Hasta obtener sus perdónes.

cap 23

Un viernes por la mañana, el frío era fuerte afuera, pero dentro de un hogar era cálido.

Un hermoso hombre se encontraba en la comodidad de su cama con su pijama entero de un gato negro y bajo sus cálidas frazadas, viendo tranquilamente una película cualquiera con una taza de chocolate caliente y un pequeño gato dormía en la punta de la cama haciéndole compañía al hermoso hombre.

Está tan cómodo y cálido que no tenía las fuerza suficiente para abandonarlas y atender su restaurante, ni las fuerzas suficientes para levantarse y preparar el desayuno. Sin embargo tiene que abandonarla en cuanto termine la película, el deber llama.

jiang cheng

En la comodidad de mi cama acarició inconscientemente mi estomago aun plano mientras me río de la película cómica que logre encontrar en la televisión, mi madre dijo que ella prepararía el desayuno ya que quiere probar una receta que encontró por el Internet, no me negué, en estos tiempo tanto jingyi como yo nos levantamos un poco más tardes, ya que la pereza de levantarse de nuestra cálidas camas es mucha.

Si mi madre tuvo las fuerzas suficiente en levantarse e incluso se ofreció a preparar el desayuno, es algo que no me puedo negar ni aun que ella espere una negativa mía.

La película ya terminó y debería levantarme de la cama pero decidí quedarme hasta el llamado de mi madre, me recuesto cerrando los ojos un rato.

Estaba apunto de caer dormido, hasta que la puerta de mi cuarto se hablo, estoy más dormido que despierto que no logro oír los pasos que se acercan a mi, una cálida y amorosa mano acaricia delicadamente mi cabeza —a-cheng, cariño despierta el desayuno está listo.

Gruñendo —ya me levanto— besa mi cabeza y se retira de mi cuarto, a regañadientes abro los ojos levantándome de la cama, me dirijo a mi baño hago mis necesidades y aun en pijama me dirijo al comedor donde me encontró a mi madre y a mi hijo.

Jingyi suelta un bostezo cuando me acerco y tomo mi lugar, aún está dormido que apenas puede tener sus hermosos ojos abiertos —buenooos...días ma— a pesar que estaba hecho un desastre se ve tierno. Doy los buenos días y los tres comenzamos a comer.

Falta solo 20 minutos para abrir el restaurante, ya hice las cuenta, los chicos ya están en sus puesto y yo estoy encerrado en la cocina con jingyi preparando comida dulce para que él se lleve en la pijamada de la tarde, mientras que otras serán para el día de hoy ya que yalin vendrá de visita, además de que dijo que teníamos que hablar, el problema sera que mi madre también estará en esa charla.

Junto a jingyi preparamos flan, galletas con chispas de chocolate, muffins, entre otros. Ver tantos dulce me abrió el apetito, así que tuve que conformarme con las botanas que tengo de reserva, comí unas barras de chocolate amargo las compartí con jingyi y entre ambos nos pasamos el resto de la mañana preparan dulce y comiendo dulce también con alguna que otra botana salada.

Con xichen solamente nos comunicamos con los mensajes, él pregunta como esta el bebe y yo, y como se encuentra jingyi, le respondo cuando puedo asegurandole que los tres nos encontramos bien, aun así a pesar que nos comunicamos por mensajes se que xichen no se encuentra bien.

Conociéndolo sé que no importa cuánto le pregunte se que me dirá que está bien, así que solo me queda esperar hasta que él se sienta seguro y listo en contarme lo que le sucede.

Lo que quedaba de la mañana me la pase en la caja, para esta hora en estas épocas la gente no sale mucho de sus hogares, a menos que tuvieran que hacer algo importante y para refugiarse del frío entra pidiendo algo que logre calentarlos, las mañanas no san tan agitadas como todas las noche, y una que otras tardes.