Σ κ λ η ρ ό τ η τ α

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Σκληρότητα (Sklirótita)= Crueldad


ADVERTENCIA: Me veo en la fuerte necesidad de dejar esto antes de proseguir con el capítulo. ESCENAS CON CONTENIDO SEXUAL VIOLENTO. Si te consideras una persona sensible, te pido que te saltes el primer acto del capítulo y busques la primera separación (...).

Sobre aviso no hay engaño.

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Eddie apresuró el paso de su adquisición tanto como pudo sin parecer meramente un brusco frente a los demás. Estaba algo desesperado, pues tenía una sorpresa para Johnny. Porque él mismo se considera un verdadero hombre a seguir. Así que empujó escaleras arriba al prostituto, instándole a que camine frente a él. Todo, obviamente, para tener en primer plano el movimiento de sus caderas andando de un lado a otro; y la manera en que la tela se resiste frente al enorme culo que posee, era una deliciosa perdición.

Le dio una nalgada por gusto. Sonora y grosera.

El sobresalto del rubio le excitaba y su gesto tan serio y estoico es algo de lo que disfruta. Pues sabe perfectamente que todo es una simple fachada para sobrevivir ante el imposible mundo en el que terminó cayendo aquel bello ángel sin hogar ni propósito propio.

Johnny ha tenido que cargar las responsabilidades de otros desde muy pequeño. Y Dutch es una de ellas, no la puede evitar. Es algo que debe de hacerle frente si quiere que se detenga. Debía de pelear si quiere ser libre de alguna u otra manera.

Subieron al sexto y malnacido piso y caminaron por ese pasillo de poca luz. Era un gran candelabro de alusión al oro y los diamantes con poca intensidad para todo el corredor de alfombra rojiza. Las puertas de roble tallado pegadas a las paredes cubiertas con papel tapiz de exuberantes patrones negros. Tal como sería un típico burdel. La Jaula de las Locas siempre ha mantenido ese aire de lo usual y de lo clásico.

Dutch traía la llave de la suite que les tocaba. Era la tercera a la derecha, y abrió. Johnny entró, esperando la rutina de cada mes: ser empujado contra cada mueble, mientras es besado sin permiso o consentimiento propio. Siendo ultrajado por una inmensa cantidad de juguetes e ideas mórbidas provenientes de ese hombre. Maltratado y sodomizado hasta los últimos límites de su capacidad: teniendo que usar las palabras de seguridad y alto total en más de una ocasión; y siendo ignorado en el setenta por ciento de sus ruegos. El sadomasoquismo es un tema delicado, pero a Dutch no le interesa, no respeta las reglas de ello. No le interesaba la manera en que dejaba a Johnny, claro.

Pero no esperó a que los guardias de su comprador entren. Lo lamentó, probablemente tendría mayor trabajo. Suspiró.

—Cariño —comenzó Dutch sonriendo—, desvístete y ponte en cuatro en la cama.

Johnny hizo lo pedido, sin rechistar ni recordarle a su comprador que era menester el firmar el contrato u ofrecer de beber a los presentes algún buen vino o licor. No quiere menguar el ambiente, quiere que todo acabe. Más sabía que esto recién comenzaba. Se quitó los zapatos y su ropa inferior, para dejarlos en perfecto orden sobre una silla al lado de la enorme cama. Subió gateando y quedó en cuatro: como Dutch le exigió.

El hombre con barba de pocos días se quitó el saco y arremangó su costosa camisa blanca. Se acercó al armario donde están los juguetes de aquella habitación, limpios y esterilizados. Preparados para el uso instantáneo. Y tomó una soga encerada de algodón de color negro de cerca de diez metros de largo y una venda roja; su sonrisa se amplió. Tomó los fuertes brazos de Johnny para pasarlos detrás, a la espalda y cruzarlos; de tal manera que deslizó la soga por debajo del cuerpo. Y comenzó una serie de patrones con nudos en ocho que tensaba a cierta fuerza entre el tronco y los brazos del prostituto; terminando esa parte después cinco vueltas, donde la última se centró en los brazos del rubio. Posteriormente pasó a amarrar las muñecas con tres vueltas cada una y hacer un complejo nudo que le permita bajar a la cadera, rodearla dos veces y pasar la cuerda entre las dos prominentes nalgas del sumiso e irse a la pierna izquierda. Fue en esta ocasión condescendiente y no juntó el muslo con el tobillo como acostumbra; sino que simplemente rodeó la parte superior de la pierna cuatro veces, dio vuelta en la muñeca cercana, hizo nudo en la espalda baja y pasó a la otra pierna para hacer el mismo proceso. Finalizando con la muñeca contraria el complejo amarre.

La Jaula de las Locas. (LawRusso) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora