CAP 11

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22 DE JUNIO 2018

me despierto gracias al rico olor a café que se cuela desde la cocina hasta mi habitación. Lo primero que hago es ponerme mis pantuflas color blanco que halle en uno de los estantes del cuarto de baño, luego voy a dicho cuarto a cepillarme mis dientes para liberarlos de ese desagradable mal olor, enserio no se como hay personas que hasta se besan con su pareja con ese desagradable olor, se que las personas que hacen eso es por la confianza que tienen unas con otras, pero yo no besarla a alguien con el aliento oliendo a pez muerto.

En fin luego de cepillarme los dientes voy hacia la cocina con mi sexy pijama de pantalón corto y blusa sin mangas de ositos. Me quede parada en el umbral de la puerta de la cocina y me quede mirando la preciosa y ancha espalda de Daniela quien solo lleva unos pantalones de pijama azul y un top deportivo en la parte de arriba. Puedo ver como sus músculos se contraen mientras se mueve por la cocina con agilidad y de un momento a otro ya no veo su espalda, mis ojos es tan clavados en esos dos globos que se hacen llamar nalgas, juro que tengo ganas de agarrarselas Mmm.

-Cuanto tiempo llevas ahí? -dice Daniela sacándole de mis pensamientos

-so...solo unos segundos -respondo aun un poco desconcertada

-¿Segura? -pregunta mostrando esa hilera de dientes perfectamente blancos y alineados

-Si -logro decir con la voz temblorosa

-¿Segura? -vuelve a preguntar pero esta vez acercándose lentamente hacia mi

-Si...Si -digo con voz mas temblorosa cuando siento su nariz muy cerca de la mía

-¿Segura? -pregunta ahora tomándome de la cintura y agachandose un poco para dejarme un beso en mi cuello, justo debajo de mi oreja izquierda

Acaricia mi cintura atrayendome mas hacia ella, se para recta nuevamente haciendo que tenga que mirar hacia arriba para poder verla a los ojos, sube su mano derecha y me acaricia la mejilla izquierda, la retira y acerca su rostro lentamente hacia el mio hasta que por fin sus labios tocaron los mios con suavidad,sentia que mi corazón se me saldría del pecho y casi podía sentir el de Daniela mientras subí a mis manos por sus pechos hasta entrelazarlas detrás de su nuca, me cosquilleaba la espalda baja y sentí que explotarla, me dio un suave mordisco que me hizo soltar un gemido, para después colar su lengua en mi boca, acariciando la mía de una manera alucinante, estaba a punto de sufrir un colapso cerebral. Aprieto los puños con fuerza detrás de su cuello donde aun tenia mis manos y suelto un suave gemido al momento en que sus labios se separan de los mios.

Daniela tras pasar varios minutos mirándome, vuelve al ataque pero esta vez Dios esta vez es mucho más intenso, con desesperación me saca la blusa de la pijama por la cabeza y al ver que no llevo sujetador suspira y me dice al oido:

-Vamos a la habitación pequeña -antes de darme la vuelta veo como de dos zancadas apaga lo que estaba haciendo en la estufa, me agarra de la mano y tira de mi para llevarme a su habitación.

Cuando llegamos a la habitación me agarra de la cintura suavemente mientras reparte suave besos por todo mi cuello hasta subir a mi cara, me da besos en mis mejillas, en la nariz, en la barbilla, para finalmente subir a mi boca, el beso sabia cálido y profundo quería ya estar entre sus brazos, en su enorme cama. Me despegue de sus labios y los lleve a su cuello, dejando suave besos en su dulce piel, mientras que Daniela bajaba con suavidad mi pantalón corto de pijama.

-Dime que pare ahora o después ya no querré detenerme

Subiendo la mirada y llevándola a mis ojos.

-No quiero que te detengas - digo dispuesta acabar con esta tensión sexual que nos estaba matando

Ante esa confesión Daniela se apresuró a quitarme las bragas, dejándome totalmente desnuda ante ella, la mire con deseo. Ella estaba esperando a que le quitara la ropa y lo hice. Comencé a quitarle su pantalón de pijama para luego quitarle sus boxers quedando frente a mi su amigote totalmente erecto.

Me incorpore, ella me levanto entre sus brazos y me llevo a la cama depositandome suavemente sobre ella. Comenzó a besarme nuevamente para después ir bajando hasta llegar a mis pechos y jugar con ellos, yo solo atine a contraerme y retorcer mi cuerpo sobre la cama, luego fue bajando por mi estomago donde depositó dulces besos dedicados al bebé, para luego seguir su camino hacia mi intimidad y me sorprendió cuando empezó a besarla lentamente.

Daniela se posicionó entre mis piernas ahora abiertas y me beso los labios suavemente.

Cuando introdujo su amiguito en mi interior, sabia que no había vuelta atrás. Solté un breve gemido mientras Daniela se movía con mayor intensidad, de tanto en tanto acariciaba mis sensibles pechos, lo cual hacia que mi sensación de placer fuera incrementado, al punto de llegar al clímax.

Daniela para no hacerme daño se tiro hacia un lado, pero aun así paso uno de sus fuertes brazos por mi cintura.

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