MI PEQUEÑO SECRETO 👶

CAP 6

26 DE ABRIL 2018

Ha pasado varias semanas y no he vuelto a saber de Daniela, ya decía yo que muy insistente estaba con el tema de hablar conmigo, además sabiab que no se iva hacer cargo, digo una chica con dinero, se le ve en la forma que se viste y ademas de guapa no, digo que debe ser toda una mujeriega que se acuesta con cientosb de mujeres al año.

Me levanto y me doy una ducha rápida ya que se me está haciendo tarde para ir a la tiendita de doña lina, ojala hoy sea un buen día y  logremos vender por los menos algo.

Ya en la tienda me mantengo en el mostrador, ya que soy la cajera del lugar. Empiezo a cobrar a las personas que entra y sale hasta que así se me pasa el día.

Con doña lina no la pasamos hablando de como tengo que cuidar de mi embarazo, ya que ella tiene más experiencia que yo, ya que tiene dos hijos los cuales son unos ingratos que se fueron del país y la dejaron sola después de todo el esfuerzo que hizo para educarlos y darles una buena niñez con limitaciones pero al fin y al cabo una buena niñez.

Pasadas las 8 de la noche emprendo camino hacia mi casa si es que se le puede llamar casa y le doy las gracias a Dios de que la tiendita de doña lina quede a menos dos cuadras de mi casa, ya que no tengo que gastar mi poco efectivo en taxis o en metro. Llego a casa y me sorprendo al ver a Daniela frente a mi puerta.

-Que haces aquí? -pregunto molesta

-Vine hablar contigo de algo serio, podemos pasar

-Bien -le digo de mala gana

Entramos y ella solo se queda mirando el lugar donde vivo con mala cara, luego vuelvo a verme y trata de esconder la mala cara que hizo regalandome una sonrisa forzada.

-Quieres agua? -pregunto a propósito porque se que no va aceptar

-No, no yo acabo de beber algo antes de venir -dice incomoda

MENTIRA

se le notaba a kilómetros, que no está diciendo la verdad.

-Pues entonces siéntate -digo maliciosa ya que el pequeño sofá no es lo mas limpio que hay en la casa.

Me le quedo viendo de brazos cruzados y con pesar se sienta en la orilla del sofá. Me quede mirandola un buen tiempo y puedo leer desagrado en su expresión.

-Bien -dice removiendose en el sofá -como ya había mencionado antes vine  hasta aquí para llevarte conmigo

-Cosa que no va a pasar -digo dandole una mirada fulminante

-¿pero porque no? -dice de manera caprichosa

-¿es enserio? -pregunto con una ceja levantada

-Claro que si, mira la manera en como vives pareciera que este piso, si es que se le puede llamar así, va a caer en cualquier momento

-Vivo perfectamente aquí, y mi bebé puede crecer sano aquí conmigo, no necesitamos de lujos ni nada de eso

-Por dios oyes lo que estas diciendo ¿verdad? -dice ahora si enojada -Como crees que un bebé puede crecer en un ambiente tan marginado y lleno de mugre

-No tienes derecho a juzgar el lugar donde vivo -digo con los ojos aguados malditas hormonas -No todos podemos permitirnos vivir una vida de lujos

-No te estoy juzgando solo digo la verdad -dice parandose y acercándose hacia mi -Piensa en nuestro bebé, en verdad quieres que fresca en un ambiente así, cuando puede tener una vida llena de comodidades si te vienes conmigo

-Tu solo quieres esperar a que de a luz para quitarme a mi bebé -digo al borde del llanto

-¿acaso eso salio de mis labios en algún momento? -pregunta tomando mi barbilla y haciendome que la mire a los ojos

-No pe-pero... -no llegue a decir la frase completa cuando ya tengo sus labios sobre los mios en un beso suave y dulce que me arranco un suspiro

-Pero nada -dice después de terminar el beso pegando su frente a la mía -quiero que lo pienses, te daré el tiempo que necesites ¿bien? -yo asiento embobada.
Me da un beso en la frente y así como llego se va.