El Hijo del Gran Duque [Pausada Indefinidamente]

Capítulo Especial: Severus Snape

Este capítulo es para todos los que se preguntan como es que Snape y Harry son tan cercanos tan de repente.

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Después de esa primera clase de Pociones, durante unas semanas notó como Snape rehuía a su mirada, incluso lo ignoraba en clases, pasillos o el Gran Comedor, siempre buscando estar lejos de él.

Es por eso que Harry se las arregló para atrapar al profesor en su oficina, sin posibilidades de huir, pues varias barreras y encantos le impedían escapar de su propia oficina.

- Profesor Snape, ¿Puedo preguntar porque huye siempre que me ve? - preguntó Harry, con un tono tan inocente como el de un niño.

- Potter... No te hagas el desentendido, lo viste, ¿No es así?

Harry deshizo su expresión infantil y la volvió seria.

- Entonces respóndame, ¿Porqué me evita tanto?

- ¿Porqué? ¡Porque eres el hijo de James Potter! ¡Por ese bastardo yo... !

- ¿Mi padre? ¿Qué tiene que ver él con esto?

Las palabras del chico confundieron por un momento a Snape, que no pudo decir nada, pero no era necesario pues Harry siguió hablando.

- Mi padre esta muerto, ¿Porqué esto tendría que ver con el?

- Porque tú... ¡Porque tú... ! ¡PORQUE TÚ... !

Harry se asustó un poco cuando el hombre cayó de rodillas y comenzó a repetir su frase, mientras se agarraba la cabeza y gruñía por el dolor.

- ¿Qué demonios... ? ¡Pociones de odio! Si pelea contra ella entonces eso destruirá su mente...

Mientras murmuraba eso, Harry comenzó a vaciar su [Storage], buscando algún antídoto o algo que usar para curar al Profesor que seguía revolcándose en el suelo.

- ¡Diablos! ¡Diablos! ¡Diablos! ¿¡Porqué justamente ahora no recuerdo dónde puse ese laboratorio de pociones!?

Harry detuvo el flujo de maletines y baúles cuando vió uno aparecer frente a él, este era de color verde, con una cerradura de cuero negro.

Ese era el maletín que en el interior tenía un laboratorio de pociones completamente armado.

Ahora estaba seguro de poder darle el antídoto adecuado.

Pero...

- ¡Debí hacerle caso a Papá! ¡Prometo que voy a mantener acomodado mi armario a partir de ahora!

El chico continuó buscando, alarmandose cada vez más y más, pues Snape continuaba aumentando el volúmen de sus gritos, en ese momento Harry agradeció el haber puesto amuletos de privacidad.

- ¡Aquí esta!

Un vial de color rojo llamó la atención de Harry, que lo agarró y lo llevó a Snape, aunque tuvo que obligarlo a tragar porque el hombre no podía hacerlo por si mismo.

Una vez hubo tragado el líquido rojo, Snape cayó inconsciente al suelo y Harry tuvo que levitarlo de vuelta a su sillón.

Fue cerca de la medianoche cuando Snape por fin comenzó a mostrar señales de despertar.

- ¿Qué... pasó... ? ¡Agh! ¡Mi cabeza! - gruñó el hombre de cabello negro al sentir una fuerte punzada de dolor.

- Profesor, beba esto. - dijo Harry, poniéndole una botellita con un líquido café.

- ¿Qué... ? ¿Qué haces aquí?

- ¡Primero beba esto! Después puede preguntar.

Aún mirándolo con confusión y cautela, Snape tomó la botellita, la acercó a su nariz y la olfateó, parecía que estaba examinando en busca de venenos.

Finalmente lo tragó al no ver nada dañino en ella, casi al instante el dolor en su cabeza desapareció, siendo reemplazado por una sensación de calma y alivio.

- ¿Mejor?

- Si...

- Ahora bien, descanse un poco. Podemos hablar después.

Harry se puso de pie y se dió la vuelta, pero una voz lo llamó.

- Espera.

- ¿Qué sucede, Profesor? Lo mejor será que descanse.

- No, antes quiero hablar contigo...

- ¿De qué?

- De lo que preguntabas... Yo...

- Profesor, después de lo que pasó es más que obvio. Usted ha estado luchando contra una poción de odio desde ese día, de hecho, permítame disculparme por haber desencadenado ese sufrimiento en usted.

Snape abrió ligeramente sus ojos cuando Harry se inclinó respetuosamente frente a él.

Después, Harry abandonó la oficina.

La reunión que ambos habían deseado tener se realizó al día siguiente, en el que Snape dejó salir todos sus sentimientos reprimidos acerca de James y Lily Potter.

Ese día, fue el día en que la amistad entre Harry Mochizuki-Potter y Severus Snape nació.