Capítulo 23: Revelaciones

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Las vacaciones de Navidad terminaron, y todos volvieron al colegio.

Harry agradeció el poder volver a Hogwarts, no porque no le gustara estar en su casa, sino porque en ese preciso momento no ansiaba mucho quedarse en Brunhild, no cuando su Tía Moroha había ido de visita y buscaba entrenarlo tanto con la espada con la divinidad.

Al principio ansiaba ambos entrenamientos, después de la primera sesión, trataba de escapar de su padre y sus madres para que no lo dejaran con ese demonio que era su tía. Aún temblaba al recordar sus infernales entrenamientos.

En fin, al reunirse con Tracey y Luna en el tren, las besó a ambas y las ayudó con sus baúles.

Al llegar a su compartimiento usual, se encontraron con Neville, Daphne y Hermione, aunque durante unos minutos el ambiente se tornó incómodo, puesto que los atraparon en cierta posición y actos demasiado vergonzosos para decirse.

Fue la llegada de Bridget y Jibril lo que calmó un poco las cosas y permitió que todos pudieran conversar, aunque aún habían sonrojos y sonrisas nerviosas en los rostros de dos castaños y una rubia.

- Oye Harry, ¿Qué fue eso de hace unas semanas?

- ¿Eh? ¿Qué pasó?

- Mi abuela se enojó de repente por una carta, y casi me hace jurarle que terminaría nuestra amistad.

- Ooooh, creo que ya se a que te refieres.

- ¿Entonces?

- Quiero suponer que su reacción se debe a mi decisión de desintegrar el Consejo Escolar, Penny estuvo de acuerdo conmigo en que lo mejor sería lidiar los asuntos de Hogwarts en Hogwarts, además, no queremos interferencia del Ministerio en la escuela.

- Así que fue eso... Casi me había asustado, creí que tal vez habrías roto la alianza entre los Longbottom y los Potter o algo así.

- ¿Romper la alianza Longbottom-Potter? ¿Porqué haría eso? Somos buenos amigos Neville, nada me haría romper esa alianza... ¡Es cierto! Hablando de la alianza de nuestras familias, tengo algo importante que decirte.

- ¿Qué es?

- Bueno, esto es un asunto un tanto más personal. Es sobre tus padres - eso inmediatamente hizo que Neville se tensara -. ¿Quieres que lo diga aquí o lo hablamos en privado? Aunque eso si, Penny debe estar con nosotros.

Neville junto sus manos y las llevo a su rostro, se talló un poco la cara y después accedió a que todos lo escucharan, estaban en confianza después de todo.

Penélope llegó solo un minuto después de que Harry le pidiera a Jibril que la llamara.

- ¿Ya has decidido? ¿Quieres que todos lo oigan?

- Si, estoy con mis prometidas y las prometidas de mi mejor amigo y aliado, no creo que haya nadie de quien desconfiar.

- Bien, entonces te diremos algo importante... Encontramos una forma en la que posiblemente podríamos curar a tus padres.

El castaño se quedó atónito al escuchar esas palabras, ¿Sus padres podían ser curados? Miró con anhelo a Harry y Penélope, quienes le sonrieron comprensivamente.

- Mira aquí.

Penélope sacó un enorme y pesado libro de su baúl, su portada era azul con detalles plateados y en el centro había un escudo familiar.

- ¡Espera! Ese libro es...

- Si, el Grimorio Ravenclaw, la reliquia más valiosa de mi familia.

Hermione miró con admiración el libro, aunque también con la mirada de una persona que mira su comida favorita o algo que ansia con ganas.

El Hijo del Gran Duque [Pausada Indefinidamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora