo riendo casi a carcajadas.

NUESTRO SECRETO                                                   [J•W]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora