Μ π α λ έ τ ο

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Μπαλέτο (Baléto)= Ballet.




Shannon corría con todas sus fuerzas a través del laberinto que supone la base de Rusia de Cobra Kai. Sus cabellos se pegaban a su frente debido al sudor y la sangre. Escuchaba cómo los malditos se acercaban más y más. Estaban por alcanzarla. Tenía que correr con más fuerza, tenía que ser más fuerte que ellos. Tenía que salir, tenía que llegar a Johnny antes de que le hicieran daño.

Sus piernas quemaron con fuerza por el esfuerzo. Por más que quisiera, ya no querían responder con la misma intensidad. Su velocidad estaba bajando por más que quisiera que la adrenalina hiciera su trabajo. Que se impulse, que le ayude a llegar más lejos. Que le dé la fuerza suficiente para poder seguir corriendo. Para poder escapar, para llegar a la luz blanca. Estaba cerca, ¡sólo un poco más, maldita sea! No, su cuerpo no le podía fallar en esos instantes.

Debía ser fuerte. Debía darlo todo para poder ser libre. Pero la misma maldita de Cobra Kai comenzó a ganarle. Comenzaba a consumirla con todas sus fuerzas. Estaban tragándosela poco a poco. Para llevarla al fondo del mundo. Para hacerla sumergirse en el espeso sabor del cobre de su sangre. Pronto, su cuerpo dejó de reaccionar. Ya no corría.

Sus ojos se inyectaron de oscuridad. Gritó, pero nada de ruido salió de sus labios. Pronto, la luz apuntó a sus pupilas y dañó su vista por instantes. Estaba atada en una cama sucia y pútrida. El colchón roto y apestoso. Las sogas sosteniéndola con fuerza y rozando su piel expuesta. Estaba completamente desnuda y, pronto, unos matones estaban metiendo sus vergas dentro de ella. Haciéndola llorar.

La oscuridad volvió a consumirla. Las risas y hediondos alientos de los malnacidos que estaban violándola desaparecieron. Ya no estaba atada, ya no estaba desnuda. Estaba en el suelo de madera. Estaba vestida. La luz se inclinó ante ella de manera espectacular en nivel cenital. Apuntándole con ferocidad y la música comenzó. Estaba con un atuendo de ballet negro con un símbolo rojo en el centro de una especie de reloj de arena. Perfectamente peinada y zapatillas negras. Sus manos estaban llenas de sangre hasta los antebrazos.

Bailó, bailó como sólo ella sabe hacerlo. Demostrando la perfecta belleza que es. Recordando la dureza con que fue educada para ser siempre la mejor. Cuando baile y cuando mate. Ella no debía fallar en nada. Debía ser rápida, audaz, fuerte y perfecta. Nunca fallar. Ella es la musa de cualquier poeta, escultor y pintor.

Ella es el final de un escritor de canciones muerto. Ella es el anhelo dividido en una espesa niebla andando, renuente, triste y melancólica. A punto de llegar a la luz azul de la inocencia femenina. Entonces, sería la fuerza y el terror encausado por las llamas de la ira, el miedo y la empatía. Tenía que ser eso y más. Tenía que ir más allá de los límites. Dar la rima al desolado, dar la sonata al sordo, dar el odio al amor, dar la felicidad al desasosiego.

Corre, Shannon. Corre, ¡corre porque aquellas manos negras están por atraparte en la oscuridad! Lo intentó, corrió con su perfecto vestuario a través de los bosques. Los gritos, los llantos de todo lo que ha visto y causado resonaron en su mente. ¡A casa, corre a casa! Por favor, déjenla en paz. No podía, no podría llegar al final. Las zapatillas se rompieron, el tutú se despidió en una gruesa rama. Cortadas y sangre comenzaron a bañar su cuerpo. El cabello perdió su figura, rojo como su sangre, dejando atrás el rubio falso, ondeándose en el aire al compás de sus pasos. Pidiendo una oportunidad, usó sus manos para quitar las ramas secas del bosque por donde corría.

Hasta que acabó el sendero, el camino acabó. No pudo frenar. Y cayó en el fondo negro otra vez. Siendo atrapada por aquellas malditas manos. Estaba asustada, demasiado asustada. De ser violada otra vez, y otra vez y otra vez. Seguía escuchando los gritos de los lamentos, entre ellos, estaban los suyos. Las navajas cayendo sobre su cuerpo, la tensión. Lágrimas, grasa, sudor y sangre corriendo por su piel amoratada y llena de dolor. Las oscuras manos la despojaron de sus ropas nuevamente y la dejaron en el fondo.

La Jaula de las Locas. (LawRusso) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora