THE SIXX

Ocho meses lejos.

—Nikki... Creo que los dejaré hablar solos.

—Sí, es lo más correcto niña. — La rubia se puso de pie dejando ver su cuerpo completo, una de las razones por las que Nikki se fijó en ella, tenía una figura muy distinta a la de su esposa, pero no se le comparaba ya que el cuerpo de Marlena siempre le pareció algo espectacular desde los 15 años. Aunque sabía que a esa edad no debía de verla de esa manera —. ¿Cómo haz estado mi amor?... desde Pittsburg que no me llamas, déjame pensarlo ¿Cómo hace tres meses?

— Marianne, podríamos hablar en otro lado. Éste no es el momento ni el lugar adecuado. Estas en nuestra casa y debo de hablar con mi esposa antes. — Nikki trato de guardar la calma por un momento —. Marlena... creo que debemos acompañar a nuestra no invitada a la puerta amor.

— Ahhh, Nikki, en serio, si necesitan hablar, puedo esperar en otro lado, puedo preparar la cena con Tommy... — La castaña fue interrumpida por una fuerte reclamación de la rubia —.

— Iré directamente al grano cariño. Ya que se ve que eres demasiado inocente para darte cuenta... ¿Acaso Nikki siempre te ha tenido oculta en grandes castillos mientras el recorre el mundo? Ja... ja... ja... ¿Cuántos años tienes cielo? — Volteo a ver a la castaña que sólo se refugiaba atrás del brazo derecho tatuado de su esposo —. Según tengo conocimiento eres cómo cinco años menor que él... ¿Estoy en lo correcto?

— ¿A ti que te incumbe eso Marianne? — Nikki sólo cubrió más a su esposa, ya que sabía que en cualquier momento la rubia lanzaría su veneno y dañaría esos casi diez años juntos. Con una frase que el ya imaginaba y saboreaba cómo lo peor que pudo hacer en el mundo. Hasta ese momento en que escucho una voz débil respondiendo —.

— Si, cuando conocí a Nikki yo tenía 15. — Marlena ahora se veía intrigada por saber algo que dijera Marianne, esperando quizá lo mismo que su marido "¿Acaso Nikki estuvo casado antes?, ¿Le debía dinero?, ¿Sería alguna novia en busca de venganza?". Todas las ideas posibles rondaron la mente de Lena menos una —. Me case con él a los 17... Él tenía 22, bueno fue una boda en las Vegas, algo lindo y sencillo... ¿Porque la pregunta?

— ¡Wow!... ¿En serio Sixx? Nunca hablaste sobre que te habías casado ni esa historia de amor... Sólo inhalabas y te metías con cualquier cosa con piernas y vagina — Marianne busco en su bolso algo. Nikki temía lo peor —.

— Marianne, por favor, podemos hablar en otra ocasión.

— ¿Hablar de qué?... ¿Él cómo me enamoraste y dejaste? ¿Cómo fue que solo me usaste porque esa foto de tú esposa en lencería o en la piscina o la foto más linda e inocente del mundo donde está sentada con ambos cachorros ya no era suficiente para ti? ¿Acaso le cuentas que durante estos ocho meses tuviste uno de descanso dónde no diste giras en ningún lado y te quedaste en Pittsburg? ¿Recuerdas que buscaste a una chica que se coló en tú camerino? ¿Y que era una pobre bailarina a la que le juraste que ibas a dejar a tú esposa porque solo era una niña que no sabía darte lo que querías? ¿Acaso le contaste eso Sixx? — Marianne había gritado todo eso, mientras Nikki sentía cómo las manos de Marlena soltaban su brazo y se movía hacía atrás alejándose de él—. ¿Le contaste que te presente a mis padres?, ¿Qué me llevaste durante un mes completo contigo? ¿Qué perdiste las fotos que te regalo? ¿Ya le comentaste que tuvimos tanto sexo que una de las veces que la llamaste para no sentirte tan mierda, lo estabas haciendo conmigo mientras hablabas con ella? —. Marianne sonrió muy triunfante —. ¡Ups!, ¿Acaso aún no le contabas nada mi amor? — Nikki sólo sintió un frío recorrer todo su cuerpo, se sentó en su sillón y puso su rostro entre sus manos —.

— Nikki... Frankie... di algo por favor. — Marlena buscaba que su esposo le dijera lo contrario —.

— ¡QUIERO QUE TE LARGUES TÚ Y TUS PUTAS AMIGAS NO QUIERO A NADIE EN MI MALDITA CASA! ¡SI NO VOLVÍ CONTIGO FUE POR UNA MALDITA Y SIMPLE RAZÓN! ¿ACASO ERA MUY DIFÍCIL ENTENDERLO?, ¡SOY UN MALDITO HOMBRE CASADO Y LO TUYO FUE UN ERROR UNO QUE COMETÍ BASTANTE CANSADO Y DROGADO! — Había terminado con la paciencia de Nikki, causando que este tirará varias cosas que tenía sobre un mueble, haciendo que ambas mujeres saltaran del susto —. ¡NO QUIERO VOLVERTE A VER CERCA DE MI O DE MI MUJER, MUCHO MENOS CERCA DE MI MALDITA CASA! ¡VETE A LA MIERDA!