5. JiSung sigue añorando los ojos de MinHo

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Guía de colores del cabello de Han JiSung:

Rojo: enojo; Rosa: vergüenza; Violeta: amado; Azul: triste; Celeste: emocionado; Blanco: peligro; Amarillo: preocupado; Verde: asustado; Naranjo: confundido; Gris: dolido; Marrón: neutro; Verde menta: alegre; Negro: cansado; verde oliva: miedo; Rosa pálido: culpa; Rubio cenizo: nerviosismo; Crema: decepción.

¡Desbloqueado!: Magenta; frustrado.

Capítulo 5

JiSung sigue añorando los ojos de MinHo

Marzo 24, jueves en la tarde

—Señor Lee, mi clase no es para estudiar Adivinación.

Usando el gran libro manual de Defensa Contra Las Artes Oscuras como escudo de observancia, Felix alzó poco a poco su cabeza del texto y sonrió en forma de disculpa. —Perdón, profesor Callaghan..., estoy un poco atrasado.

El profesor Callaghan, con su largo cabellera blanca y sonrisa de dientes de oro, miró al resto de los estudiantes de la clase que trabajaban en el ensayo de redacción en el segmento teórico de su clase y, de forma cómplice, se acercó al chico. —Si me predices una tarde donde le gano al profesor Flitwick en el ajedrez, le daré puntos a Hufflepuff.

JiSung disfrutaba de Defensa Contra las Artes Oscuras.

Había algo particular en la clase que daba un aspecto mágico (más mágico de lo que ya era estudiar magia). Tal vez era cómo la magia que tanto extasiaba al profesor Callaghan contagiaba al resto de los estudiantes, o como para personas como JiSung: criados o nacidos de muggles, con aspectos de no haber tenido cercanía con la magia antes de que les llegara aquella carta que informaba su ingreso a la escuela.

Existían cosas en el mundo mágico que aun no tenían capacidad de procesamiento dentro de la cabeza de JiSung.

—Bien- si aprendemos a cómo enfrentar mágicamente los objetos inamovibles, podremos aprobar los TIMOs —habló SeungMin, quien lucía estar más cercano a un ataque de pánico—. Vale..., ¿con qué teníamos que empezar?

—¿Qué pasa si aplico reducto a una persona? —consultó JiSung, viendo su texto.

—Lo matas —contestó SeungMin con obviedad. Aquella clase la compartían con Ravenclaw.

—Sí, pero- ¿Qué tan probable es matarla?

El cuello de JiSung picó un poco. Las escamas de dragón que tenía ahí eran siempre una mención de su calma.

Él no tuvo idea de cómo pasó aquello la primera vez. JiSung solo supo que fue un chico puberto que tenía la rabia contra el mundo y, en otro momento, su cuello empezó a llenarse de escamas de dragón por esa misma cantidad de rabia.

Y ahora había vuelto. Aquella cantidad de rabia y expresión corporal había regresado. JiSung no se sentía que había avanzado como persona.

«¡Maldita pubertad!, ¡Maldito JeongIn!» Porque JeongIn, de alguna u otra forma, era culpable de que las escamas aparecieran en el cuerpo de JiSung.

—Hombre- ¿Puedes calmarte un poco? —pidió SeungMin, notando el esporádico cambio de color del pelo de JiSung.

—Ah- sí, dame un momento para poder alinear mis chakras... —murmuró con sarcasmo.

—¿Qué son los chakras?

—Dios santo, SeungMin. Te falta cultura muggle.

—Idiota —masculló, antes de volver al tema—. No te serviría- no sé, ¿Hablar con alguien?, ¿qué te dijo el profesor Callaghan?

Han JiSung y el gato platinado [#3]; minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora