Todos luchamos con nuestros propios demonios a diario, esos que atormentan nuestros propios pensamientos y nos obligan a llevar una vida gris o nublada, porque si, ellos están ahí para nublar tus pensamientos, para no dejarte ver mas alla de lo negativo o no lo entenderías nunca, hasta que lo vivieras.
Cierro el pequeño diario y suspiro dramáticamente cuando lo guardo en mi maleta.
-¡Vamos Mish, tenemos que darnos prisa!.La voz de mama se escucha desde la primera planta. Finjo no escucharla mientras reviso a propósito con demasiada lentitud las cosas que llevo en mi maleta.
-¡Que te des prisa!-Salto de un golpe cuando Malena abre la puerta de mi habitación con su alboroto.
-¡Que ya voy, no vez que no he terminado!.
Sin mi permiso entra y se deja caer en la cama, con una sonrisa estampada en su cara.
-No puedo creer que vayamos a volver a Maladad después de tanto tiempo.
-No entiendo que tiene de emocionante, aquí estamos perfectos, volvernos ya no tiene sentido.
-Vamos a reencontrarnos con tanta gente Mishell.
Alardea emocionada y sale despavorida, no sin antes pedirme que me diera prisa.
Termino por hacer mi maleta y me siento en la cama.
Es justo por lo que no quiero volver, porque no quiero reencontrarme con nadie. El solo pensarlo me hace presa del pánico, y me descoloca tanto, porque he superado muchas cosas, he puesto empeño en ello y tengo miedo que todo eso se vaya de la nada.
-¡Mishell Antonella, te prometo que si en este instante no te reúnes en el comedor con el resto de la familia, te meterás en problemas!.
-¡Mamá! no me llames de esa forma-Grito horrorizada al escuchar mi nombre completo.
-Sal de tu habitación.
-Si señora.
Obedezco a Mamá en modo militar y me uno con mis hermanas en el comedor, efectivamente todos están listos, de hecho tobby también lo esta.
-Luana hermanita, ¿Porque tu perro viajara con nosotros?, ¿no han sido suficientes todo los juguetes que llevas?.
Mi hermana pequeña sonríe y me convence de llevar a su feo perro.
Serán varias horas de viaje, así que nos acomodamos en nuestros asientos.
Mis dos hermanitas menores van profundamente dormidas, en cambio yo no he podido hacerlo.
-Te vas a quedar sin uñas.
Despego la vista de la ventana y observo a mi madre conducir y dejo de hacerlo.
-Supongo que son los nervios-Me encojo de hombros.
Hablar con mi madre sin tapujos es de lo mejor que he aprendido hacer, la terapia ayudo mucho a la confianza exterior.
-Veras que no es tan malo estar de vuelta-Sonríe y se enfoca en la carretera.
Espero que no sea tan malo, ya no soy la misma chica, he aprendido mucho.
-Vamos Mish, la abuela esta preguntando por ti.
Mi hermana me sacude sin suavidad alguna y me obliga a despertar, no se en que momento logre hacerlo, pero es bueno...
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Cuando vuelva a salir el sol.
Teen FictionMishel tiene un pasado que superar, un pasado que quiso dejar en su antigua ciudad, pero que aun la sigue persiguiendo a donde quiera y va. Este verano su familia deberá volver a lo que todos llaman casa, pero ella solo quiere volver huir de allí...