El Hijo del Gran Duque [Pausada Indefinidamente]

Capítulo 3: Andén 9¾ y Hogwarts

- ¡HaaaaaaAAAAHHH!

Un enorme Golem de Oricalcum cayó al suelo estrepitosamente, tras verse atravesado y con su núcleo destruido.

- Heee, eso fue sencillo.

Un niño se acercó a los restos del monstruo y brincó encima de su cabeza, su cabello desordenado era de color negro azabache, sus ojos eran de colores diferentes, uno era de un brillante color verde esmeralda y el otro era de un intenso color rojo sangre. De su cabello, por encima de sus orejas, sobresalían unos cuernos de color morado oscuro y en su espalda se agitaban unas alas de color verde acuoso.

Ese niño era Harry Potter.

- Hey, Harry, lo hiciste bien. - le llamó Touya a la distancia.

- Oh, Papá. ¿Enserio? - preguntó felizmente el niño.

- Si, fue excelente y casi no desperdiciaste ningún material valioso. - felicitó el dios.

- Jeje, le he enseñado bien. - rió Elze.

- Por supuesto que lo hiciste, Mamá Elze, ¡Eres una maestra perfecta!

- No es por exagerar o alardear, pero tienes mucha razón.

- Ya, cálmense los dos, es hora de irnos. Hoy irás a Hogwarts, ¿Recuerdas?

Había pasado ya un mes desde ese 31 de Julio cuando Harry y su nueva familia realizaron el ritual de adopción de sangre.

Aparentemente algunas cosas habían sido diferentes a como debían ser, pues solo se debería haber agregado la sangre a la suya, no las habilidades o características inherentes de raza, pero ese cambio en el ritual habían causado que Harry se viera obteniendo los cuernos de la Familia Real demoníaca y las alas de la raza de las hadas. Y eso le gustaba, pues lo hacía sentir más cercano a su familia.

Pero eso no fue todo lo que ocurrió en el mes, no, aprovechando la nueva fortaleza de Harry, y que aparentemente después de ese ritual había obtenido la capacidad de usar todos los elementos mágicos incluído el Nulo, Harry fue entrenado en una sala especial inventada por la Doctora Babylon.

Era básicamente una habitación donde el tiempo pasaba más lento que en el exterior, un día dentro serían en realidad solo 15 minutos en el exterior, así que entrenaron a Harry ahí.

Yae y Hilde le enseñaron a usar la espada, obligandolo a cargar una katana y una espada de una mano en cada momento, siempre una en su cinturon y otra en su [Storage].

Elze le enseñó a pelear mano a mano, artes marciales, le ayudó a mejorar su resistencia, a controlar el chi y aprender a leer rápidamente a su oponente, para poder aprender su estilo de lucha.

Linze, Leen y Sakura le enseñaron magia, a usarla, mejorar su fuerza mágica, teoría mágica y el uso de hechizos y sus distintas aplicaciones.

Yumina, Sue y Lu le enseñaron todo sobre el decoro y los modales entre los nobles. También aprendió mucho sobre cocina, ya tenía cierto conocimiento por su tiempo con los Dursley, pero ahora podía cocinar tan bien como un chef de renombre.

No realizó su entrenamiento solo, pues sus hermanas se le unieron. Yakumo y Frey se unieron a el en el entrenamiento de la espada, Rinne lo acompañó en el entrenamiento de pelea y Kuhn y Elna entrenaron la magia junto a el, pero todas se unieron a el en las clases de decoro y modales nobles, todas excepto Yoshino, Arcia y Kuon, que aún eran muy jóvenes.

Además, su entrenamiento no solo se basó en la magia de ese mundo, si no que tambien estudio la magia de la Tierra, logrando dominar magias como el arte de la Oclumancia, la Legeremancia y la Animagia, consiguiendo la forma animal de un zorro.